domingo, 14 de octubre de 2012

“Supongamos que salga libre, mientras que a mi hijo se lo comieron los gusanos…”


“Supongamos que salga dentro de dos o tres meses y está vivo y libre, mientras que a mi hijo se lo comieron los gusanos…”


Rubén Gabriel Coria, el asesino de Matías Rinaldi  podría quedar en libertad, hasta tanto haya una sentencia firme de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia. Profundo dolor y mucha bronca. La Situación Procesal. Los Derechos Humanos ¿Para quién? Una familia destruida.
En el Programa La Torre de Babel(FM Rec)  que conduce el Arq. Roberto Novoa, fue entrevistado el padre de Matías Rinaldi, esto decía:rinaldi “Supongamos que salga dentro de dos o tres meses y está vivo y libre, mientras que a mi hijo se lo comieron los gusanos…”
Dolor
“Yo no quiero hablar de este tema, porque saca de mis entrañas una violencia que no es buena para nadie, lo hago debido al respeto que tengo tanto por vos (Arq. Roberto Novoa) y por Luis (Edgardo Luis Toro), y también porque cuando a mi me pasó esto, estuvieron siempre acompañándome…”
“Para opinar por lo que me está sucediendo, tengo miedo de ponerme malamente violento y ganas de decir cosas que están fueran de lugar…”
La situación Procesal
“El tema es el siguiente, cuando esta persona lo encontraron culpable el Juez le dio como sentencia Cadena Perpetua, como es habitual apelaron y pasó a Casación, que siguió la misma línea declarándolo culpable, y apelaron a la Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires , donde esta debe expedirse en un plazo determinado…”
“Todavía la Suprema Corte no se ha expedido entonces aparece la figura de “no tener Sentencia Firme”, al transcurrir  un tiempo ( 7 años 6 meses y 28 días) que está detenido el asesino, según la interpretación de su Abogada,  tiene derecho (amparándose en los Derechos Humanos… que no tuvo mi hijo) de pedir la libertad…”
“Por supuesto esto fue notificado a los Tribunales de Dolores, ante los Fiscales y la Jueza María Cuerda, los cuales dicen que no corresponde, porque no es lo mismo pedir por no tener “sentencia Firme” alguien que ha cometido un delito menor, que este delito que es de tamaña gravedad, (recordemos que tiene Sentencia en primera instancia y en Casación de Cadena Perpetua)… “
Articulo 169 Inciso 11
“Esto está discutiéndose en la Sede Judicial, pero existe la posibilidad de que  quede en libertad… Se podría imponer el Articulo 169 Inciso 11 y otorgarle la libertad…”
La Justicia
“Yo no le puedo pedir nada  a la comunidad en materia de expresión, yo lo que creo que tiene que expresarse es la Justicia en forma rápida y categórica… es lo mismo que pedimos todos los que hemos sufrido algo parecido, y que además la Justicia trabaje en tiempo y forma…”
Los Derechos Humanos
“No solo por mi caso, a los delincuentes les den la condena que tienen que tener, y que la cumplan en todos los términos, Que me dejen de embromar, con todas las ventajas que consiguen a través de los Derechos Humanos, yo no digo que no hay que tener Derechos Humanos, muy por el contrario pero primero están las víctimas y luego los delincuentes…”
¿Derechos… para quien?
“El delincuente que ataca a una persona o una propiedad, pierde todo derecho, como lo perdió mi hijo al que le quitaron la vida…”
“Supongamos que salga dentro de dos o tres meses y está vivo y libre, mientras que a mi hijo se lo comieron los gusanos…”
“Lo digo de esta manera cruda para que se entienda con toda facilidad (no porque sea valiente ni porque me la “banco”) simplemente porque tenemos que empezar a decir las cosas como son para que se entienda…”
Una familia destruida
“El fallo de la Justicia, solo cierra una parte en el dolor de mi familia, pero como persona, como ser humano, es una herida que cerrará por fuera… pero nunca por dentro…”
“A mi me mataron a un hijo, a veces hasta puedo lograr reírme (y la gente pensará que ya lo estoy pasando bien) sigo trabajando… porque tengo que seguir trabajando, pero no solo mataron a mi hijo, mataron a mi padre, porque la muerte de Matías le provoco a mi “viejo” a los 6 meses un ataque cerebro vascular y quedó postrado hasta su muerte… ¡Se murió de tristeza! Antes que pasase lo de Matías mi “viejo” venía desde la Capital y se ponía a trabajar conmigo…. A los 6 meses el Padrino de Matías, (mi cuñado) murió de un ataque al corazón…”
“Tengo a mi mujer… que está… pero no está…”
“Cuando pasa algo tan grave en la familia, no solo es la víctima el que muere… destruye a la familia por completo…”


Gustavo Caruso Nuevo Hogar Convivencial en Las Toninas



Gustavo Caruso, el Secretario de Desarrollo Humano del Partido de La Costa, está trabajando junto al Intendente Juan Pablo de Jesús en la puesta en marcha del nuevo Hogar asistencial para niños a partir del cierre de los Hogares Maranatha.

La Municipalidad asumió una responsabilidad que no tenía prevista, por lo menos en lo inmediato, como es la de conformar un Hogar Convivencial en Las Toninas, a raíz que los dos hogares convivenciales para niños existentes que tenía Maranatha, uno en Las Toninas y otro en Santa Teresita se cerraron por decisión de la Institución.
El Secretario de Desarrollo Humano, el Sr. Gustavo Caruso habla en esta oportunidad sobre la creación de un espacio para cubrir esta necesidad y alojar a los 18 chicos que hoy se encuentran en el antiguo Hogar de los Abuelos, "estos hogares estaban en convenio con la Provincia, y la verdad es que rápidamente tuvimos que asumir este nuevo rol. Hoy en día el hogar está funcionando en Las Toninas con un proceso que requiere de mucho compromiso, del equipo de servicio local que funciona en niñez, y también de las personas que están cumpliendo funciones allí porque es todo un periodo de adaptación y acostumbramiento para ellas también".
Por otra parte, Gustavo Caruso señala el motivo principal por el cual cada Municipalidad debe asumir esta obligación moral y hacerse cargo de dar solución a estos problemas, "es una nueva responsabilidad que hay que asumirla, los problemas de la niñez también son un compromiso de la sociedad, pero específicamente los chicos que allí se internan son por disposición del Juez de Familia que determina que no pueden seguir viviendo permanente o transitoriamente en el hogar de origen por razones de abuso, maltrato, abandono, conflictos, son un sinnúmero de situaciones que requieren de un apoyo y acompañamiento, de mucha interacción con psicólogos y con asistentes sociales. Son situaciones complejas que debemos asumirlas, son las nuevas patologías sociales que han surgido en los últimos años producto fundamentalmente de los problemas de la violencia doméstica que trae aparejado consecuencias como esta, y el Estado a mi criterio y con una firme decisión de nuestro Intendente Juan Pablo de no eludir la responsabilidad, ha tomado esta responsabilidad. Otras municipalidades no han hecho lo propio esperemos que cada una de ellas asuma esta obligación moral de tener un espacio físico en cada distrito que pueda atender los problemas de los chicos que pasan por esta lamentable situación y que deben tener, por parte del Estado, un abrigo transitorio y la posibilidad de reencontrar una familia que legalmente, y a través del proceso de adopción, pueda tener una nueva oportunidad en la vida. De acuerdo a los paradigmas de la nueva Ley, se entiende que los hogares deben ser transitorios y eso depende de la evolución de los chicos y de lo que los jueces de familia determinen, pero está claro que nunca habrá un mejor hogar para un chico que con una familia bien constituida".
Son muchos los hogares convivenciales que existen hoy en la Provincia de Buenos Aires, Gustavo Caruso dice al respecto que, "la ciudad de Dolores tiene 3 y para La Costa este es el primero que logramos constituir, lo cual lo convierte en una tarea comprometida e importante, esperemos que podamos estar a la altura de las circunstancias. En este momento son 18 chicos los que se encuentran en una propiedad contigua al CIC de Las Toninas, en lo que antiguamente ha sido el Hogar de los Abuelos, y no fue algo fácil porque se están haciendo reparaciones y ampliaciones con tiempos muy cortos en cuanto a lo institucional, de todas maneras confío en que seguiremos avanzando".

Redacción Opinión

Elección interna del Radicalismo



El Dr. Leandro Alonso, miembro del Partido Radical, anuncia que hoy, domingo 14 de octubre 
se realizarán las internas para la elección de autoridades, que se llevarán a cabo en las 
Casas Radicales de zona sur, centro y la Escuela N° 1 de San Clemente. 

Durante el día de hoy, domingo 14 de octubre se realizará la elección interna del Partido 
Radical que se había postergado en el mes de junio, con el objeto de poder elegir las autori
dades partidarias.
El Dr. Alonso nos informa sobre este evento electoral y democrático, "a nivel provincial se 
pudo llegar a una lista de unidad, así que al final no tenemos contienda desde el punto 
de vista provincial, aunque sí vamos a tener internas para elegir las autoridades del
 Comité de Distrito. Y respecto a los Comités de Circuito de cada zona, en San Clemente 
hay internas, pero en zona centro y sur hemos presentado nuestra lista, por lo que 
quedarán proclamados automáticamente esos candidatos. Esto es para normalizar al 
partido a nivel interno, nosotros estamos trabajando siempre, hace 15 días hicimos 
una presentación muy importante en el Hotel Verona con nuestro Proyecto 2015 y dos 
proyectos que realmente son muy buenos y así han sido considerados".
Hoy, domingo 14 de octubre de 8 a 18 hs se estará votando en la Casa Radical en Zona Sur,
 entre las calles La Margarita y Diagonal Cobo, en zona centro también se votará en la sede
 de la calle 40, y en San Clemente se realizará en la Escuela N° 1 que queda sobre la Av. 
Martín; luego el día lunes se informarán los resultados ya en carpeta.
Para finalizar, el Dr. Alonso nos da su opinión sobre el desenvolvimiento político y social 
del Partido Radical, "lo importante es saber que dentro de nuestro partido cuando hay 
alguna divergencia de opiniones es el afiliado el que decide, creo que es el único partido que
 respeta la vocación de la democracia interna, pero también creo que lo importante es 
pensar para afuera. Estamos más interesados en presentarles a la sociedad proyectos con
cretos de cara a la solución de los problemas existentes que ahondar en los problemas inter
nos que puede llegar a tener el radicalismo. Más allá que el 2015 este lejos o cerca, uno no 
puede esperar a una elección para ver qué hace sino que debemos estar en actividad 
para ir armando los equipos, formando dirigentes y trabajando en proyectos concretos
. Luego están las elecciones legislativas y ejecutivas que son contingencias, pero no pode
mos dejar de estar en actividad porque de otra manera perderíamos el contacto con
 la sociedad y sus necesidades. Por otro lado, debo destacar que últimamente hemos afilia
do bastantes chicos, queremos volver a formar a la juventud radical, es un rubro impor
tante ya que se había perdido cuando justamente éste llegó a ser un partido que se des
tacó por la militancia juvenil".
Redacción Opinión

Reclamos salariales La Gendarmería podría sumarse a la marcha de la CGT y CTA



El sector de las fuerzas Gendarmería y Prefectura que siguen con los reclamos salariales irían a la marcha convocado por la CGT que conduce Hugo Moyano y la CTA de Pablo Michelli.



Raúl Mazza, vocero de los gendermes que reclamaros por el aumento salarial, aseguró que los reclamos que hacen las centrales de trabajadores son "adecuados y razonables". Además, criticó a Puricelli por sus recientes declaraciones sobre el aumento salarial: es "una falacia y una falta de respeto" hacia las Fuerzas Armadas porque, según dijo, "se sabe que tienen sueldos de hambre".
Mazza confirmó que de todos modos, no tuvieron ninguna comunicación con los dirigentes sindicales. "Más allá de eso, nosotros vamos a seguir viviendo en democracia y utilizando las herramientas que ésta nos da, y vamos a hacer las presentaciones legales correspondientes", sostuvo.

Pedrós “Hay enfrentamientos que no pasan por lo ideológico pensante…”


El Director de Deportes del Partido de La Costa, y Consejero del PJ, esto decía sobre la confrontación violenta y las ofensas que se están dando en la política en todos los estamentos. Respecto a algunas versiones sobre una reunión en el Consejo del Partido, fue terminante “Juan es el de siempre… cada vez más estadista…”. También habló del sentido social de las Olimpíadas Estudiantiles.

En el programa La Torre de Babel que conduce el Arq. Roberto Novoa, esto decía Diego Pedrós.:

Olimpíadas
“Uno de los fundamentos de las Olimpíadas Escolares es la convivencia, aprender a mantenerse dentro de las reglas de convivencia, donde se puede ganar o perder pero de manera lícita, no es una batalla “donde todo vale” sino una confrontación deportiva entre pares, entre jóvenes cuyo premio mayor es hacer amistad, conocerse y disfrutar del deporte….”
“No es un lugar ni para las “trampas” ni para “meter una trompada”, o “trabar” malamente a un adversario circunstancial, no ese el espíritu de estas Jornadas, no es ni el lugar ni el momento para el insulto, ni a un contrario, ni a un compañero ni al arbitro, mucho menos tener una acción violenta… Yo tengo 38 Olimpíadas, no es la primera, es normal que se discuta, pero hay que aprender a hacerlo dentro de las normas de educación, este es el primer paso para erradicar la violencia… que a la postre solo genera más violencia…”
“No me gusta el maltrato con nadie…”

Harvard
“De pronto descubrimos que tres de los alumnos que le preguntaron a la Presidenta, son “mantenidos” por el PRO, y quizás por allí es por donde comienza a perderse la línea…”
“Hay errores desde distintos lugares, hay enfrentamientos que no pasan por lo ideológico pensante, no pasa por el conocimiento de los temas para discutirlos desde diferentes puntos de vista, pasa por la confrontación violenta, por la  ofensa…”

Son momentos de cambios
“Los cambios son muy grandes en la Argentina, y esto provoca crisis en función del pensamiento y de la transformación cultural, el Peronismo genera una crisis constante porque es transformador (no la transformación de un día para otro, sino la transformación día tras día) Esto desestabiliza a mucha gente porque no lo entiende, porque no les conviene o porque no lo quiere… es la misma gente que en otros tiempos iban a “golpear la puerta de los Cuarteles”…”

Consejo del PJ del Partido de La Costa
“Estamos trabajando muy fuertemente, con los mayores, más en la función de estos cambios tan profundos…”
“En la reunión del Partido estuvieron todos los Consejeros, conozco a cada uno de ellos, se como son, y se como piensan, serían incapaces de hacer un desplante a nadie y menos a Juan (Dr. Juan De Jesús) tampoco son de los que “se quedan callados y escuchan”  no es así, se dan discusiones más que interesantes y de muy buen nivel…”
“Juan (Dr. Juan De Jesús) aporta su visión macro de la situación del país, y del mundo, es evidente que tiene una inteligencia superlativa, plantea la realidad, pero ninguna persona (por lo menos del los Consejeros del Partido Justicialista) ha tomado una actitud negativa…”
“Por otra parte es el Juan (Dr. Juan De Jesús) de siempre que sorprende por ser más que político estadista, y que tiene bien claro para donde van las cuestiones…”
“Con su visión se puede coincidir o no pero nadie me lo ha hecho saber, ni tampoco lo he notado…”
“Algunos quieren verlo “cambiado”,  todos los quieren ver como un moderado, si toma parte, siempre puede haber alguno que no se “sienta tan parte” y piense que no es el mismo de antes…Lo cierto es que Juan sigue siendo el mismo Juan de Jesus

“El riesgo de La Cámpora es terminar como la Coordinadora”Por


Eduardo Blaustein 
eblaustein@miradasalsur.com
Es uno de los analistas políticos jóvenes más prometedores. Acaba de publicar un libro sobre los nuevos fenómenos juveniles en el mundo. Su retrato sobre las juventudes kirchneristas señala potenciales y límites.
Director de Le Monde Diplomatique en su edición para el Cono Sur, politólogo, columnista de Página/12, José Natanson acaba de publicar¿Por qué los jóvenes están volviendo a la política? De los indignados a La Cámpora (Debate). El libro analiza la emergencia de los nuevos movimientos juveniles en geografías y culturas aparentemente tan distintas como las de los países árabes, España o la Argentina. Es un ensayo ágil, a la vez ameno y complejo, que se lee como si se surfeara sobre las olas de la globalización y del impacto de las nuevas tecnologías. Pero también sobre los abismos que separan las oportunidades que dan la educación masiva o el acceso a internet de los problemas del desempleo estructural y la súper explotación laboral. En esta entrevista, Natanson se explaya sobre las razones profundas de la repolitización de amplios sectores de la juventud argentina y de lo que entiende como límites y potencialidades de la juventud kirchnerista, particularmente La Cámpora. Para Natanson, el desafío de esa agrupación debería ser aportar “energía desafiante, creatividad, innovación”. Y dice: “La defensa del kichnerismo no puede ser todo”.
–¿Qué hay de común o de continuidad entre un pibe de La Cámpora, uno de la primavera árabe y un indignado español?
–Básicamente, una activación política que hace diez o veinte años no estaba. Los jóvenes españoles eran considerados apáticos y conformistas, los jóvenes árabes sólo eran vistos por los medios occidentales en su calidad de terroristas potenciales, los estudiantes chilenos como consumistas, acá lo mismo. Pero, de repente, en dos o tres años, todos se movilizan. Y cuando un fenómeno ocurre en lugares tan diferentes prácticamente al mismo tiempo, creo que vale la pena, casi como una obligación analítica, buscar una causa más general. Y yo en ese sentido veo una brecha: por un lado, jóvenes cada vez más educados, porque los sistemas educativos avanzaron en todo el mundo, el analfabetismo desapareció o casi lo hizo en muchos lugares, jóvenes con acceso a una cantidad enorme de información, cultura, modos de vida diferentes, por las nuevas tecnologías, internet, los celulares, las redes, etc. Al mismo tiempo, tienen muchas dificultades para insertarse en sistemas laborales precarios, flexibilizados, de empleo basura. Es algo totalmente nuevo en la historia: por primera vez los jóvenes saben cosas, y saben hacer cosas, que los adultos no. Por eso es buena la publicidad del Anses del nieto enseñándole al abuelo a usar la computadora. Pero, al mismo tiempo, son jóvenes que en muchos casos van a vivir peor que sus padres, también por primera vez, en sociedades con una historia de movilidad social ascendente como la nuestra o las europeas. Esto crea una distancia entre las posibilidades de los jóvenes y las oportunidades reales, que se traduce en malestar, desencanto, bronca. Y, ahora, en algunos casos, en una repolitización. Lo notable es que en casi todos los casos los jóvenes construyen movimientos antipoder, y en la Argentina no, la juventud kirchnerista es propoder. Pero entonces yo digo que, a diferencia de lo que pasa en Medio Oriente, España o Chile, donde hay una identificación entre poder económico y poder político de derecha, acá el kirchnerismo tensiona la relación con los poderes económicos, mediáticos o corporativos. Es de algún modo un movimiento antipoder. Y me parece que eso es lo que conmueve a los jóvenes.
–Su libro cuestiona cierta interpretación relativamente dominante según la cual La Cámpora es una creación del poder, “desde arriba”. ¿Cuál es su visión al respecto? Por un lado habla de un proceso histórico alimentado “desde abajo” y, luego sí, de un fuerte papel del Estado en la consolidación de la agrupación.
–Es que La Campora nace en 2001 o incluso antes. Eso que yo describía en la respuesta anterior, los jóvenes que estallan, es la realidad de la Argentina de 2001. En los ’90, en pleno menemismo, nacen algunos núcleos juveniles de resistencia al neoliberalismo. En el movimiento de derechos humanos se produce esa enorme novedad que es Hijos, en la línea filiatoria de Madres y Abuelas, con esa otra gran novedad que es el escrache. Surgen los movimientos piqueteros, que nacen en el barrio, en el territorio, que en un contexto de desindustrialización, fragmentación social, etc., se va convirtiendo en el gran organizador de la vida política de los sectores populares. En la clase media vemos el surgimiento de las agrupaciones de la izquierda independiente en las universidades públicas, TNT, El Mate, NBI. Aparece el Movimiento 501, que en su momento pasó como una cosa simpática y nada más. Bueno, todo eso confluye en 2001, en los estallidos de diciembre, cuando, en un contexto de mucha antipolítica, se produce una repolitización de muchos sectores de la juventud. Ésa es la paradoja de diciembre. Y también una novedad que es el diálogo, transitorio pero diálogo al fin, entre Capital y Conurbano. Los movimientos piqueteros por primera vez se mueven masivamente a la Capital, se ubican en el centro, geográfico y simbólico, de la Argentina. Y al mismo tiempo, jóvenes de clase media se acercan a la política y toman contacto con la realidad de los sectores populares. La metáfora de ese movimiento de ida y vuelta son los traslados por los puentes que unen, o separan, según cómo se mire, Capital y Conurbano. Por eso no es casual que sea en un puente el lugar donde se produce el momento más impactante de ese ciclo, que es la muerte de Kosteki y Santillán, que no casualmente son jóvenes.
–Y luego llega la novedad kirchnerista…
–Entonces llega Kirchner con su primer año de gobierno, la política de derechos humanos, la deuda, la Corte Suprema. Eso, de alguna forma conmueve a una parte de esos jóvenes políticamente despiertos. Y yo creo que Kirchner, a pura intuición, entiende que algo pasa ahí, entre los jóvenes. Entonces hace lo que hace el kirchnerismo cuando ve que algo, una corriente política, una idea, un sector, lo que sea, le sirve. Puede ser la ley de medios, los movimientos de defensa de la minorías sexuales, lo que sea, el kirchnerismo lo toma, se lo apropia en el buen sentido, y pone atrás todo el peso de su voluntad, los recursos del Estado. Por eso, yo digo que la juventud kirchnerista no es un invento de Kirchner, sino un movimiento que surge desde abajo y luego es capturado y amplificado desde arriba.
–También impugna el hecho de que se tracen paralelismos entre la militancia juvenil setentista y La Cámpora. En cambio, opta por hacer una comparación más cercana, con la experiencia de la Coordinadora radical. ¿Por qué esa comparación y qué conclusiones saca de ella?
–Sí, yo soy muy crítico de eso, no porque no crea que no haya cosas para reivindicar de esa época, de los ’70, sino porque me parece que es comparar peras con manzanas. En los ’70, la democracia no era la base del juego político, el poder militar estaba activo, la violencia era una parte natural, bastante aceptada, de la pelea política, el peronismo a veces estaba proscripto, había una utopía revolucionaria que funcionaba como horizonte para muchos. Nada que ver con lo que pasa hoy, que hay democracia, elecciones, pluralismo de partidos, libertades civiles, capitalismo hasta en China. Por eso, cuando escucho por ejemplo la consigna “la vida por Cristina” me parece fuera de foco. La vida no: sí, si quieren, el compromiso, la pasión, el tiempo, lo que sea, pero la vida no.
–¿Y por qué el paralelismo con la Coordinadora?
–Para mí es más pertinente, aunque yo sé que a veces no gusta, porque se trata de dos agrupaciones juveniles que funcionan al interior de movimientos progresistas (para mí el alfonsinismo, sobre todo al principio, lo fue), que vienen a renovar los partidos tradicionales (la UCR y el PJ) después de décadas de hegemonía conservadora (balbinista y menemista), que emprenden reformas profundas, con liderazgos enérgicos. Obviamente, hay diferencias, pero si hay que comparar yo creo que es más adecuado pensar la Coordinadora, que tenía que discutir cómo gestionar el Estado o ganar elecciones, cómo compatibilizar gobernabilidad económica con cambio, o alianzas con sectores incómodos con valores, cosas similares a las que hoy debate La Cámpora. Montoneros, en cambio, discutía si pasaban o no a la clandestinidad o dónde podían esconder los fierros.
–También señala algunos riesgos que corre la agrupación, como la necesidad de amoldarse a las lógicas del Estado que pueden ser conservadoras, “realistas”, verticales. O la ausencia de una agenda transformadora pese a que se trata de una agrupación juvenil…
–Sí, yo ahí veo un riesgo. La Coordinadora terminó mal porque cuando llegó a altos cargos del Estado, más o menos como los que tiene hoy La Cámpora, se amodorró en la lógica de la administración, atenazada por la realpolitik. Eran chicos brillantes, la mayoría honestos y bien intencionados, y se fueron apagando en una agonía parlamentaria gris. Esa energía desafiante, esa creatividad e innovación, que debería ser, a mi juicio, el aporte de los jóvenes a la política, la Coordinadora lo perdió. Por eso digo que La Cámpora tiene que leer esa experiencia, y que el riesgo no es terminar como Firmenich, sino como el Changui Cáceres. Yo sé que es difícil. La Coordinadora nunca pudo trascender la figura de Alfonsín, no supo construir el post-alfonsinismo. Poniéndonos psicoanalíticos podríamos decir que no pudo matar simbólicamente al padre, que es lo que hay que hacer para pegar al salto a la adultez, y terminó mal. Ése es el principal riesgo de la juventud kirchnerista. Insisto con que es difícil.
–A la vez, las juventudes se supone que expresan cierto tipo de kirchnerismo de paladar negro…
–Por un lado, los jóvenes kirchneristas están obligados a ser el corazón ideológico de un gobierno que se sostiene en base a una serie de alianzas heterogéneas, muchas oportunistas, con gobernadores conservadores, intendentes dudosos, etc. Y al mismo tiempo esa exigencia de lealtad, para usar una palabra que no me gusta, corre el riesgo de ahogar cualquier energía desafiante. Es una tensión complicada de administrar. Creo que una forma de salir de ahí es elaborar e impulsar una agenda propia, pero hasta el momento yo no la veo. ¿Qué le aporta la juventud kirchnerista al kirchnerismo? Ésa es para mí la pregunta clave. ¿Presencia territorial? Perfecto, pero eso está también en los gobernadores, los intendentes, los sindicatos. ¿Funcionarios? Buenísimo, de hecho algunos muy buenos vienen de ahí, pero también hay en los Estados provinciales, la academia, incluso en los medios. El aporte de La Cámpora no puede limitarse a la energía militante o los buenos gestores. Tiene que haber algo más, que es justamente lo que yo no veo.
–El libro no pretende ser de investigación periodística, sino más bien analítico. Aun así, antes o durante la escritura del libro, ¿le interesó hablar con referentes de la agrupación?
–Yo lo veo como un ensayo político. Hablé con algunos dirigentes, tengo amigos en diferentes lugares, también con los grupos que capaz no están en el Gobierno o en el Congreso sino en los medios, en el territorio. Pero no hice una investigación exhaustiva porque no me interesaba tanto saber si tienen 20 ó 30 unidades básicas, si tal se peleó con tal, sino más bien entender y pensar el movimiento desde el punto de vista histórico, de comparación global, etc.
–En el funcionamiento de La Cámpora parece haber una suerte de mística de la clandestinidad, llamativa en tiempos democráticos. No es fácil hablar públicamente con sus referentes. ¿Cómo interpreta esa cultura? ¿De dónde cree que viene? 
–Eso es totalmente cierto y es algo que no termino de entender. Yo entiendo la idea de no sumarse a la lógica de los grandes medios, no comprar ciegamente sus agendas, de priorizar la construcción territorial. Me parece perfecto. Pero también creo que en sociedades democráticas el debate público, la discusión abierta son fundamentales. Porque es a partir de eso que también se construyen los sujetos políticos. Creo que hay una lógica vertical, cerrada, de concentración de las decisiones, que es propia del kirchnerismo, y que eso se ha contagiado a la juventud.
–En los capítulos “argentinos” sobre los nuevos fenómenos juveniles establece una clara distinción acerca de las diferencias y desigualdades que median entre ser un joven de clase media o uno del conurbano profundo. Pero no se mete demasiado en los fenómenos de repolitización que se registran, ya sea entre nuevos trabajadores jóvenes o militantes de movimientos sociales. ¿La Cámpora tiene inserción en esos espacios?
–Lo que yo trato de hacer es un retrato para señalar que lo que definimos como juventud en realidad es algo bastante heterogéneo. Por un lado, jóvenes de clase media, que estudian muchos años, se casan tarde, tienen pocos hijos, tienen consumos culturales como podrían tener jóvenes de San Pablo o Nueva York, viajan de mochileros. Y, por otro lado, los jóvenes de los sectores populares, con un ciclo de vida más acelerado, se casan antes, tienen que salir a trabajar pronto, viven más atados al barrio, a la comunidad. Creo que La Cámpora tiene inserción en ambos espacios y que eso es una gran ventaja y una diferencia importante. El PRO, por ejemplo, tiene un sector juvenil que lo acompaña proveniente de la clase media, muchos jóvenes que pasaron por las ONG tecnocráticas surgidas en los ’90, tipo Cippec, que es también para mí una forma de militancia. La Cámpora tiene jóvenes de esos sectores pero tiene también presencia en barrios, en villas, mucho trabajo social. Es algo que se hace lentamente, de a poco, pero que se va haciendo. Y tiene diálogo o articulación con el Evita, Kolina, etc. Todo eso es la juventud kirchnerista. Respecto de los sectores sindicales, la inserción es menor. Los sindicatos funcionan con otra lógica: son menos versátiles, más difíciles de penetrar, muy reactivos en general a cualquier esfuerzo de renovación.
–Tampoco menciona una figura interesante, la de Facundo Moyano. ¿Cómo lo describiría, en sus posturas o su discurso, en el contexto de los procesos de repolitización?
–Coincido en que es una figura interesante, con un discurso muy articulado, que mostró en su momento posiciones inteligentes, de defensa de los intereses de los trabajadores pero de comprensión también de las necesidades más amplias del Gobierno. Quedó preso de la pelea Moyano-Gobierno, y me parece una lástima porque ahí estaba la oportunidad de un acercamiento entre dos sectores juveniles. Pero de todos modos, mi sensación es que la nueva militancia juvenil en los sindicatos va por un carril diferente respecto del de la militancia partidaria o los movimientos sociales.
–Dados los niveles de polarización del debate político argentino, ¿siente que su lugar de análisis, que combina reconocimientos y críticas tanto al kirchnerismo como a La Cámpora, es un espacio que se hace difícil de sostener? ¿O por el contrario cree que existe un auditorio amplio que precisamente busca discutir política desde un lugar de mejores equilibrios?
–No sé si difícil de sostener, pero es un lugar incómodo por momentos. Mi intención es entender estos fenómenos complejos y reflejar esa complejidad lo mejor que pueda. En mi libro anterior, sobre la nueva izquierda en América latina, yo veía que había algo nuevo en el aire, y que había que hacer un esfuerzo por definirlo, entender sus causas, analizar límites, comparar. Acá hago lo mismo: los jóvenes estallan en diferentes lugares, hay una juventud políticamente activa como no se veía desde fines de los ’60. Entonces trato de ver cómo surge, cuáles son los límites, las posibilidades. Eso me lleva a descartar las miradas más prejuiciosas: que sólo son chicos interesados en el poder, que usan Black Berry, etc. Pero también me obliga a señalar los puntos críticos o las debilidades. No creo que los jóvenes kirchneristas sean puro pragmatismo, no me creo esa especie de “guerra del cerdo al revés” que lanzan los sectores más conservadores, pero tampoco los defiendo como si fueran los salvadores de la patria. Si llega a un público no lo sé, a veces pienso que sí, a veces que no. Cuando el debate se tensa tanto prevalecen los enfoques más exaltados o rústicos. A mí no me importa tanto que alguien esté de un lado o del otro, lo que realmente me molesta es que lo que dice no sea inteligente, o interesante, que sea puro slogan. Yo trato de escapar del slogan, aunque sea un slogan bien escrito.
–Aún marcando ciertos límites prudentes, al final del capítulo respectivo sugiere que en la conformación de La Cámpora, de cara al futuro, laten promesas y oportunidades. ¿Cuáles serían?
–El desafío es renovar la política, pero no en el sentido tonto del voto electrónico o la lista sábana, sino en un sentido profundo, como en su momento la renovaron Cafiero, Alfonsín, Kirchner. Es una generación que se formó en un contexto plenamente democrático, con muchos dirigentes técnicamente muy competentes, con una Presidenta que confía en ellos. Pero está el riesgo de que se encierren en el Estado, se queden en la simple defensa del kirchnerismo, que está bien pero no puede ser todo. En definitiva, que no muestren todo lo que tienen.

En nombre de dios, con la plata de todos


dcecchini@miradasalsur.com 
Por 
 Daniel Cecchini


“Dios es el concepto por el cual medimos nuestro sufrimiento.”
(God. John Lennon)
La Asociación Civil para la Promoción de Defensa de la Vida (Pro Familia), responsable esta semana de la demora en la realización en el Hospital Ramos Mejía –un centro de salud estatal– de un aborto no punible a la víctima de una violación, es una ONG que actúa siguiendo las directivas de los sectores más reaccionarios de la Iglesia Católica Argentina. Para frenar esa intervención quirúrgica contemplada por la ley, los abogados de la entidad recurrieron a los “servicios” de la jueza Myriam Rustán de Estrada, cuñada de Santiago de Estrada, uno de los hombres que la Iglesia tiene en la estructura del PRO. Lo que intentó la Iglesia –financiada con fondos del Estado–, a través de una jueza –asalariada del Estado– que antepuso sus convicciones religiosas a la aplicación de una norma legal, fue lisa y llanamente violar la ley. Un oportuno fallo de la Corte Suprema de Justicia desbarató la movida y exhortó a abstenerse de “judicializar el acceso a los abortos no punibles”.
También esta semana, cuando las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron la recuperación del nieto 107, María de las Mercedes Moreno, madre de la niña nacida en cautiverio el 11 de octubre de 1978, en la Maternidad Provincial de Córdoba, relató los intentos que hizo por recuperar a su hija apenas fue dejada en libertad tras su detención ilegal. Con el dato preciso de que la niña se encontraba en la Casa Cuna cordobesa se dirigió hacia allí, pero ni siquiera tuvo la oportunidad de acercarse a ella. Quienes se interpusieron en su camino fueron dos monjas que trabajaban en ese centro de salud, quienes le dijeron que allí no entraban “subversivas”. Para ponerlo más claro, dos integrantes de la Iglesia Católica –financiada por el Estado argentino– fueron, como muchos otros, parte del engranaje del terror que impidió que una madre recuperara a su hija.
El capellán mayor Mario Bonabotta, señalado como autor de acosos sexuales en perjuicio de por lo menos un suboficial del Ejército, es uno de los principales encargados de “brindar asistencia religiosa a las Fuerzas Armadas”, de acuerdo a un convenio firmado por el Estado argentino y El Vaticano durante la dictadura de Pedro Eugenio Aramburu. Como bien señala Eduardo Anguita en estas páginas, el sueldo de Bonabotta, equivalente al de un general del Ejército, se paga con fondos públicos.
Es también la Iglesia Católica, financiada con fondos de todos los argentinos a través de subsidios del Estado, la que protege al cura abusador de menores Julio Grassi y la que nunca se resolvió a excomulgar al genocida con sotana Christian Von Wernich, condenado por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar. Por citar sólo dos casos.
En 2010, el Estado Argentino desembolsó, a través de la Secretaría de Culto, más de 36 millones de pesos para pagar los sueldos de obispos y curas. Ese año, 3.390.000 pesos fueron a parar debajo de las sotanas de los 66 obispos que estaban en actividad, mientras que 1.430.000 pesos sirvieron para pagar las necesidades de 32 obispos retirados. En total –siempre de acuerdo con datos de 2010–, aportó los ingresos mensuales de 16.457 curas y monjas. Como estas asignaciones no se consideran salarios, sus beneficiarios no pagan el impuesto a las ganancias ni tienen cargas sociales.
Toda la ingeniería jurídica que permite este fabuloso traspaso de fondos de todos los argentinos a una institución religiosa fue construida durante la última dictadura. Según una investigación de la periodista Ana Delfino, “el armazón legal del ‘sostenimiento de culto’ ampara asignaciones a arzobispos, obispos, auxiliares, vicarios capitulares y administradores apostólicos (eméritos y en actividad, leyes 21.540, 21.950 y 22.552), a párrocos de frontera (Ley 22.162 y Decreto 1928/80); asignaciones mensuales vitalicias ‘a sacerdotes seculares no amparados por regímenes previsionales’ (Ley 22.430); el ‘sostenimiento para la formación del clero de nacionalidad argentina’ (Ley 22.950), algo que incluye la ayuda económica a los institutos de vida consagrada, y el ‘otorgamiento de pasajes a representantes del culto católico’ (Decreto 1991/80). En esos ítems, tan poco espirituales, se van los 36.001.585 pesos de presupuesto asignado por la Secretaría de Culto”.
Pero esos más de 36 millones de pesos aportados por el Estado nacional parecen nada si se los compara con los 2.500 millones de pesos que los estados provinciales y municipales giraron a la Iglesia durante 2010 para subsidiar a sus colegios confesionales.
Mucho dinero de los bolsillos de todos para sostener a una Iglesia Católica cuya jerarquía –con las excepciones de unos pocos obispos de honrosa memoria– fue institucionalmente cómplice de las atrocidades de la dictadura cívico-militar, que aún hoy tolera en sus filas a curas genocidas condenados por la Justicia, que protege a abusadores sexuales y promueve acciones que, como el intento de frenar el aborto de una mujer violada esta semana, atentan contra los derechos fundamentales de todos los ciudadanos argentinos, sin importar si son católicos o no.
Los anarquistas españoles, en su lucha por la defensa de la República, acuñaron una frase luminosa: “La única Iglesia que ilumina es la que arde”.
La Iglesia Católica Argentina es solo oscuridad.