domingo, 24 de marzo de 2013

Comparó a Cristina con Martínez de Hoz



El senador radical Ernesto Sanz criticó la medida del gobierno de abrir importaciones para sectores que suban precios. "¿No era que amenazar con abrir importaciones era de la época de Martínez de Hoz?", se preguntó con ironía.
Comparó a Cristina con Martínez de Hoz
El senador radical Ernesto Sanz recurrió hoy a la ironía para criticar el anuncio oficial sobre la posibilidad de "flexibilizar" importaciones en sectores donde se detecten prácticas monopólicas, al preguntarse si ese tipo de alternativas no eran impulsadas por ministros de la dictadura como el recientemente fallecido José Alfredo Martínez de Hoz. "Para mejorar la oferta de bienes hay que bajar inflación y generar previsibilidad y confianza. Lo demás es puro verso", disparó el legislador, al cuestionar la posibilidad anunciada ayer por la presidenta Cristina Fernández.

Desde su cuenta de Twitter, Sanz interrogó, en tono zumbón: "¿Cómo? ¿No era que amenazar con abrir importaciones era de la época de Martínez de Hoz?".

En un acto realizado en Casa de Gobierno, la mandataria reivindicó ayer el "maravilloso modelo" que rige desde 2003 y adelantó que su administración podría "flexibilizar" algunas importaciones en sectores donde se observen prácticas monopólicas. No obstante, advirtió a los importadores que "no se refrieguen las manos, porque vamos a hacer un sistema para que ellos no se queden con la diferencia".

"Si es necesario tomar medidas y hacer una apertura de determinados productos, porque quienes los venden hacen ejercicio monopólico, veremos si no hacemos más flexible la importación", puntualizó la jefa de Estado.

Marcha a 37 años del golpe en la Plaza de Mayo



Miles de militantes se concentraron esta tarde en la Plaza de Mayo para conmemorar el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, a 37 años del último Golpe Militar.
Marcha a 37 años del golpe
Centenares de militantes políticos y de organizaciones de Derechos Humanos se concentraron esta tarde en la Plaza de Mayo para conmemorar el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, a 37 años del último Golpe Militar.

Los militantes se concentraron primero en las esquinas de Diagonal Sur y Avenida Belgrano; Diagonal Norte y 9 de Julio; y Avenida de Mayo y 9 de Julio; y desde allí marcharon hacia la plaza ubicada frente a la Casa Rosada.

Llegaron con bombos y cánticos de repudio contra la dictadura y en favor del orden democrático.

La manifestación fue convocada por dirigentes aliados al kirchnerismo, en tanto que otra marcha partió durante la tarde desde el Congreso también hacia la Plaza de Mayo, aunque promovida por movimientos opositores al gobierno nacional agrupados en el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia

El sciolismo advierte que "no va a aceptar una lista confeccionada en una oficina"



El senador sciolista Alberto De Fazio aseguró que Daniel Scioli no jugará por afuera del Frente para la Victoria en las elecciones de este año aunque aclaró que "va a discutir la composición de las listas" con el kirchnerismo.
El senador bonaerense Alberto Di Fazio aseguró hoy que el sciolismo no va a inscribir ninguna alianza para la primarias de agosto porque integran el Frente para la Victoria pero advirtió que "se va a discutir la composición de las listas" de candidatos rumbo a las elecciones.
El legislador quilmeño, encuadrado en la agrupación La Juan Domingo, aseguró que el sciolismo "no va a aceptar una lista confeccionada en una oficina". 
"En junio hay que inscribir alianzas pero nosotros no vamos a inscribir ninguna porque estamos dentro del Frente para la Victoria, pero se va a discutir la composición de las listas", aseguró hoy por radio 10.

"Queremos discutirla, ver hacia dónde vamos y hablar de los fondos de la provincia de Buenos Aires", añadió el legislador provincial.
Consultado sobre la relación con Alberto Fernández, exjefe de gabinete de Néstor Kirchner y Cristina Fernández y actual crítico del proyecto, manifestó que "no pasa por el tema electoral, sino que es un acercamiento de trabajo".

"Fernández es muy crítico en algunos aspectos y nosotros no compartimos ese nivel de diferencias pero eso no significa que no podamos sentarnos a trabajar y conversar sobre el futuro", agregó.

El senador remarcó en particular que el movimiento que encabeza Daniel Scioli quiere debatir "la composición de las listas seccionales para que el gobernador tenga gobernabilidad en las cámaras legislativas provinciales". "No se trata de decir sí o no a lo que alguien defina", advirtió.
Y, apuntó que desde el sciolismo "queremos discutir no solo las listas, sino el rumbo que va a tener la provincia, si se va a reconocer el déficit de coparticipación, qué vamos a hacer con el fondo del conurbano y los proyectos de los próximos dos años".
Di Fazio manifestó que la agrupación sciolista La Juan Domingo "nace como un reclamo de respeto a la diversidad, de no aceptación del discurso único y estamos abiertos a todas las expresiones del peronismo".

El dirigente expresó que "la cuestión electoral la decide quien conduce nuestro espacio, el gobernador de la provincia" y recordó que el mandatario "ha reiterado que las agrupaciones que lo apoyan se hallan dentro del Frente para la Victoria".

Con todo, Di Fazio precisó que esa adhesión "no significa que haya matices electorales", pero "es prematuro aventurar como se desarrolla ese proceso"

Movilizaciones y actos por el 24 de marzo



Esta tarde se llevarán a cabo en diferentes puntos del país movilizaciones y actos para conmemorar el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, a 37 años del último golpe militar. En Cañuelas se realizará el acto de la Provincia
En Cañuelas, Rosario, en Tucumán, en Córdoba y en varios lugares más se llevará a cabo movilizaciones y actos para conmemorar el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, a 37 años del último golpe militar. El acto central se desarrollará en Plaza de Mayo donde se dará un panorama complicado ya que organizaciones kirchneristas y de izquierda marcharán al mismo tiempo.

Las agrupaciones K nucleadas en Unidos y Organizados adelantaron 4 horas su convocatoria habitual, de las 18 a las 14 horas. Mientras, las organizaciones opositoras habían hecho un llamado hace un mes para las 15.30.

En tanto, el Gobierno provincial realizará la conmemoración en Cañuelas. El secretario de Derechos Humanos, Guido Carlotto, señaló a BA noticias que la actividad se enmarca dentro de “los valores de la política de Memoria, Verdad y Justicia que se han hecho carne en la sociedad argentina en general, y en la bonaerense en particular”.

Destacó, en el mismo tono, “que la inmensa mayoría de los intendentes de la Provincia organizaron actividades para celebrar el Día de la Memoria, ante la demanda de los pueblos y la política como espacio reparador y de ampliación de derechos”.

En la plaza San Martín, donde se realizará el acto central, los ministros Cristina Álvarez Rodríguez (Gobierno), Alejandro Arlía (Infraestructura) y Gustavo Arrieta (Asuntos Agrarios); y la intendenta local, Marisa Fassi, harán un especial reconocimiento a la militancia estudiantil y a los desaparecidos.

También se proyectarán cortos audiovisuales que recorrerán el camino histórico de los derechos humanos y alumnos de las escuelas del distrito interpretarán obras de teatro con dicha temática.

LECTURA RECOMENDADA: Cómo se diseñó, en 1975, el genocidio que ejecutó la dictadura cívico-militar


La Directiva del Comandante General del Ejército Nº 404/75 y el Plan del Ejército. Una organizó el "aniquilamiento de la subversión", el otro el golpe de Estado de 1976. Producidos por el Batallón de Inteligencia 601 encabezado por el ex coronel Carlos Martínez, que los firmó de puño y letra


Es la madre de todas las batallas. Si la dictadura cívico-militar desarrolló un plan sistemático de exterminio, fronteras adentro y con alcance internacional, esa política represiva fue llevada a cabo en base a órdenes e instrucciones que hasta el momento se conocían sólo parcialmente. La investigación sobre el amenazante "oponente subversivo" para "aniquilarlo" en 1975, y sobre todo el conjunto de directrices que dieron forma al golpe de Estado de 1976 y su práctica de secuestros y asesinatos, estuvo a cargo del Batallón de Inteligencia 601, en manos del ex coronel hoy detenido Carlos Alberto Martínez.
Los documentos fueron dos, principalmente: la Directiva del comandante general del Ejército Nº 404/75 –conocida como "la Peugeot", por el auto de la época–, y el Plan del Ejército contribuyente al Plan de Seguridad Nacional. Fueron hallados y recuperados por el Archivo Nacional de la Memoria en forma completa, y están a punto de publicarse en una edición que Tiempo Argentino adelanta en forma exclusiva y con la autorización del organismo.
La 404  –cuerpo principal, 10 anexos y 13 apéndices complementarios– diagramó las operaciones militares necesarias para "neutralizar y/o aniquilar" a las organizaciones armadas en Tucumán a finales de 1975, poniendo énfasis en la guerrilla rural. Se basó en los decretos 2770, 2771 y 2772 para el funcionamiento de los Consejos de Defensa y Seguridad Interna; abrió la puerta para que la Armada (con el Placintara 75) y la Fuerza Aérea (mediante el Plan de Capacidades Marco Interno 1975) ideara sus propias metodologías; dividió el territorio nacional en cinco zonas de distinta "peligrosidad" (con prioridad en Buenos Aires-La Plata, Córdoba, Santa Fe-Rosario, y el eje Tucumán-Salta-Jujuy); y estableció un objetivo en tres etapas: "disminuir significativamente el accionar subversivo para fines del año 1975", "transformar la subversión en un problema de naturaleza policial para fines de 1976", y "aniquilar los elementos residuales de las organizaciones subversivas a partir de 1977". 
En cuanto al Plan del Ejército, es la organización del golpe de Estado. Con una introducción y 15 anexos que definen genéricamente al enemigo como "Guerra Subversiva Marxista (GSM)" abocada a la "apropiación de la población mundial" a partir de la "conquista de su psiquis".
"Insurrecionalismo espontaneísta". Con la firma de Jorge Rafael Videla como general de Brigada y comandante general del Ejército, la Directiva 404 se emitió el 28 de octubre de 1975. La Junta, todavía parte del gobierno títere de Isabel Perón, se propuso "crear una situación de inestabilidad permanente en las organizaciones subversivas", desgastarlas "progresivamente", obtener "amplia información" sobre sus estructuras, y "eliminar y desalentar el apoyo que personas u organizaciones de distintos tipos puedan brindar a la subversión". Mediante el funcionamiento de comandos que "tendrán la más amplia libertad de acción para intervenir en todas aquellas situaciones en que se aprecie puedan existir connotaciones subversivas".
El Anexo 1 se refiere a la Inteligencia, y lleva la firma de Roberto Viola como general de Brigada. Define a la GSM como una "nueva forma de guerra, con un nuevo contenido de violencia, que se materializa en una muy variada gama de formas" para lograr la "apropiación de la población mundial (debe entenderse no su apropiación material sino la conquista de su psiquis que hace que el hombre se entregue luego materialmente solo)". 
Para los inminentes golpistas argentinos, la guerrilla adquiría influencias de la "corriente chinoísta", la IV Internacional y la URSS, representadas por organizaciones como el PRT-ERP y Montoneros, "las que cualitativa y cuantitativamente ejercen actualmente el liderazgo de la agresión en el país". 
Viola, en un texto que en realidad lleva la pluma de Martínez, suscribe que "en forma permanente, el accionar subversivo se materializa en la más variada gama de hechos que conmueven hasta las más altas estructuras del Estado. Así es como las OPM (Organizaciones Político Militares) cometen a diario asaltos, asesinatos, cuantiosos desarmes a servidores del orden, secuestros de personas, robos, intimidaciones" y "atentados con explosivos".
Y agrega: "A partir del mes de julio, (Montoneros) incrementó notablemente su accionar mediante la utilización de sus denominadas milicias." En una redacción cuidada, sorprende con términos como "insurrecionalismo espontaneísta", y afirma que "siguen sosteniendo (los militantes armados) la necesidad, no negociable ni claudicable, de la formación de un Ejército Popular que sostenga su proyecto socialista de modificación en todas las estructuras políticas-económicas-sociales dentro de la concepción marxista que poseen", y que "...tratarán de desarrollar y preservar sus fuerzas mientras desgastan, desmoralizan y aniquilan nuestras fuerzas".
Al mismo tiempo, el documento establece la manera de organizar las fuentes de información, por medio de un Parte de Inteligencia Semanal elevado por los Comandos de Cuerpo de Ejército "los días miércoles antes de las 12 horas". Y diagrama en sus apéndices Órdenes de Batalla comunicadas oficialmente al resto de las Fuerzas por el entonces general Leopoldo Galtieri.
En el Anexo 3 de la Directiva, dedicada a la supuesta "Acción Sicológica" de ERP y Montoneros sobre la población, el general de Brigada Osvaldo René Azpitarte sostiene que "El factor sico-social se encuentra sensiblemente influenciado, en mayor grado que los demás, por la crisis general que padece el país, que crea un ambiente favorable para la acentuación de las múltiples causas de tensión existentes." Afirma que "la consecuencia inmediata ha sido la aparición de un clima colectivo que sintéticamente se puede expresar en 'signos de descreimiento y de desesperanza alarmantes'", y que "ello incluye, entre otros condicionantes, el temer desbordamientos futuros en caso de brotar una chispa que libere tantas contenidas frustraciones".
El análisis de Azpitarte dice a continuación: "En términos generales, la acción psicológica, para la perspectiva subversiva, es un aspecto clave que interpenetra a los demás, multiplicando y sistematizando la actividad total, desde la simple agitación y la propaganda elemental de siglas y emblemas, hasta los operativos de acción directa de mayor envergadura. Esta simbiosis está claramente definida por el término 'propaganda armada' que, acuñado por la propia guerrilla, indica que las acciones militares son concebidas en función de su resonancia sicológica."
Viola, en el Anexo 4, dedica varias consideraciones a la mano de obra que conformó el aparato genocida. "El Ejército Argentino –sostiene en el apartado "Misión"– ejecutará el apoyo de personal, para lograr que la Fuerza obtenga la máxima eficiencia combativa y alto espíritu de lucha, empeñando la totalidad de sus medios actuales y los que eventualmente se le incrementen, para la realización de las operaciones previstas en la presente Directiva." 
El Punto 6 se dedica al "Mantenimiento de la moral": "Estará materializado mediante la búsqueda y el logro de cohesión y el espíritu de cuerpo en el personal de las unidades (especialmente soldados conscriptos), con la finalidad de evitar y/o minimizar las influencias adversas que fundamentalmente en lo espiritual y afectivo puede generar una situación interna del país que obligue al Ejército a operar fuera de sus cuarteles y contra sectores de la población subversivos." Y el Punto 7 habla del "Servicio Religioso": "La actual situación ambiental exige que todos los niveles de comando realicen orientaciones concretas y precisas que regulen la actividad del capellán y faciliten su tarea para contrarrestar el accionar destructor del enemigo que pretende socavar los fundamentos de nuestra formación espiritual."
"Engaño imitativo". Hay un Anexo de la Directiva, el Nº 10, vinculado al tema "Comunicaciones-Electrónica". Fue elaborado especialmente por el Batallón de Inteligencia 601, y describe no sólo las fuerzas propias, sino además un detalle del funcionamiento del "enemigo subversivo" en lo vinculado a difusión, prensa y propaganda.
El texto habla de las "Capacidades de comunicaciones y guerra electrónica asignadas a las organizaciones subversivas", que eran

básicamente cuatro: "a) Continuar operando sistemas de comunicaciones, en todo momento, con medios suficientes, apoyados por radioaficionados y por personal infiltrado en empresas de comunicaciones y otros organismos, b) Realizar escucha sobre las comunicaciones de las FFAA, FFSS y FFPP, complementadas con interferencia y engaño imitativo, c) Reforzar sus medios con nuevos materiales obtenidos mediante la adquisición en el comercio o entrados ilegalmente al país", y "d) Realizar emisiones clandestinas, en forma encubierta o abierta, en la banda de radiodifusión (radio o televisión) para lanzar proclamas, reunión u órdenes." 
El espionaje sobre blancos civiles era centralizado por organismos creados específicamente para eso. Sobre todo el Sistema de Comunicaciones Fijo del Ejército (SICOFE), el Sistema de Comunicaciones de Campaña del Ejército (SICOCE), el Sistema de Operaciones Electrónicas (SIDOPE), el Sistema de Comunicaciones de Seguridad del Ejército (SICOSEGE) y la Red Radioeléctrica de la Dirección Nacional de Gendarmería. 
El Punto 2, referido a los "Conceptos estratégicos" del trabajo de Inteligencia, vuelve a un objetivo central de la Directiva, mencionado varias veces en el trabajo general: "El apoyo de comunicaciones y de operaciones electrónicas a la ofensiva que ejecutarán propias fuerzas debe contribuir a lograr antes de finalizar el año 1975 una disminución significativa del accionar subversivo, transformándolo en un problema de naturaleza policial antes de finalizar el año 1976, y aniquilar los elementos residuales de las organizaciones subversivas a partir de 1977." 
El Plan del Ejército. Un documento secreto del Plan que diagramó el golpe de Estado, y marcó la línea represiva y de exterminio, recién ahora se conoce en forma completa con la edición del Archivo Nacional de la Memoria. Es el que abre el informe, elaborado semanas antes del 24 de marzo de 1976. "La JCG (Junta de Comandantes Generales) –advierte–, ante el grave deterioro que sufre la Nación, ha resuelto adoptar las previsiones para el caso de tener que destituir al Gobierno Nacional y constituir un Gobierno Militar." Mediante una operación que consistiría en: "La destitución del gobierno en todo el ámbito nacional, asegurando que sus miembros queden a disposición de las futuras autoridades", "Realizar todas las acciones que faciliten la constitución y funcionamiento del nuevo Gobierno Militar", "Asegurar el orden y el funcionamiento del país a partir del día D", y "Sostener y asegurar el cumplimiento de las medidas que adopte el Gobierno Militar". 
Casi desde el comienzo, en el Anexo 2, clasifica al "oponente" con distintos grados de peligrosidad. Entre las organizaciones "Político-Militares" de Prioridad I (oponente activo) se encontraban, entre otras, ERP, Montoneros, la Junta Coordinadora Revolucionaria, Vanguardia Comunista, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, la Unión de Mujeres Argentinas y el Partido Socialista de los Trabajadores. También de Prioridad I eran organizaciones gremiales como la Comisión Nacional Intersindical y la ex CGT de los Argentinos; además de grupos estudiantiles y corrientes religiosas. "El Movimiento de Sacerdotes para el 'Tercer Mundo' es en la práctica –describe el Anexo– la única organización de accionar trascendente en el ámbito de ciertos sectores de nuestra población. De definida prédica socializante, sirve a la postre a la lucha de clases que pregona el marxismo. La representación de este movimiento se materializa casi exclusivamente en los denominados Sacerdotes del Tercer Mundo, quienes en posturas contra el nuevo gobierno serían los particulares responsables."
Es interesante la evaluación que hace el Plan del clima social y político que generaría el golpe de Estado, y el papel de la Unión Cívica Radical, partido que los genocidas intuyen que estará de su lado. Ese "Grado de Participación" se resume en seis puntos que vale la pena transcribir: "a) La gran mayoría de los elementos que integran las organizaciones de Prioridad I muy probablemente mantengan y hasta puedan llegar a incrementar su acostumbrada apoyatura a los medios de lucha armada de la subversión, b) Las organizaciones de Prioridad II –que con posturas públicas reconocen la necesidad de cambio del actual gobierno–, si bien inicialmente podrían no oponerse al golpe militar, a la postre no renunciarían a sus tradicionales inclinaciones radicalizadas, y podrían volcar un esfuerzo parcial en contra del interés de las FFAA, c) Las de Prioridad III en términos generales es probable actúen por vía indirecta en contra del proceso y parcialmente a través de algunos de sus principales dirigentes y/o pequeños sectores, d) De los agrupamientos incluidos en Prioridad IV sólo del Movimiento Justicialista se prevén manifestaciones parciales como consecuencia lógica del cambio. Del resto de los partidos considerados se aprecian como probables únicamente posturas individuales y aisladas o de radicalizadas corrientes de cada uno, e) Los elementos negativos que integran los nucleamientos incluidos en cada Prioridad serán adecuadamente seleccionados y considerados conforme a las previsiones del Anexo 'Detención de personas'", y "f) Otros agrupamientos políticos no incluidos en el presente documento como podrían ser la Unión Cívica Radical y el Partido Federalista es probable no se opongan al proceso y hasta lleguen a apoyarlo por vía del silencio o no participación".
Los "Equipos Especiales" desaparecedores. El mencionado Anexo "Detención de personas" es el 3, y da luz verde para los secuestros de ciudadanos en todo el país, a través de operativos realizados por "Equipos Especiales".
"La operación –explica– consistirá en detener a partir del día D a la hora H a todas aquellas personas que la JCG establezca o apruebe para cada jurisdicción que signifiquen un peligro cierto para el desarrollo de las operaciones militares o sobre las que existen evidencias de que hubieran cometido delito o acciones de gran notoriedad en contra de los intereses de la Nación que deban ser investigados". Y también en "Prever la detención de oponentes potenciales en la medida que estos se manifiesten".
Los camuflados secuestros "estarán a cargo de Equipos Especiales que se integrarán y operarán conforme a cada jurisdicción". Y en cuanto a los blancos elegidos, agrega: "1) Las personas de significativo grado de peligrosidad serán alojadas en Unidades Penitenciarias de jurisdicción, 2) El resto de las personas serán alojadas en dependencias militares y agrupadas según el trato de cada Cte Cpo e II MM estime se le debe dar al detenido", y "3) Para los casos muy especiales y que por sus características resultare necesario su alojamiento en otra jurisdicción, los respectivos Ctes formularán el pertinente requerimiento a la JCG".
Eufemismos para aludir al lugar que ocuparían los Centros Clandestinos de Detención en el mapa del genocidio.  «
Apéndice 1: instrucciones para la detención de personas
Los secuestros durante la dictadura militar estuvieron "reglamentados" mediante una serie de órdenes que el golpe de Estado de 1976 incluyó en el Plan del Ejército, Apéndice 1, Anexo 3. 
"Las listas de personas a detener –afirma–, una vez aprobadas por la JCG, deberán ser ampliadas con la mayor cantidad posible de detalles, tendientes a tener la más absoluta seguridad en la ejecución de la operación."
Los operativos incluían la elaboración de fichas de los detenidos ilegalmente. Con una "recomendación" en el Punto 9 del documento: "El procedimiento para la detención se ajustará a las características y proceder del blanco, evitando excesos que en algunos casos pueden resultar negativos al interés de la Fuerza." 
El Punto 14 se refiere a lo que redundaría en casas desvalijadas de los secuestrados, y robo generalizado de sus pertenencias a cargo de los grupos de tareas. "Cuando la persona a detener esté definida como subversiva o manifieste una actitud violenta contra la Fuerza, su domicilio será minuciosamente registrado, incautándose toda la documentación de interés, armamento y explosivos que pudieran existir."
"A todo personal integrante del Equipo Especial –dice el Punto 18– se le darán claras y precisas  instrucciones sobre empleo de las armas para asegurar la detención de las personas buscadas o anular eficazmente toda resistencia". 
Por último, el Punto 19 confirma la clandestinidad de las operaciones: "Ningún integrante del Equipo está facultado a suministrar información alguna a la prensa vinculada al cumplimiento de esta operación, ello será facultad exclusiva de la JCG".    
Secuestros y asesinatos, pero con la ley en la mano
El Anexo 6 de la Directiva 404 de 1975, firmado por Roberto Viola, invoca una serie de leyes, decretos y códigos que pretendieron dar un marco "jurídico" al genocidio. Como "legislación vigente aplicable" se enumera, entre otros articulados, el decreto 1678/73 de creación de los comandos generales de las Fuerzas Armadas (órganos centralizadores de las operaciones de exterminio); la Ley 12.913 para el armado de zonas de seguridad; el decreto 2584/69 que daba facultades a los comandantes del Ejército y la Armada para ordenar el empleo de Gendarmería Nacional y Prefectura Naval Argentina en el trabajo sucio; la Ley 20.840 (de represión de actividades subversivas); el decreto 2717/75 (prórroga del Estado de Sitio en todo el territorio del país); y dos decretos que apuntaron directamente a aniquilar cuadros del PRT y Montoneros: el Nº 1454 de 1973, y el Nº 2452 de 1975.
Pero el apartado más importante del Anexo es el Nº 4, titulado "Consideraciones". El Punto C, denominado "Relacionadas con civiles" (haciendo referencia a esas consideraciones), establece: "En caso de haber detenidos, deben ser puestos a disposición de la autoridad judicial competente… salvo que, como rige el Estado de Sitio, el PEN (Poder Ejecutivo Nacional) decida que el causante sea puesto a su disposición."
Una puerta abierta a secuestros y desapariciones.

FUENTE. tiempo.infonews.com

Memoria, Iglesia y presente


Por 
 Eduardo Anguita

El impacto inevitable que produjo en la sociedad argentina la elección de Jorge Bergoglio al frente del Vaticano despertó infinidad de adhesiones desde lugares muy diferentes. El ahora papa Francisco fue saludado con entusiasmo por toda la Iglesia Católica, salvo el ultraderechista arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, que se limitó a no ordenar que sonaran las campanas de la Catedral platense el miércoles de la fumata blanca. En el espectro político, desde la izquierda católica hasta los neoliberales, pasando por los distintos sectores del peronismo, Francisco fue bienvenido. Para los que especularon sobre reservas en la conducta del Gobierno, bastó el tono del encuentro con la Presidenta para no dudar de que, el comienzo al menos, es auspicioso. Donde sí se escucharon algunas voces con reservas o críticas fue en las organizaciones de derechos humanos. Tanto Estela de Carlotto, de Abuelas, como Hebe de Bonafini, resaltaron el papel de la jerarquía católica durante la dictadura. Carlotto destacó que Bergoglio “nunca se acercó a los organismos”. En cuanto a lo publicado por Horacio Verbitsky, cabe consignar que además de periodista, Verbitsky preside el Centro de Estudios Legales y Sociales, fundado por Emilio Mignone, quien buscó incansablemente a su hija Mónica Candelaria, detenida desaparecida. Mignone, de raíces católicas, fue un crítico inclaudicable de la complicidad de la jerarquía católica durante los años de terrorismo de Estado. Lo dejó registrado en Iglesia y Dictadura, un libro indispensable para entender que la dictadura no fue sólo militar, ni sólo cívico-militar, sino que fue cívico-empresarial-judicial-clerical- militar. Es cierto que Verbitsky –esta vez, para muchos kirchneristas al menos– quedó como un fiscal que señaló al Papa de un modo inconveniente. Las críticas fueron por inoportunidad y por reflotar que Bergoglio, estando al frente de la Orden de los Jesuitas, habría estado implicado en el secuestro de dos sacerdotes. Uno de ellos (Orlando Yorio) murió en agosto de 2000, el otro (Francisco Jalics), que vive en una casa de los Jesuitas en Alemania, eximió al Papa de cualquier responsabilidad en su secuestro. Para algunos, a Verbitsky “le pusieron la tapa”; para muchos otros, se cierra apenas un pequeñísimo capítulo de muchísimos otros que tuvieron a los máximos obispos y cardenales católicos así como al nuncio apostólico (el emisario del Papa) como partícipes de una vasta operación que permitía a los militares torturar y matar sin culpa, de brindar a muchos jueces el suficiente apoyo moral por no investigar nunca un solo hecho denunciado y que permitía al empresariado darle una pátina de legitimidad para negocios de una inmoralidad completa.
Esta edición de Miradas al Sur coincide con el 37º aniversario del golpe de Estado de 1976 y a 11 días de la elección del Papa. En este breve lapso no son pocas las señales enviadas por el Papa que permitirían augurar una mayor distancia y por qué no una condena –al menos ética– a aquella estrategia de aniquilamiento de una porción de la sociedad argentina, aquella porción que, por distintos medios revolucionarios, intentó modificar la estructura económico social de un país sometido a sucesivas interrupciones constitucionales para mantener una serie de privilegios.
Una de esas señales sería la posible beatificación de Carlos Murias, un sacerdote militante que trabajaba con el obispo Enrique Angelelli en El Chamical, La Rioja, y que fue secuestrado, torturado y asesinado el 18 de julio de 1976. Pocos días después, el 4 de agosto, simulando un accidente, la dictadura se cobraba la vida de Angelelli. Entre los principales referentes de la dictadura, Angelelli era “el obispo rojo”. Angelelli fue asesinado cuando viajaba con otra persona hacia Buenos Aires para plantearle a la jerarquía la tremenda situación. Tal era la impunidad que pocos días antes Angelelli fue a ver al jefe del Tercer Cuerpo de Ejército y gobernador de facto de Córdoba (Luciano Benjamín Menéndez, recientemente condenado por estos crímenes), quien directamente amenazó al obispo de La Rioja.
El viaje a Buenos Aires era para toparse con la indiferencia absoluta de quienes regían los destinos de la Iglesia, los cardenales Juan Carlos Aramburu (cardenal primado de la Argentina y arzobispo de Buenos Aires) y Raúl Primatesta, quien estaba al frente de la Conferencia Episcopal. El periódico oficial del Vaticano, L’Osservatore Romano, tituló “Extraño accidente”. El nuncio Pio Laghi lo decía sin vueltas: “Angelelli es un extremista de la Teología de la Liberación”.
Pocos días antes de que se cumplieran diez años del asesinato impune de Angelelli (en pleno gobierno de Raúl Alfonsín y antes de los levantamientos de Semana Santa), este cronista fue productor de un programa especial realizado por Mona Moncalvillo (en el ciclo A Fondo) que convocó a varios legisladores, tanto radicales como peronistas, para dar cuenta de cómo había sido el crimen. Habíamos contado con el testimonio reservado del sobreviviente (que oficiaba de chofer, el sacerdote Arturo Pinto) y de los abogados de la familia de Angelelli, que por esos días iniciaban una querella judicial. El juez riojano Aldo Morales daba un fallo ejemplar (en el expediente quedó escrito que se trataba de un homicidio premeditado), pero la causa era sustraída por la Corte Suprema y enviada a la Cámara Federal de Córdoba para su silencio completo.
El día que se grabó A Fondo, en los estudios de la avenida Figueroa Alcorta se cortaba el aire con gillette. Un funcionario radical, que presumía de progresista (el contador Daniel Sario), le comunicó a quien escribe estas líneas que no se daría al aire el programa “por razones de Estado”. Al rato, Moncalvillo fue citada al despacho de Sario y los entrevistados no se retiraban del estudio hasta que no terminara ese violento atropello que se saldó con la censura parcial del programa. A la noche, este cronista recibió el llamado de un conocido que trabajaba en la SIDE de Facundo Suárez para advertirle: “No seas boludo que te grabaron una conversación con Verbitsky”; como si se tratara de dos demonios que hablaban para conspirar contra el gobierno democrático. La realidad era que los cardenales Aramburu y Primatesta contaron con los oficios de los entonces ministros de Justicia e Interior, Raúl Alconada Aramburu y Antonio Tróccoli, respectivamente.
En la Argentina había soplado un aire fresco cuando el 9 de diciembre del año anterior se conocía el fallo del histórico Juicio a las Juntas por parte del pleno de la Cámara Federal porteña. Pero la reacción estaba en marcha: el envío de la causa de Angelelli a la Cámara Federal de Córdoba era un antecedente de Semana Santa. Hay que recordar: antes de Campo de Mayo, el primer levantamiento fue en el regimiento de paracaidistas de Córdoba y fue porque Ernesto “Nabo” Barreiro –oficial de Inteligencia y jefe de torturadores del campo de concentración La Perla– se acuartelaba para no ir a declarar. La causa Angelelli dejaba en descubierto la participación activa de la jerarquía católica.
Cuando se cumplieron 30 años del asesinato de Angelelli, estando al frente de la Conferencia Episcopal, Bergoglio se trasladó hasta la sencilla catedral de La Rioja y dio una misa. No mencionó la responsabilidad de la dictadura ni lo calificó como un crimen. Dijo que Angelelli había “removido piedras que cayeron sobre él por proclamar el Evangelio”. Dijo además: “La sangre de los mártires es la semilla de la Iglesia”. Angelelli, entre otras cosas, fue el arquitecto de una reforma agraria en esa provincia que permitió expropiar tierras y entregarlas a familias campesinas. (Ver entrevista a Delfor Brizuela.)
¿Qué es la memoria? Escribir la historia es, quizás, una aproximación al pasado. El historiador y diputado Mario Oporto suele recordar una frase del francés Fernand Braudel, uno de los pensadores que revolucionaron la historiografía: “Para los historiadores no es tan importante saber si Jesucristo existió. Lo importante es entender por qué hay millones de personas que creen en Cristo”. El cruce entre hechos, documentos, relatos, mitos y creencias permite construir el pasado. O, mejor dicho, aproximaciones, perspectivas, de lo que sucedió tiempo atrás. Innumerables veces, los relatos de testigos presentes sirven de base a versiones que nada tienen que ver con los hechos que vivieron otros testigos. Pero el gran problema es que el prisma con el que mira cada protagonista se ve luego tamizado y asimilado a versiones rituales, dogmáticas o a las “razones de Estado” que asimilan datos aislados a las visiones de los sectores que tienen poder suficiente como para darle a un relato el carácter de historia consagrada.
El sobreviviente del Holocausto, Jack Fuchs, en un artículo publicado en 2005 y titulado “Auschwitz nunca fue liberado”, dice: “Hace 60 años que la historiografía y casi toda la entera totalidad de la literatura que se ocupó de pensar el campo de concentración como objeto viene diciendo que Auschwitz, el 27 de enero de 1945, fue liberado. Yo mismo usé esa terminología. Pero liberar supone una acción voluntaria, una decisión política, militar, una forma de intervención concreta. Y no ocurrió eso en Auschwitz, que del ’41 al ’45 fue ignorado por los Aliados. Los campeones de la libertad, de la democracia y del progreso humano, los líderes del antinazismo, estaban ocupados en ganar la guerra. De conquistar hegemonía política, económica y militar en ese escenario europeo devastado por la misma lógica de la guerra”.
La Argentina reciente fue muy fructífera en la reivindicación de Memoria, Verdad y Justicia. Sin embargo, cuando se trata de definir fechas rituales para recordar, no casualmente quedó como fecha el día del golpe de Estado y no una fecha que reivindique a los protagonistas de las luchas que precedieron al fragote, ni siquiera una fecha que reivindique a los inicios de la resistencia. El 24 de marzo pone sobre el tapete a los genocidas, a lo que quedó grabado como frase del Juicio a las Juntas, cuando el fiscal Julio Strassera gritó ¡Nunca más! Pero en ese juicio, las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo, iniciadoras de la epopeya por los derechos humanos, estaban en la Plaza Lavalle, fuera del recinto, desplazadas por el alfonsinismo y los custodios de las grandes alianzas de poder que llevaron al país a su peor tragedia. Incluso, los testigos de ese juicio y de otros tantos son tomados como sobrevivientes y no como militantes de organizaciones revolucionarias o sindicales combativas. Nunca nadie quiso aceptar que el mito de las agendas era una manera de igualar por abajo lo que merece un debate político profundo: la militancia de entonces no entregaba la vida sino que peleaba en grupos, organizaciones y partidos que levantaban programas de transformación revolucionaria. Ese núcleo –quizá minoritario, seguramente resistido por muchos, hasta repudiado en la derrota por muchos de los que formaron filas– se forjó en la idea de una segunda independencia, tomó las ideas de Evita, siguió en muchos casos al Perón que le partió el espinazo al dictador Lanusse, creía en el Che Guevara y la Patria Grande latinomericana, se organizaba y peleaba contra la dirigencia sindical burocrática. Ese núcleo, o parte sustantiva, tomó el camino de la resistencia armada. En reuniones de viejos cuadros de lucha, en publicaciones académicas o militantes, aparecen balances parciales de aquellas experiencias. Quizá por evitar abrir heridas, nadie grita que ese intento fracasó, fue derrotado. Ese intento no tiene suficientes padrinos como para que el presente permita mostrar al cura Carlos Murias como un militante de la reforma agraria o para que se busque una fecha con suficiente consenso como para reemplazar el 24 de marzo, que deja en el anonimato a los sujetos políticos y sociales que desafiaron al bloque de poder dominante.
Pero aquellas prácticas de lucha, aquellas ideas de cambio, sobreviven en cientos de organizaciones populares, en cientos de espacios “de memoria”. Y se articulan, especialmente, en las plazas de todo el país los 24 de marzo. El dato destacado de los dos últimos años es la presencia de jóvenes –la mayoría, organizados– nacidos entre fines de los ochenta y mediados de los noventa, que dan cuenta de una práctica política actual pero que busca identidad, puntos en común, con aquellos militantes de los setenta. No sólo por haber sido víctimas sino por la pelea por el cambio. Ese diálogo con el pasado no es, ni de lejos, literal. Aquello fue resistencia desde la clandestinidad o el llano. Ahora, estos jóvenes, en una porción importante, se sienten involucrados con el cambio iniciado en mayo de 2003. Quizá no discuten sobre reforma impositiva o el rol del Estado en las empresas públicas. Sin embargo, si hay un sentido de compromiso popular, esos debates –y muchos otros– deberán abrirse paso. De lo contrario, estas experiencias correrían el riesgo de no tener un hilo conductor con la identidad popular del cambio. Es más, se corre el riesgo de que quede en duda si aquella experiencia, que tanta sangre costó, tiene un arraigo actual como para avanzar en la transformación de la estructura de poder dominante.

Papa Francisco: Lanata dijo que Verbitsky colaboró con la Dictadura



En una columna en Clarín, Jorge Lanata volvió a vincular al titular del Cels con jefes de la Fuerza Aérea durante la dictadura. “Es curioso que pudo quedarse en el país cuando a Walsh lo mataron”, dijo. 
La designación del cardenal Jorge Bergoglio como el papa Francisco despertó viejos rencores entre dos de los más encumbrados periodistas. Luego de que Horacio Verbitsky insistiera con la responsabilidad del Papa en el secuestro de dos sacerdotes, Jorge Lanata contraatacó al señalar que el titular del Cels colaboró con la última dictadura. 

Después del nombramiento de Bergoglio, en sus columnas en Página/12, Verbitsky reactivó las denuncias contra el Papa por haber entregado en 1976 a los jesuitas Orlando Yorio y Francisco Jalics. Este último, en su retiro en Alemania, negó esas acusaciones pero la familia de Yorio (ya fallecido) insiste en culpar a Bergoglio. El caso completo es tratado por Verbitsky en el libro “El Silencio”.

Este sábado, Lanata arremetió contra el titular del Cels. En su columna llamada “Caza de Brujas”, además de criticar el cambio de postura del kirchnerismo sobre el Papa, el periodista del Grupo Clarín recordó que Verbitsky ingresó a la revista “Confirmado”en agosto de 1965 y al año ya figuraba como jefe de Redacción. Lanata señala que la revista comandada por Jacobo Timerman ayudó a derribar al presidente Arturo Illia.

Lanata también pone el acento en el rol de Verbitsky en Montoneros y se pregunta cómo siendo el número 2 de Inteligencia de la organización detrás de Rodolfo Walsh (dos afirmaciones ampliamente cuestionadas por historiadores), el periodista pudo permanecer en el país.

Más aún. Lanata recordó que, según Pedro Güiraldes, hijo del comodoro Juan José Güiraldes, Verbitsky colaboró “en el libro ‘El poder aéreo de los argentinos’, y también en la corrección de discursos del jefe de la Fuerza e integrante de la Junta Militar”.

“La participación de Verbitsky en el libro es pública, y el libro puede consultarse al día de hoy en la Biblioteca del Círculo Aeronáutico. Está editado el 31 de mayo de 1979, y allí dice el Comodoro: ‘Este libro no hubiera podido llegar a las prensas de no haber recibido permanente aliento y la eficaz colaboración de Horacio Verbitsky’. Está editado por la Dirección de Publicaciones de la Fuerza Aérea, recalcó Lanata.

Verbistky se había defendio de las acusaciones en una nota de Página/ 12 de 2009. Allí señalaba que no había colaborado con la edición del libro.

Verbitsky entonces aportó un facsímil de una carta que el comodoro Güiraldes le envió al diario Ámbito Financiero desmintiendo la colaboración del periodista en el mencionado libro.

La historia secreta detrás del arribo de Bielsa a Aeropuertos



La designación del ex canciller Rafael Bielsa como nuevo presidente de Aeropuertos 2000, esconde una apasionante historia de intrigas políticas y empresarias. El rol de Cristina y la hábil jugada de Eurnekian. 
La historia secreta detrás del arribo de Bielsa a Aeropuertos
Rafael Bielsa es el nuevo presidente de Aeropuertos 2000, la compañía de Eduardo Eurnekian que administra la mayoría de los aeropuertos del país. Esa es la noticia corporativa, casi burocrática, que hoy se confirmó en el mercado.

Pero detrás de esas informaciones telegráficas, cuando se trata de grandes compañías, siempre hay una historia de poder. En este caso el arribo nada menos que de un funcionario kirchnerista a la compañía se desencadenó luego que la propia presidenta Cristina Kirchner, dejara trascender su profundo malestar con el antecesor de Bielsa.

Es que en una jugada que vista la distancia se confirma poco afortunada, luego de la salida de Ernesto Gutiérrez de la presidencia de Aeropuertos 2000, se decidió que su reemplazante sea el abogado Máximo Bomchil.

Bomchil es un muy competitivo profesional, respetado en el mercado, pero que arrastra un costado indigerible para el kirchnerismo: Su estudio (MMB Abogados) es el principal litigante contra la Argentina en los juicios que compañías multinacionales entablaron contra el país en el CIADI por miles de millones de dólares.

El CIADI es el cuestionado tribunal arbitral del Banco Mundial a cuya jurisdicción se sometió el país en los 90 para atraer capitales internacionales a las privatizaciones, decisión que el kirchnerismo resignificó como una entrega de soberanía.

Cristina enfureció cuando se enteró que Bomchil era el reemplazante de Gutiérrez, que había logrado forjar una sólida amistad con Néstor Kirchner y por esas cosas que sólo el kirchnerismo entiende, cuando el ex presidente falleció, perdió el afecto del poder.

Esta bronca se agravó cuando en el gobierno se enteraron que el segundo de Bomchil en su estudio es nada menos que Marcelo Bombau, el abogado y empresario que saltó a la fama por ser el presidente de Torneos y Competencias que resistió el pase de los derechos de televisación del fútbol de esa compañía controlada por el grupo Clarín a lo que hoy es la estatal Fútbol para Todos.

Un coctel demasiado indigesto para la tolerancia kirchnerista, que se empezó a expresar en posturas cada vez más agresivas de la Casa Rosada hacia la compañía –por ejemplo la designación de directores de La Cámpora en representación del Estado- y en rumores de una futura estatización.

Pero cuando la compañía parecía encaminarse a un conflicto político, una vez más Eurnekian demostró su conocida cintura política e hizo un gambito que descolocó a propios y extraños: Le propuso la presidencia de la compañía a Rafael Bielsa, que venía cansado de la gestión en la devaluada Secretaría de Lucha contra el Narcotráfico y Prevención de las Adicciones, un cargo creado en los noventa en pleno alineamiento con Estados Unidos y su estrategia de apelar a la “guerra” contra el narcotráfico para meterse en la región.

Bielsa es, ademas de un respetado abogado, un militante setentista que con su sola presencia neutraliza cualquier objeción camporista.

Eurnekian tuvo además la delicadeza de concretar el cambio justo antes de una cita clave: La inauguración de la nueva Terminal B de Ezeiza, a la que ahora acaso Cristina decida sumarse con más entusiasmo ya que si lo hace cortará las cintas junto a un viejo amigo. 

Solá pidió un PJ unido para vencer a los K


“Si los peronistas nos ponemos de acuerdo y vamos juntos, en octubre le ganamos al kirchnerismo”, sostuvo el ex Gobernador bonaerense. Las declaraciones fueron luego de un encuentro de dirigentes en San Pedro
El ex gobernador bonaerense, Felipe Solá, había dejado atrás, luego de la muerte de Néstor Kirchner, su rol de opositor duro. Ahora, volvió a la carga y habló de un gran armado peronista para vencer al kirchnerismo.

El jefe del bloque de diputados nacionales Unión Peronista, Felipe Solá, llamó a los peronistas que no se encuentran encolumnados al oficialismo a "ponerse de acuerdo" para conformar una alternativa para las elecciones de octubre y aseguró que si "vamos juntos, le ganamos al kirchnerismo".

El legislador consideró, en San Pedro, que la conformación de esta alianza es la "única manera de vencer" en octubre al kirchnerismo y no descartó la posibilidad de que la lista la encabece el intendente de Tigre, Sergio Massa. "Si los peronistas nos ponemos de acuerdo y vamos juntos, en octubre le ganamos al kirchnerismo", sostuvo el ex gobernador bonaerense.

El legislador, según un comunicado, llamó a formalizar un acuerdo entre las corrientes del peronismo bonaerense no alineadas al gobierno y que "están disconformes con la forma de gobernar del kirchnerismo".

En este sentido, vaticinó que "si vamos juntos en octubre le ganamos al kirchnerismo". Solá realizó estas declaraciones durante una visita a la ciudad de San Pedro, donde se reunió con dirigentes y militantes del norte de la provincia.

"Si hay diferencias las podemos dirimir en las internas abiertas y simultáneas de agosto, pero es necesario reafirmar que la única manera de vencer en octubre al kirchnerismo es ofrecer a la gente una alternativa de unidad y de esperanza desde el peronismo", concluyó.

En tanto, no descartó que el intendente de Tigre encabece esa lista de unidad y al ser consultado sobre esa posibilidad, dijo: "Soy amigo de Sergio, hablo mucho con Massa, pero no hablo por Massa".