viernes, 20 de septiembre de 2013

“En la jaula del tigre había un gorila”


El jefe de Gabinete de la Provincia, Alberto Pérez, encabezó la presentación del libro “La Batalla Peronista”, junto a su autor, Gustavo Jack Nahmías. Allí criticó veladamente al líder del Frente Renovador, Sergio Massa. 
“En la jaula del tigre había un gorila”
Alberto Pérez.
En las instalaciones del Instituto de Altos Estudios Juan Perón de la Capital Federal, el Jefe de Gabinete de la Provincia, Alberto Pérez presentó el libro “La Batalla Peronista”, junto a su autor, Gustavo Jack Nahmías, acompañados por el Presidente del Instituto, Eduardo Valdes; el Presidente de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe, Gustavo Carvajal Moreno y el dirigente Francisco Cafiero.

El libro analiza el conflicto ideológico y político que sobrevino al regreso definitivo de Juan Domingo Perón a la Argentina, tras la victoria del peronismo en las elecciones del 23 de septiembre de 1973.

En este marco, Alberto Pérez destacó que “al peronismo hay que discutirlo para adentro, debe ser analizado día a día. Formamos parte de un movimiento que siempre discutió y se sentó a hablar con todas las voces. Esto no va dirigido a nadie en especial, sin embargo, el otro día en una recorrida por la primera sección electoral, fuimos a Temaiken y en la jaula del tigre, nos encontramos con un gorila“.

“La enseñanza que nos deja esta época, y el abrazo entre Perón y su histórico adversario en la democracia Ricardo Balbín, es que no hay que ver al que piensa distinto como un enemigo. Esa es la concepción peronista que tenemos en el gobierno de Daniel Scioli: hay que acordar, consensuar, buscar el diálogo; porque el otro también quiere lo mejor para la Provincia y para la Argentina aunque piense distinto.”, dijo Alberto Pérez.

El autor del libro, Jack Nahmías, explicó que “el libro expone el proceso político que hubo entre el gobierno de Lanusse hasta el periodo del regreso definitivo del general Juan Domingo Perón, las disputas internas de esos años y qué llevó a Perón a tomar una posición definida en su discurso del 21 de junio”.

El presidente del Instituto de Altos Estudios Juan Perón, Eduardo Valdés sostuvo que el peronismo “vivió con mucha alegría la vuelta de Perón, y vive con entusiasmo el presente. Es un movimiento que permanentemente exige ser problematizado y reflexionado y al que le veo mucho futuro”.

Finalmente, el referente latinoamericano de la Confederación de Partidos Políticos, el mexicano Gustavo Carvajal Moreno, definió a Perón como “un líder transcendente, para toda la región” que mantiene vigente su legado y que “fue y será un ejemplo a seguir por los gobiernos latinoamericanos”.

La mesa de disertantes se completó con el Subsecretario de Relaciones con la Comunidad de la Jefatura de Gabinete provincial, Carlos Gianella; el Subsecretario de Políticas Sociales del Ministerio de Desarrollo Social, Santiago Cafiero; y el Subsecretario de Gestión y Articulación Institucional de la Secretaría de Espacio Público, Francisco Cafiero.
 

Diputados del FpV: apariencias


Unidos por el espanto del avance massista, los legisladores oficialistas se muestran hermanados en el bloque, pero esconden las internas subterráneas y los planes de cambio de mando
“Es una hermosa convivencia”, dice, con ironía, un diputado oficialista. Se refiere al clima que hoy viven los bloques del FpV, donde el massismo, con su ambulancia, de-jó al descubierto la fragilidad del grupo.

“Hace tiempo que de los temas reales no se habla, se teme abrir la caja de Pandora”, señala otro parlamentario kirchnerista.

En la última reunión de bloque los diputados oficialistas tuvieron algunos cortocircuitos, pero ningún chispazo encendió la mecha, que todavía está latente. 

No existe, hasta el momento, el temor a inmediatos traslados, ya que los 37 integrantes que siguen en la banca oficial responden a un jefe directo.

Conviven los que reportan al ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo; los que revisten para el Gobernador, Daniel Scioli; los representantes del Movimiento Evita; los que responden a intendentes y los jóvenes de La Cámpora.

Ninguno de estos diputados se maneja de forma independiente, por lo que una mudanza resulta improbable antes de octubre, ya que hablaría en todo caso de un cambio radical en el armado kirchnerista. Existen además algunas alianzas que se siguen conservando y, en medio de tanto movimiento, se han consolidado.

Tal es el caso de los randazzistas y los sciolistas, que se guardan “respeto” y se autoelogian no haber caído en confrontaciones mediáticas. No sucede igual con el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, quien cuenta con un diputado propio, Darío Golía, a quien resisten ambos sectores. 

Otra de las figuras menos queridas es el vicepresidente del cuerpo, José Ottavis, al que cuestionan por excederse en su “cristinismo” y poner en tela de juicio las jugadas territoriales de sus compañeros de bancada.

De todas maneras, hace tiempo que Ottavis no representa a todo el grupo camporista. La Legislatura no escapa a la interna que vive la joven agrupación, con el ascenso (hoy más cierto que nunca) de los dirigentes Wado de Pedro y Andrés “Cuervo” Larroque.

A los camporistas de la Provincia se les cuestiona sostener un perfil muy bajo en cuanto a la competencia con Sergio Massa.

El recambio de autoridades, con la posibilidad de que el Frente Renovador obtenga un bloque que supere las veinte voluntades, provoca en lo inmediato la bajada a territorio de legisladores oficialistas que tiempo atrás casi ni se conocían, pero que hoy deben defender la sección tomados de la mano.

No hay temor a perder la presidencia, ya que calculan un futuro grupo de 43 bancas, pero sí miran con atención las rencillas internas, donde comienza a cobrar forma la pelea futura por la gobernación de la Provincia.