Si ello implica sacrificar su programa gubernamental, el candidato presidencial por la UCR aseguró que prefiere mantenerse al margen de las alianzas con otros partidos. E insistió en que "cualquier tipo de conversaciones que tengamos, va a estar orientada al programa" del radicalismo
Crédito foto: NA
"Si queremos ganar las elecciones -reafirmó el hijo del ex presidente Raúl Alfonsín- es para hacer lo que nosotros creemos que hay que hacer en el país". Y aclaró: "cualquier tipo de conversaciones que tengamos, va a estar orientada al programa" de la UCR.
Al respecto, Alfonsín seguró que "no voy a alentar ningún acuerdo que permita ganar las elecciones a cambio de que tenga que sacrificar programas" de gobierno.
En tal sentido, sostuvo que "la garantía de ese programa (progresista) somos el radicalismo, el socialismo y el GEN".
En declaraciones televisivas, el candidato presidencial se refirió a la posibilidad, que trascendió en los últimos días, de celebrar un acuerdo en la provincia de Buenos Aires con el centroderechista Francisco De Narváez.
Sobre ese punto, se quejó de que haya trascendido declaraciones a través de medios de prensa "sobre cuestiones que deben discutirse primero en los partidos, y luego hacerlas públicas".
Calificó de "apresuradas" esas afirmaciones respecto de la provincia de Buenos Aires, y pidió a quienes la realizaron "que revisen esa posición".
No obstante, Alfonsín aclaró: "vamos a seguir avanzando en las negociaciones y vamos a encontrar la manera de seguir trabajando juntos para 2011, y después de 2011".
Asimismo, negó que Roberto Lavagna vaya a acompañarlo en una fórmula presidencial, al considerar que "no creo que esa sea la aspiración" del ex ministro de Economía, aunque admitió que lo consultaría "muy seguido" de llegar a la Casa Rosada.
Sobre las últimas encuestas, dijo no creer en las que otorgan una amplia ventaja a la presidente Cristina Kirchner: "son lo más parecido al Indec", disparó.
Reiteró en tal sentido que "hay escenario de segunda vuelta" y, según dijo, su partido está "a 10 o 12 puntos" de la jefe del Estado.
En otro orden, Alfonsín se refirió al discurso del jueves en José C. Paz de la mandataria, quien cuestionó la "extorsión" de algunos gremios.
"Me cuesta creer que recién se dieron cuenta de lo que significa un modelo de representación sindical que hay que modificar enla Argentina", enfatizó Alfonsín.
En su opinión, la sindical "quizás es una de las instituciones que tienen que democratizarse más, desde 1983" y agregó que "al a Presidente le resulta cuestionable cuando desde la organización sindical se disputa poder hacia adentro. Ahora, cuanto el ataque es hacia otra fuerza política, le parece muy bien".
Según dijo, "debemos discutir si es justo, si no es normal, si no es patológica que en Argentina tengamos una central única que opere como brazo gremial del Partido Justicialista".
"Si tienen una central única, que sea plural, no al servicio de ningún partido ni de ningún gobierno", reclamó.
En opinión del diputado radical, "el gobierno ha aceptado esta situación. Ahora parece que (la Presidenta) empieza a preocuparse, esperemos que sea sincera, y que no esté relacionado con el calendario electoral. Si está dispuesta, la vamos a acompañar", lanzó el desafío.
También dijo que, de llegar al Gobierno, promoverá una ley para democratizar los sindicatos, como lo intentó sin éxito si padre, en los comienzos de su mandato.
Al referirse al problema de la inflación, aclaró que "no hay necesidad de enfriar la economía para bajarla", y puso como ejemplo el modelo chileno en la transición democrática, que bajó el índice de precios de28 a8 por ciento, creciendo también al 8 por ciento anual.
En tal sentido, advirtió que "lo que nos está pasando con Brasil (por la disputa por las trabas comerciales) es producto de la inflación, porque el dólar se ha venido apreciando y cada vez importamos más y exportamos menos".
"Tuvimos que cerrar las exportaciones de Brasil, ¿y qué creían, que Brasil no iba a reaccionar? Esto es de una improvisación absoluta", consideró.
Al respecto, Alfonsín seguró que "no voy a alentar ningún acuerdo que permita ganar las elecciones a cambio de que tenga que sacrificar programas" de gobierno.
En tal sentido, sostuvo que "la garantía de ese programa (progresista) somos el radicalismo, el socialismo y el GEN".
En declaraciones televisivas, el candidato presidencial se refirió a la posibilidad, que trascendió en los últimos días, de celebrar un acuerdo en la provincia de Buenos Aires con el centroderechista Francisco De Narváez.
Sobre ese punto, se quejó de que haya trascendido declaraciones a través de medios de prensa "sobre cuestiones que deben discutirse primero en los partidos, y luego hacerlas públicas".
Calificó de "apresuradas" esas afirmaciones respecto de la provincia de Buenos Aires, y pidió a quienes la realizaron "que revisen esa posición".
No obstante, Alfonsín aclaró: "vamos a seguir avanzando en las negociaciones y vamos a encontrar la manera de seguir trabajando juntos para 2011, y después de 2011".
Asimismo, negó que Roberto Lavagna vaya a acompañarlo en una fórmula presidencial, al considerar que "no creo que esa sea la aspiración" del ex ministro de Economía, aunque admitió que lo consultaría "muy seguido" de llegar a la Casa Rosada.
Sobre las últimas encuestas, dijo no creer en las que otorgan una amplia ventaja a la presidente Cristina Kirchner: "son lo más parecido al Indec", disparó.
Reiteró en tal sentido que "hay escenario de segunda vuelta" y, según dijo, su partido está "a 10 o 12 puntos" de la jefe del Estado.
En otro orden, Alfonsín se refirió al discurso del jueves en José C. Paz de la mandataria, quien cuestionó la "extorsión" de algunos gremios.
"Me cuesta creer que recién se dieron cuenta de lo que significa un modelo de representación sindical que hay que modificar enla Argentina", enfatizó Alfonsín.
En su opinión, la sindical "quizás es una de las instituciones que tienen que democratizarse más, desde 1983" y agregó que "al a Presidente le resulta cuestionable cuando desde la organización sindical se disputa poder hacia adentro. Ahora, cuanto el ataque es hacia otra fuerza política, le parece muy bien".
Según dijo, "debemos discutir si es justo, si no es normal, si no es patológica que en Argentina tengamos una central única que opere como brazo gremial del Partido Justicialista".
"Si tienen una central única, que sea plural, no al servicio de ningún partido ni de ningún gobierno", reclamó.
En opinión del diputado radical, "el gobierno ha aceptado esta situación. Ahora parece que (la Presidenta) empieza a preocuparse, esperemos que sea sincera, y que no esté relacionado con el calendario electoral. Si está dispuesta, la vamos a acompañar", lanzó el desafío.
También dijo que, de llegar al Gobierno, promoverá una ley para democratizar los sindicatos, como lo intentó sin éxito si padre, en los comienzos de su mandato.
Al referirse al problema de la inflación, aclaró que "no hay necesidad de enfriar la economía para bajarla", y puso como ejemplo el modelo chileno en la transición democrática, que bajó el índice de precios de28 a8 por ciento, creciendo también al 8 por ciento anual.
En tal sentido, advirtió que "lo que nos está pasando con Brasil (por la disputa por las trabas comerciales) es producto de la inflación, porque el dólar se ha venido apreciando y cada vez importamos más y exportamos menos".
"Tuvimos que cerrar las exportaciones de Brasil, ¿y qué creían, que Brasil no iba a reaccionar? Esto es de una improvisación absoluta", consideró.
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