martes, 9 de agosto de 2011

Murió el represor Corres

Era teniente coronel del V Cuerpo de Ejército, donde fue torturador en el
campo de concentración “La Escuelita”. Murió ayer de un cáncer de estómago
, mientras el tribunal buscaba la forma de poder seguir juzgándolo en Bahía
Blanca.


El represor Julián “El Laucha” Corres, uno de los procesados e imputados en la
megacausa del V Cuerpo de Ejército por el accionar represivo durante la última
dictadura militar, murió ayer a causa de un cáncer de estómago.
Corres tenía el rango de teniente coronel y era el “jefe de guardias” en el centro
clandestino de detención “la Escuelita”, que funcionaba en las afueras de Bahía
Blanca, bajo el control operacional del V Cuerpo de Ejército. Desde ese rol, Corres
era el principal torturador, administrador discrecional de las sesiones de picana
eléctrica a los prisioneros de ese lugar.
Eduardo Hidalgo, ex detenido-desaparecido, definió las acciones del represor
fallecido ayer: “Su apodo solo servía para esconder su saña, su perversidad, su
cobardía. Porque ese fue el rasgo central de su condición de usurpador de los
cuerpos inermes de otros a los que torturaba. Laucha era aquel joven casi débil
que en la universidad se hacía el enamorado de chicas estudiantes para recolectar
información y poder después secuestrar, torturar, desaparecer o asesinar”. Recordó
: “Su mano disparó, junto a otros, a los cuerpos de mi hermano, mi cuñada y el
bebé que habitaba su pancita, en un enfrentamiento fraguado, asesinándolos. Él,
seguramente, y aunque no lo vi a la cara, fue de los que me torturaron a los gritos
como fieras. Seguramente fue él quien me decía “te vamos a traer a tu hijo para
darle maquina como a vos”. Fue él, seguramente, quien con el resto, fingieron mi
fusilamiento para luego reírse e insultarme hasta el hartazgo. Él, seguramente,
fue quien con un cuchillo antes de subirme al Unimog del Ejército para llevarme
a la Unidad 4 de Villa Floresta, me dijo “cuando salgas no importa cuánto tiempo
pase vamos a estar acá esperándote”.
La primera misión de Corres fue infiltrarse entre los estudiantes de la Universidad
Nacional del Sur. Ahora, en uno de los ámbitos de esa casa de altos estudios, se
lleva adelante el juicio que investiga los delitos de lesa humanidad cometidos bajo
la jurisdicción del V Cuerpo de Ejército. Corres era uno de los principales acusados,
y se encontraba fuera del tribunal por su agravado estado de salud.
Mientras se buscaba la manera de que respondiera al juicio por videoconferencia,
el Laucha murió impune.

Fuentes: labrujula24.com

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