El Gobernador regresa tras su viaje a Francia y deberá resolver un tema que dejó, caliente, antes de subir al avión que lo llevó al viejo continente: su postura respecto a Hugo Moyano. Hermetismo del oficialismo provincial respecto a la próxima jugada del mandatario
Daniel Scioli activó la bomba y, luego, viajó a Francia. La idea de Scioli de generar un acercamiento con el líder de la Confederación General del Trabajo tuvo respuesta inmediata por parte de Casa Rosada, con un fulminante rechazo. Habrá que ver, entonces, como se mueve hoy el Gobernador, quien decidió inmiscuirse en una pelea que no parece tener retorno.
Antes de viajar a Francia, ya embarcado en su avión, Daniel Scioli levantó el tuvo y llamó a su Jefe de Gabinete, Alberto Pérez, quien cumplía órdenes de reunirse con el titular de la Central Obrera.
El Gobernador habló directo, sin intermediarios, con Hugo Moyano y le planteó su intención de que revea la renuncia a los cargos partidarios del Partido Justicialista.
Scioli es, por estas horas, deberá definir que acción toma después que las relaciones entre oficialismo y gremialistas se tensara por el conflicto con Camuzzi y las declaraciones de Hugo Moyano en Santa Fe.
Desde el Gobieno nacional ya le respondieron: “el que renuncia debe irse” dijo Florencio Randazzo, ministro del Interior. Por su parte, voceros de Moyano dijeron que el sindicalista no va a dar marcha atrás con su renuncia. Scioli, con las cartas de cada uno en la mesa, deberá definir que es lo que hace.
Mientras tanto, el Gobernador deberá tomar una decisión sobre su futuro. El acercamiento a Moyano, más de la cuenta, puede ser leído como un intento de ruptura o, al menos, un freno a la escalada de Nación sobre su gestión. Mariotto siguió, durante la ausencia de Scioli, con sus recorridas diarias por distintos municipios, tendiendo lazos directo entre las comunas y la presidencia.
Por otro lado, dejar "en banda" a Moyano lo alejaría del PJ disidente que está esperando definiciones para encolumnarse detrás de su figura.
Más allá de este panorama, se espera que, con su tono habitual, el mandatario busque bajar los decibeles a la pelea. En los pasillos de la legislatura comentan que, más allá de lo que diga, lo que importa será lo que haga.
Antes de viajar a Francia, ya embarcado en su avión, Daniel Scioli levantó el tuvo y llamó a su Jefe de Gabinete, Alberto Pérez, quien cumplía órdenes de reunirse con el titular de la Central Obrera.
El Gobernador habló directo, sin intermediarios, con Hugo Moyano y le planteó su intención de que revea la renuncia a los cargos partidarios del Partido Justicialista.
Scioli es, por estas horas, deberá definir que acción toma después que las relaciones entre oficialismo y gremialistas se tensara por el conflicto con Camuzzi y las declaraciones de Hugo Moyano en Santa Fe.
Desde el Gobieno nacional ya le respondieron: “el que renuncia debe irse” dijo Florencio Randazzo, ministro del Interior. Por su parte, voceros de Moyano dijeron que el sindicalista no va a dar marcha atrás con su renuncia. Scioli, con las cartas de cada uno en la mesa, deberá definir que es lo que hace.
Mientras tanto, el Gobernador deberá tomar una decisión sobre su futuro. El acercamiento a Moyano, más de la cuenta, puede ser leído como un intento de ruptura o, al menos, un freno a la escalada de Nación sobre su gestión. Mariotto siguió, durante la ausencia de Scioli, con sus recorridas diarias por distintos municipios, tendiendo lazos directo entre las comunas y la presidencia.
Por otro lado, dejar "en banda" a Moyano lo alejaría del PJ disidente que está esperando definiciones para encolumnarse detrás de su figura.
Más allá de este panorama, se espera que, con su tono habitual, el mandatario busque bajar los decibeles a la pelea. En los pasillos de la legislatura comentan que, más allá de lo que diga, lo que importa será lo que haga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario