lunes, 24 de diciembre de 2012

Estupor en el peronismo con Boudou, que se mete a la fuerza en los actos



El vicepresidente tuvo un año difícil pero no se rindió y lo terminó apareciendo de imprevisto en la reunión del PJ bonaerense y en la de la Corriente de la Militancia. Como los famosos brasileros que esquivaban a aquel personaje que desparramaba besos, los políticos evitan las fotos con Amado. Tuvo su revancha en el Senado, donde organizó un cóctel de lujo.

Estupor en el peronismo con Boudou, que se mete a la fuerza en los actos
Amado Boudou en el congreso de la Corriente Nacional de la Militancia. Nadie lo esperaba pero él fue y habló.
Además de un personaje de telenovelas, el “besuqueiro” fue un sujeto que avanzaba sobre los famosos de Brasil para darles besos, si era necesario, saltando por encima de los guardaespaldas.

En algo se le parece Amado Boudou, tal vez porque en sus años juveniles disfrutaba de llevar bandas de rock a su Mar del Plata natal. En los últimos quince días se autoinvitó a dos actos peronistas, en los que repartió besos inesperados e intentó sin éxito fotos con casi todos.

Acaso el recuerdo de una popularidad efímera lo lleve a este presente que bordea el papelón. Pasó sólo un año, pero cabe recordar que entre 2010 y 2011 Boudou fue precandidato en la Ciudad de Buenos Aires, en la provincia y finalmente compañero de fórmula de Cristina Kirchner.

El 2012 no lo recibió bien: el escándalo por la quiebra de Ciccone lo enfrentó por primera vez a la opinión pública y lo alejó de cualquier circuito kirchnerista, de los tantos que hay por todo el país.

Ahora, lejos de resignarse, si no lo llaman, Boudou se invita solo. Así de simple. Según relataron a LPO fuentes cercanas a la organización de la última reunión del consejo del PJ bonaerense y del Congreso de la Corriente de la Militancia, dos de los más importantes eventos peronistas de fin de año.

Al primero apareció en la sede de la calle Matheu. “Esta reunión me parece importante, la presidencia de Cristina va a poner vigor al PJ en esta etapa tan importante. Tenemos que tener al partido movilizado, funcionando a pleno apoyando a la Presidenta y al gobernador, es muy importante para los tiempos que vienen", dijo al entrar, con su estilo de frases obvias y obsecuentes, producto de horas y horas de couching.

Algunos consejeros presentes, todos elegidos formalmente, eran Julián Domínguez, Aníbal Fernández y Florencio Randazzo, quienes no disimularon su sorpresa ante la irrupción del vice y abandonaron antes de lo previsto la reunión, No sea cosa que alguna foto los muestre juntos.

Peor la pasó unos días antes Cristina Álvarez Rodríguez, presidente del PJ bonaerense por la renuncia de Hugo Moyano.

Boudou llegó junto a Diego Bossio y al diputado Eduardo “Wado” De Pedro, líder de La Cámpora y confidente de Cristina Kirchner. Junto a él había asistido a una reunión de la mesa chica del PJ bonaerense en Tres de Febrero.

Según relataron a LPO fuentes de ese encuentro, ese día se despachó con un balance de la gestión nacional, ante la atenta mirada de los pejotistas, sobre todo del intendente anfitrión, Hugo Curto. De Pedro no decía nada.

Pero la última aparición repentina del besuqueiro Boudou no fue esa. El sábado pasado se hizo un lugar en el congreso de la Corriente Nacional de La Militancia, que lideraron Agustín Rossi, Daniel Filmus y tuvo la asistencia de Carlos Zannini, signo de aprobación de Cristina Kirchner.

Esta vez, Boudou fue más precavido: llamó antes para invitarse, ante la sorpresa de los organizadores que tuvieron que hacerle un lugar entre los tantos oradores.

Anfitrión de lujo 

Esta semana Boudou no se quedó atrás. Estuvo el miércoles por la noche en el acto que hizo en el Club Español “Unidos y Organizados”, la agrupación de agrupaciones K que amago a llevarse al resto de los grupos oficialistas puestos en agosto, pero terminó el año con celebraciones minúsculas.

Antes de ese último colazo, Boudou aprovechó su cargo en el Senado y se sacó las ganas: organizó un voluptuoso cóctel, luego de la Comisión de Acuerdos que recibió a Cecilia Nahón, designada embajadora en Estados Unidos.

En la Cámara alta Boudou sí pudo hacerse apreciar por los senadores de todos los bloques, que hace año estaban expectante a su llegada y ni bien comenzaron las sesiones ordinarias lo vieron envuelto en el escándalo Ciccone.

“No se dejen llevar por Clarín y La Nación”, solía bromear en las reuniones de bloque.

La mayoría reconoce hoy que su secretario administrativo, Juan “Juachi” Zabaleta, se movió todo lo que pudo para resolver cualquier inconveniente. La comparación con la gestión de Cobos, austero hasta la exasperación, lo ayudó a levantar la nota.

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