lunes, 4 de marzo de 2013

La UCR y el FAP quieren enfrentar a Pino y Carrió en una gran interna en Capital



Aunque todavía no están cerradas las conversaciones entre esos sectores, ya se imaginan definiendo candidatos en las PASO. Creen que una gran alianza amenazaría no sólo al kirchnerismo sino también al PRO. Donda y Pino irían por el Senado. Carrió y Gil Lavedra, por Diputados.
El surgimiento de la inesperada alianza entre Elisa Carrió y Fernando “Pino” Solanas sacudió a las estructuras de la Coalición Cívica y Proyecto Sur, pero también generó repercusiones en el radicalismo y el Frente Amplio Progresista, que en paralelo llevan a cabo conversaciones para competir juntos en la Ciudad de Buenos Aires.

Desde todos esos sectores saben que competir por separados sería favorecer los intereses del Frente para la Victoria y del PRO, que todavía están lejos de definir estrategia y candidatos para unas elecciones porteñas que cobran mucha importancia por los tres lugares que entrega en el Senado.

La naturaleza de los comicios para la Cámara alta es la que empuja a una gran alianza entre estos sectores, ya que la posibilidad de acceder a una banca sólo la tiene la segunda fuerza. Es por eso que la alianza entre Pino y “Lilita” parece solo el comienzo.

Según comentaron a LPO desde el radicalismo y el FAP, están comenzando a analizar la posibilidad de armar una gran interna en la ciudad de Buenos Aires en la que este sector competiría con el de Carrió y Solanas.

El propio cineasta reconoció públicamente que la idea de armar un "frente electoral" lo seduce, aún si incluye a la UCR, algo que siempre había rechazado. En ese caso, "se hace más difícil pero no decimos definitivamente que no", afirmó Solanas, que llamó a la "gran unidad" de las fuerzas opositoras.

El análisis que se realiza es más ambicioso de lo que se podría pensarse en un principio. Las fuentes coinciden en que esa unión podría hacer resurgir la imagen de algunas figuras algo alicaídas y daría impulso no sólo para vencer al kirchnerismo sino también al PRO.

Es que el partido de Mauricio Macri tiene algunos problemas para definir a su primer candidato a senador. La diputada Gabriela Michetti quiere ese lugar y no piensa bajarse al segundo lugar. Por eso salió a rechazar el posible acuerdo con Roberto Lavagna. Sin embargo, en el PRO no están convencidos de que la intención de voto de la ex vicejefa de Gobierno sea suficiente para lograr un triunfo contundente. De hecho, piensan que mide casi lo mismo que en 2009, cuando cosechó poco más del 31% de los sufragios.

Ese número es el que también ilusiona a las “fuerzas progresistas”, que creen que también podrían aprovechar un duro retroceso del kirchnerismo, que podría competir con Mercedes Marcó del Pont, luego de que se descartara a Juan Cabandie.

Pese a que las negociaciones aún están poco avanzadas, algunos ya imaginan un panorama en las elecciones primarias. De un lado, se ubica a Carrió como candidata a diputada nacional y a Pino Solanas disputando un lugar en el Senado. Del otro sector, suenan fuerte las candidaturas de Ricardo Gil Lavedra en la Cámara baja y de Victoria Donda en la Cámara alta.

Dudas y rechazos

Pero no todos son tan optimistas con el futuro de esa alianza. Al interior de algunas de esas fuerzas hay más dudas que certezas. Otros no dudan en rechazar la posibilidad de coincidir con sectores que consideran ideológicamente opuestos.

Fuentes de la Coalición Cívica consultadas por LPO aseguran que no tienen nada que ver con el acuerdo entre Carrió y Solanas y evitaron pronunciarse sobre cuál será la estrategia nacional del partido. “No está definida”, dijeron. Es que la diputada está enfrentada con la cúpula del partido -encabezada por Pablo Javkin, María Eugenia Estenssoro y Adolfo Prat Gay-, e intenta equilibrar fuerzas desde su reducto capitalino, presidido por Maximiliano Ferraro.

De todos modos, en la CC no le cierran la puerta a una alianza con esos sectores y, aunque no lo digan, saben que quedarse afuera de un armado de ese tipo podría ser muy perjudicial para el desempeño de la fuerza en las próximas elecciones, donde pone en juego todos sus legisladores nacionales.

En Proyecto Sur la división es muy marcada. De un lado, la diputada Alcira Argumedo; el legislador porteño, Julio Raffo; y Mario Cafiero participaron la semana pasada del Congreso de la CC en Capital, al que Pino pegó el faltazo. Del otro lado, el Partido Socialista Auténtico (PSA) y el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) se apuraron a rechazar el acercamiento.

En todos los casos ven difícil que pueda haber un acuerdo entre todos los sectores, porque ven incompatible la convivencia entre varias de las figuras que compartirían la interna. De hecho, Solanas y Hermes Binner, el líder del FAP, tienen una cuenta pendiente por la ruptura en 2011. La desconfianza también reina entre Carrió y los radicales.

“No me los imagino a todos juntos. No sé cuánto podrán durar”, sintetizó un miembro de una de esas fuerzas. Los impulsores de la gran interna, en cambio, sostienen que eso no será un problema porque se trata de una elección legislativa, no pone en riesgo una estructura de gobierno, algo similar a lo que sucedió con el Acuerdo Cívico y Social de 2009.

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