El diputado contrató al asesor estrella del presidente español Mariano Rajoy, que le explicó porqué es negativo para su futuro político acordar con Macri. Quién es “el rey de la guerra sucia” y el frustrado intento de la pena de muerte.
Francisco de Narváez se resiste a cerrar un acuerdo con Mauricio Macri y por estas horas está decidido a no incluir a la sigla PRO en sus boletas para las elecciones de este año en la provincia de Buenos Aires.
La indicación se la dio el español nacionalizado mexicano Antonio Solá Reche, un asesor político reconocido internacionalmente que acumula decenas de campañas políticas en todo el mundo. Las dos más resonantes fueron la del ex presidente mexicano Felipe Calderón y la del actual presidente de España, Mariano Rajoy, de quien todavía es colaborador.
Además de asociárselo con la derecha, a Solá Reche se lo conoce como el “rey de la guerra sucia” por sus campañas negativas hacia los rivales de sus clientes. En especial la que hizo en 2006 en México contra el candidato del PRD, Andrés Manuel López Obrador. El español difundió en spots de radio y televisión que el rival de Felipe Calderón, que terminó ganando la elección, era “un peligro para la nación”.
Ahora, el consultor de Rajoy realizó un análisis con encuestas cualitativas en la provincia de Buenos Aires y detectó que el mayor cuestionamiento de la gente hacia De Narváez es la cambiante estrategia electoral que ha adoptado el Colorado desde su ingreso a la política.
Pese a que siempre ha enfrentado al kirchnerismo, De Narváez primero fue candidato del PRO en 2007, luego giró al peronismo disidente en 2009 y luego hizo una alianza con la UCR para ser el candidato a gobernador de Ricardo Alfonsín en 2011. En el análisis de Solá Reche, esto es entendido por la gente como una falta de coherencia que debe solucionar.
En ese sentido, lo que le sugirió el español a De Narváez es que si va a hacer una alianza con Macri, al otro día de la elección no puede decir que su candidato a presidente de 2015 es Daniel Scioli, tal como anticipó LPO.
El español le advirtió que tiene dos alternativas: o cierra con Macri y luego elige al jefe de gobierno porteño como su candidato a presidente para 2015; o no cierra con el líder del PRO y continúa junto a Scioli.
Y como el Colorado quiere quedarse en el peronismo, decidió que este año no habrá Unión PRO ni nada que haga mención al PRO en su boleta. De todos modos, esto no significa que el Colorado no cierre acuerdos subterráneos con dirigentes del PRO, como ya está haciendo con el Tano Angelici y hasta se habla de conversaciones con Jorge Macri y Horacio Rodríguez Larreta, que le habrían pedido por Soledad Martínez y Ramiro Tagliaferro.
La pena de muerte
Solá Reche es conocido por la audacia de sus propuestas. En una reunión con De Narváez, el consultor español le sugirió al Colorado que para captar más electores debía salir a proponer la implementación de la pena de muerte en Argentina, ya que el ema central en la provincia parecía ser la inseguridad.
El pedido sorprendió al ex dueño de Casa Tía, que le respondió al español que iba a analizar la sugerencia.
Pero quien estaba presente en la reunión es la cada vez más participativa Agustina Ayllon, que intervino en la conversación y dijo, tajante: “No voy a permitir que mi marido proponga la pena de muerte”. De Narváez le hizo caso a su mujer y no se habló más del tema. Está claro que aún para el más duro de los consultores, hay ciertos límites que mejor no traspasar
www.lapoliticaonline.com
La indicación se la dio el español nacionalizado mexicano Antonio Solá Reche, un asesor político reconocido internacionalmente que acumula decenas de campañas políticas en todo el mundo. Las dos más resonantes fueron la del ex presidente mexicano Felipe Calderón y la del actual presidente de España, Mariano Rajoy, de quien todavía es colaborador.
Además de asociárselo con la derecha, a Solá Reche se lo conoce como el “rey de la guerra sucia” por sus campañas negativas hacia los rivales de sus clientes. En especial la que hizo en 2006 en México contra el candidato del PRD, Andrés Manuel López Obrador. El español difundió en spots de radio y televisión que el rival de Felipe Calderón, que terminó ganando la elección, era “un peligro para la nación”.
Ahora, el consultor de Rajoy realizó un análisis con encuestas cualitativas en la provincia de Buenos Aires y detectó que el mayor cuestionamiento de la gente hacia De Narváez es la cambiante estrategia electoral que ha adoptado el Colorado desde su ingreso a la política.
Pese a que siempre ha enfrentado al kirchnerismo, De Narváez primero fue candidato del PRO en 2007, luego giró al peronismo disidente en 2009 y luego hizo una alianza con la UCR para ser el candidato a gobernador de Ricardo Alfonsín en 2011. En el análisis de Solá Reche, esto es entendido por la gente como una falta de coherencia que debe solucionar.
En ese sentido, lo que le sugirió el español a De Narváez es que si va a hacer una alianza con Macri, al otro día de la elección no puede decir que su candidato a presidente de 2015 es Daniel Scioli, tal como anticipó LPO.
El español le advirtió que tiene dos alternativas: o cierra con Macri y luego elige al jefe de gobierno porteño como su candidato a presidente para 2015; o no cierra con el líder del PRO y continúa junto a Scioli.
Y como el Colorado quiere quedarse en el peronismo, decidió que este año no habrá Unión PRO ni nada que haga mención al PRO en su boleta. De todos modos, esto no significa que el Colorado no cierre acuerdos subterráneos con dirigentes del PRO, como ya está haciendo con el Tano Angelici y hasta se habla de conversaciones con Jorge Macri y Horacio Rodríguez Larreta, que le habrían pedido por Soledad Martínez y Ramiro Tagliaferro.
La pena de muerte
Solá Reche es conocido por la audacia de sus propuestas. En una reunión con De Narváez, el consultor español le sugirió al Colorado que para captar más electores debía salir a proponer la implementación de la pena de muerte en Argentina, ya que el ema central en la provincia parecía ser la inseguridad.
El pedido sorprendió al ex dueño de Casa Tía, que le respondió al español que iba a analizar la sugerencia.
Pero quien estaba presente en la reunión es la cada vez más participativa Agustina Ayllon, que intervino en la conversación y dijo, tajante: “No voy a permitir que mi marido proponga la pena de muerte”. De Narváez le hizo caso a su mujer y no se habló más del tema. Está claro que aún para el más duro de los consultores, hay ciertos límites que mejor no traspasar
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