Tras el malestar por el cierre de listas, el gobernador juntó a todos los ministros y decenas de funcionarios. Reiteró los conceptos que dio en los medios para justificar su alineamiento con el FPV y les pidió que defiendan la gestión. El mensaje generó desconcierto en las filas sciolistas.
El gobernador bonaerense Daniel Scioli convocó ayer a un encuentro con características poco habituales en la Casa de Gobierno. Además de invitar a todo su gabinete, también llamó a sus secretarios y los habilitó para que concurran con sus equipos.
Los funcionarios sciolistas dedujeron que escucharían un mensaje político relacionado a lo que puertas adentro de la gobernación se considera un fracaso total en el cierre de listas, donde el kirchnerismo copó todas las listas con “leales”.
Sin embargo, el tono de Scioli siguió siendo el mismo que utilizó el lunes y martes en diferentes entrevistas. Pero además del tono, también reiteró -casi de manera textual- el contenido de los mensajes con los que intentó justificar su alineamiento con la Casa Rosada.
Ante el desconcierto de sus funcionarios, el gobernador insistió en que su lista “es la lista de la gente” y reiteró lo que parece el mensaje de cabecera de estos días: “muchos dicen que me suicidé” y recordó varios “supuestos suicidios” que tuvo en su carrera política.
Además, el ex motonauta hizo un llamado a sus hombres para que en esta “nueva etapa” defiendan fuertemente su gestión. En ese sentido, les pidió que enumeren “éxitos” como el aumento de la coparticipación a los municipios, de los impuestos al juego y al inmobiliario rural, entre otros.
“Porque muchos hablan pavadas del pico para afuera pero a la hora de la verdad, de tocar intereses no lo han hecho. Obviamente estamos hablando de las telefónicas, los cables, los pooles de siembra, la renta financiera”, arengó Scioli, de acuerdo a la información oficial.
El discurso del gobernador generó extrañeza entre los funcionarios, algunos de los cuales se miraban sin entender lo que oían. El núcleo sciolista se preparaba para una reunión de fuerte contenido político y terminaron escuchando que debían defender su propia gestión.
El desconcierto -que en realidad se inició el sábado a la tarde cuando Scioli se fue a jugar al fútbol a La Ñata en medio del cierre de listas- se terminó de completar cuando la encargada de cerrar el discurso fue Karina Rabolini.
El lunes LPO anticipó que el gobernador había decidido un cambio rotundo de la estrategia. Mientras muchos esperaban que se mantenga al margen del período electoral, Scioli llamó a Martín Insaurralde para decirle que se pondría al frente de la campaña. Ese mismo día compartieron el primer acto.
Este cambio se debe a que Scioli cree que un triunfo de Sergio Massa podría sepultar sus aspiraciones presidenciales para 2015, por lo que necesita evitarlo como sea.
Ayer, el gobernador se reunió con Insaurralde y Juan Manuel Abal Medina en la Casa Rosada para definir los detalles de la campaña electoral en la Provincia. Antes, mantuvo un encuentro con Gabriel Mariotto para definir la agenda "política y legislativa".
Los funcionarios sciolistas dedujeron que escucharían un mensaje político relacionado a lo que puertas adentro de la gobernación se considera un fracaso total en el cierre de listas, donde el kirchnerismo copó todas las listas con “leales”.
Sin embargo, el tono de Scioli siguió siendo el mismo que utilizó el lunes y martes en diferentes entrevistas. Pero además del tono, también reiteró -casi de manera textual- el contenido de los mensajes con los que intentó justificar su alineamiento con la Casa Rosada.
Ante el desconcierto de sus funcionarios, el gobernador insistió en que su lista “es la lista de la gente” y reiteró lo que parece el mensaje de cabecera de estos días: “muchos dicen que me suicidé” y recordó varios “supuestos suicidios” que tuvo en su carrera política.
Además, el ex motonauta hizo un llamado a sus hombres para que en esta “nueva etapa” defiendan fuertemente su gestión. En ese sentido, les pidió que enumeren “éxitos” como el aumento de la coparticipación a los municipios, de los impuestos al juego y al inmobiliario rural, entre otros.
“Porque muchos hablan pavadas del pico para afuera pero a la hora de la verdad, de tocar intereses no lo han hecho. Obviamente estamos hablando de las telefónicas, los cables, los pooles de siembra, la renta financiera”, arengó Scioli, de acuerdo a la información oficial.
El discurso del gobernador generó extrañeza entre los funcionarios, algunos de los cuales se miraban sin entender lo que oían. El núcleo sciolista se preparaba para una reunión de fuerte contenido político y terminaron escuchando que debían defender su propia gestión.
El desconcierto -que en realidad se inició el sábado a la tarde cuando Scioli se fue a jugar al fútbol a La Ñata en medio del cierre de listas- se terminó de completar cuando la encargada de cerrar el discurso fue Karina Rabolini.
El lunes LPO anticipó que el gobernador había decidido un cambio rotundo de la estrategia. Mientras muchos esperaban que se mantenga al margen del período electoral, Scioli llamó a Martín Insaurralde para decirle que se pondría al frente de la campaña. Ese mismo día compartieron el primer acto.
Este cambio se debe a que Scioli cree que un triunfo de Sergio Massa podría sepultar sus aspiraciones presidenciales para 2015, por lo que necesita evitarlo como sea.
Ayer, el gobernador se reunió con Insaurralde y Juan Manuel Abal Medina en la Casa Rosada para definir los detalles de la campaña electoral en la Provincia. Antes, mantuvo un encuentro con Gabriel Mariotto para definir la agenda "política y legislativa".
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