Allegados al candidato kirchnerista, organizan para mañana una movilización "espontánea" a la Municipalidad de Lomas de Zamora, para reclamar que Insaurralde no asuma su banca de diputado nacional y se quede en el municipio.
Las tensiones internas en Lomas de Zamora para que Martín Insaurralde regrese a la intendencia siguen creciendo. Ahora los que pujan para que vuelva, están organizando una marcha "espontánea" a la Plaza Grigera, frente al histórico edificio art decó de la Municipalidad, para "reclamar" que Insaurralde renuncie a su banca de diputado nacional y se quede en Lomas.
El operativo clamor genera fuertes tensiones interna en el equipo de Insaurralde, ya que buena parte de sus asesores mas cercanos creen que es un suicidio político no asumir la banca por la que estuvo en campaña los últimos meses, con videos publicitarios incluídos en los que anticipó las inicitivas que pensaba impulsar.
Sin embargo, las presiones crecen. Insaurralde sabe que no loe spera un lecho d eflores en el bloque kirchnerista. Hasta ahora nisiquiera le garantizaron la presidencia de alguna de las comisiones importantes.
Los que pujan para que vuelva a la Intendencia sostienen que con el manejo del Municipio -el segundo más populoso del Conurbano-, seguirá siendo un actor ineludible en la nueva etapa que se abre en el peronismo. Sin mencionar el manejo de recursos que le brinda ese sillón, inclusive para una eventual candidatura a gobernador en el 2015.
El problema es que el esquema político de Insaurralde está apoyado sobre dos pilares: El presidente del Concejo Deliberante, Norberto Carasatorre -que lo sucedería en el cargo- y el jefe de Gabinete, Guillermo Viñuales. Y nosiempre coinciden en sus miradas políticas.
El operativo clamor genera fuertes tensiones interna en el equipo de Insaurralde, ya que buena parte de sus asesores mas cercanos creen que es un suicidio político no asumir la banca por la que estuvo en campaña los últimos meses, con videos publicitarios incluídos en los que anticipó las inicitivas que pensaba impulsar.
Sin embargo, las presiones crecen. Insaurralde sabe que no loe spera un lecho d eflores en el bloque kirchnerista. Hasta ahora nisiquiera le garantizaron la presidencia de alguna de las comisiones importantes.
Los que pujan para que vuelva a la Intendencia sostienen que con el manejo del Municipio -el segundo más populoso del Conurbano-, seguirá siendo un actor ineludible en la nueva etapa que se abre en el peronismo. Sin mencionar el manejo de recursos que le brinda ese sillón, inclusive para una eventual candidatura a gobernador en el 2015.
El problema es que el esquema político de Insaurralde está apoyado sobre dos pilares: El presidente del Concejo Deliberante, Norberto Carasatorre -que lo sucedería en el cargo- y el jefe de Gabinete, Guillermo Viñuales. Y nosiempre coinciden en sus miradas políticas.
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