Si bien el ministro de Seguridad se mostró en desacuerdo con la idea de atacar aviones no identificados, el gobernador bonaerense aseguró que se trata de “un debate que hay que dar”. “Que los que tengan miedo sean los narcos”, afirmó. El massismo es uno de los principales impulsores de la norma.
El gobernador bonaerense volvió hoy a marcar una diferencia con el discurso del kirchnerismo duro al manifestarse a favor de un “debate” sobre la ley de derribos. La norma, que propone la intercepción de aviones no identificados que atraviesan las fronteras, es impulsada fuertemente por el Frente Renovador como una medida para enfrentar el narcotráfico.
Scioli opinó hoy que la ley de derribo de aviones de vuelos ilegales que transporten drogas "es un debate que hay que dar" y consideró que deben desplegarse "distintas acciones que lleven a que los que tengan miedo sean los narcos".
Para el gobernador de Buenos Aires, “es obvio que se está a tiempo" para revertir el avance del narcotráfico, y sostuvo que todos los poderes del Estado están uniendo "esfuerzos" para que "las organizaciones del narcotráfico no hagan pie en nuestro país".
“El tráfico de estupefacientes es un problema continental, no de la provincia. Los narcos van rotando. Miren el desastre que hicieron en México. En Bolivia, Perú. Se las ingenian. Estamos trabajando para que no hagan pie en el país”, afirmó hoy.
El gobernador dijo que, en su distrito, buscan a "los peces gordos. Muchos se corrieron y se reorganizaron en el gran Rosario. Esto es información, son líneas de investigación que ha seguido nuestra policía. Van buscando de un lugar al otro. Hay que ir acorralándolos".
Las declaraciones del gobernador marcan un fuerte contraste con lo que vienen opinando otros funcionarios kirchneristas “puros”.
El ministro de Seguridad, Arturo Puricelli, explicó ayer que no está de acuerdo con la ley porque “sólo les garantiza a los grandes carteles de la droga que cuando se derribe un vuelo habrá pruebas, ni análisis de celulares, ni personas que puedan declarar ni decir de dónde viene el vuelo y adónde iba”.
En cambio propuso "hacer el control del tránsito aéreo, seguir al avión y tener acuerdos como los que tenemos con la mayoría de los países fronterizos, Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile y Bolivia".
Julio Alak, el ministro de Justicia, fue más allá al comparar el proyecto con una "pena de muerte" para todos los que se encuentran en el avión, y aseguró que se la legislación del país con lo permite.
Scioli opinó hoy que la ley de derribo de aviones de vuelos ilegales que transporten drogas "es un debate que hay que dar" y consideró que deben desplegarse "distintas acciones que lleven a que los que tengan miedo sean los narcos".
Para el gobernador de Buenos Aires, “es obvio que se está a tiempo" para revertir el avance del narcotráfico, y sostuvo que todos los poderes del Estado están uniendo "esfuerzos" para que "las organizaciones del narcotráfico no hagan pie en nuestro país".
“El tráfico de estupefacientes es un problema continental, no de la provincia. Los narcos van rotando. Miren el desastre que hicieron en México. En Bolivia, Perú. Se las ingenian. Estamos trabajando para que no hagan pie en el país”, afirmó hoy.
El gobernador dijo que, en su distrito, buscan a "los peces gordos. Muchos se corrieron y se reorganizaron en el gran Rosario. Esto es información, son líneas de investigación que ha seguido nuestra policía. Van buscando de un lugar al otro. Hay que ir acorralándolos".
Las declaraciones del gobernador marcan un fuerte contraste con lo que vienen opinando otros funcionarios kirchneristas “puros”.
El ministro de Seguridad, Arturo Puricelli, explicó ayer que no está de acuerdo con la ley porque “sólo les garantiza a los grandes carteles de la droga que cuando se derribe un vuelo habrá pruebas, ni análisis de celulares, ni personas que puedan declarar ni decir de dónde viene el vuelo y adónde iba”.
En cambio propuso "hacer el control del tránsito aéreo, seguir al avión y tener acuerdos como los que tenemos con la mayoría de los países fronterizos, Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile y Bolivia".
Julio Alak, el ministro de Justicia, fue más allá al comparar el proyecto con una "pena de muerte" para todos los que se encuentran en el avión, y aseguró que se la legislación del país con lo permite.
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