lunes, 12 de mayo de 2014

El destino verde de los jóvenes NI

El “nestorista” Mario Ishii planteó la vuelta del Servicio Militar Obligatorio, y provocó una catarata de críticas y avales, que dejaron al desnudo las contradicciones del FpV y de otros bloques políticos
En los últimos veinte años, la tendencia mundial respecto de la formación de las Fuerzas Armadas ha marcado una tendencia a la profesionalización de estos cuerpos, y una merma en el reclutamiento de jóvenes de la población civil. En Argentina, la eliminación del Servicio Militar Obligatorio (SMO), aunque se determinó a partir del asesinato del soldado Omar Carrasco, en 1994, dejó en claro que las fuerzas ya no representaban un sector de poder en el país. Aunque esta situación no ha cambiado, el tema vuelve a ser eje de la polémica. Fue Mario Ishii, el senador provincial aliado al FpV, quien, en su afán de marcar agenda, reinstaló la posibilidad de retornar a un sistema que parecía definitivamente erradicado. El legislador propuso convocar a una consulta popular, para determinar si la ciudadanía quiere o no que vuelva el SMO, para contener a los jóvenes que no trabajan ni estudian y están en situación de vulnerabilidad.

Lo más llamativo del asunto no fue la idea del ex intendente de José C Paz, sino la reacción dispersa que mostraron desde el propio Frente para la Victoria y de otros bloques, como el Frente Renovador. Ishii hizo su proclama en el Luna Park, durante un acto de lanzamiento de su candidatura a Gobernador, y horas después resultaba difícil ubicar a algún referente del kirchnerismo. Parecía que la propuesta había desconcertado a los oficialistas. En el Senado la situación fue más caótica, ya que días antes Ishii había acordado un interbloque con el FpV y Nuevo Encuentro. “Los senadores no están de acuerdo, pero tampoco pueden salir a matarlo”, indicó un asesor de la Cámara Alta.

Se dijo también que la idea llegaba con el aval del secretario de Seguridad, Sergio Berni, un hombre del ejército. Si bien Berni se mostró ambiguo al momento de opinar sobre la medida, todos los kirchneristas consultados negaron que el funcionario tuviera intenciones de promoverla. Desde el sciolismo, aunque algunos legisladores cuestionaron la propuesta, la voz cantante la tuvo primero el ministro de Seguridad, Alejandro Granados, quien se mostró conforme con la convocatoria a la ciudadanía.

A los pocos días el Gobernador acotó los dichos de su funcionario a una “opinión personal”, y se mostró contrario a la propuesta del senador Ishii. Con miradas pícaras, desde el kirchnerismo parlamentario comentaron que el mandatario “primero ve cómo actúan los medios, la sociedad, y luego toma una posición”.

Pero en el bloque del Frente Renovador tampoco se mostraron muy coherentes en sus posiciones. Mientras algunos intendentes salieron a bancar la propuesta, como el caso de Jesús Cariglino, de Malvinas Argentinas, otros, como Daniel Katopodis, de San Martín, la cuestionaban en duros términos. Finalmente, con poco entusiasmo, Sergio Massa y su tropa salieron a desvirtuar la iniciativa.

El único sector que se mantuvo en una sola posición fue el Frente Amplio UNEN, que tanto a nivel nacional, con la cara visible del diputado Julio Cobos, como a nivel provincial, con la voz de los integrantes de los bloques FAP y UCR, marcó su posición contraria a la vuelta del SMO. El debate está instalado, y parece que no declinará, porque “se lo vendió como la solución a la marginalidad de los jóvenes y la delincuncia”, sostienen en el Parlamento.

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