Estiman que 120 toneladas diarias servirían para producir 10 megavatios, suficiente para abastecer a una ciudad entera. La Provincia financia un trabajo para analizar la alternativa.
Todo lo que tiramos al tacho de basura podría servir para que funcione el aire acondicionado, la lámpara y la heladera. Un grupo de investigadores comenzará a analizar en los próximos días cuánta energía eléctrica podrían generar las toneladas de residuos que producen diariamente los vecinos de La Costa, Pinamar, Villa Gesell y General Madariaga. El proyecto consiste en instalar una máquina que convierta todos los desperdicios en energía para el hogar.
El plan consiste en instalar el generador en el mismo predio de 7 hectáreas sobre ruta 11, a poco kilómetros del exclusivo balneario de Cariló, donde van a parar más de 100 toneladas diarias de residuos. Con esta máquina, el basural a cielo abierto podría comenzar a desaparecer de a poco.
La expectativa es producir por lo menos 10 megavatios diarios, suficientes como para abastecer de energía eléctrica de sobra a 50 mil personas. Aunque la idea de los cuatro municipios y el gobierno de la provincia de Buenos Aires, que ya trabajan en el tema, es incorporar lo producido al sistema integrado de energía del país.
El circuito cierra perfecto para el problema de qué hacer con la basura que tienen los intendentes y la economía a largo plazo: los desperdicios que nadie quiere se convierten en combustible y a la vez se descarta a los derivados del petróleo para producir energía eléctrica. Mientras los municipios reducen sus basurales, Argentina importa menos combustible.
La idea tiene también sus detractores en el ala ambientalista. Greenpeace considera que los proyectos que se estudian y desarrollaron no toman con seriedad las emisiones tóxicas y deben superar todavía muchos problemas para no contaminar el medio ambiente. En cambio, insiste con el sistema de gestión racional de residuos conocido como Basura Cero y el reciclado. Además, sostiene que "las plantas de incineración con recuperación de energía dependen del suministro continuo de materiales y compiten con los programas de reciclado".
¿Es posible que la basura se convierta en un insumo con precio en el mercado? Por lo pronto ya hace unos cuantos años que países como Suiza se la compran a otros, donde los residuos todavía son un gran problema, para producir energía. Y aunque hay maquinas que incineran basura en varias localidades de Europa, no es una opción elegida por los empresarios porque la inversión se recupera a muy largo plazo en comparación con la generación por métodos convencionales derivados del petróleo.
Cuando un grupo de funcionarios del municipio de Madariaga el año pasado escucharon la idea en un viaje por Italia, no dudaron en averiguar si era posible aplicarla en la ciudad. Descubrieron que ese sistema se utiliza muchísimo en Europa. En Franckfurt, Bilbao, Barcelona y Praga convierten la basura que tiran en energía que utilizan para sus electrodomésticos, "¿Por qué no podemos hacer esto en casa?", se preguntaron. El predio de disposición final de General Madariaga recibe 110 toneladas diarias y el municipio de La Costa produce otras 45 toneladas, que de hacerse realidad dejarían de tirarse en General Lavalle para sumarse al proyecto y garantizar una cantidad suficiente de "combustible" para hacer funcionar la planta de generación de energía eléctrica.
Tras el viaje, el intendente Cristian Popovich le presentó la idea al gobernador Daniel Scioli y éste la tomó de inmediato. "Le propuse si era posible de alguna manera por lo menos hacer un estudio de factibilidad y enseguida el gobernador lo transmitió la Secretaria de Servicios Públicos y al Organismo Provincial de Desarrollo Sostenible", contó el alcalde de Madariaga a En marzo de este año, viajaron a España funcionaros del Gobierno provincial, del municipio y técnicos de la empresa Centrales de la Costa para visitar y observar en profundidad tres plantas que la empresa Ingeteam tiene en localidades como Barcelona y Galicia.
"De estas plantas hay más de 30 en España, más 40 en Alemania y una cifra similar en Italia, así que son plantas probadas", se confía Popovich. ¿En qué se diferencia la basura de ellos a la nuestra como para que no funcione? En nada. En términos generales, podemos de decir que consumimos lo mismo".
En los próximos días un grupo de investigadores comenzarán el estudio de prefactibilidad del proyecto para saber con exactitud cuánta es y cómo está compuesta la basura de los vecinos de La Costa, Madariaga, Villa Gesell y Pinamar. En base a eso se podrá determinar el "valor calórico" y cuánta energía podría generar. El estudio será financiado por el gobierno bonaerense a través del Programa Provincial de Incentivos a la Generación de Energía Distribuida (Proinged) y participarán las empresas Ingeteam y Wind Route con la colaboración de la Facultad de Ingeniería Medioambiental de la Universidad Fasta de Mar del Plata. También incluirá un informe sobre las políticas de recolección y clasificación de los residuos en cada municipio y un análisis sobre la posibilidad de mezclar los residuos urbanos con biomasa leñosa de residuos forestales y podas de árboles, fundamental para determinar las condiciones de operación de la caldera del generador de energía.
El secretario de Servicios Públicos de la provincia de Buenos Aires, Franco La Porta, explicó a LA CAPITAL que "la composición de la basura y la biomasa es fundamental porque en muchos casos podés tener algún tipo de producto que implique que el recipiente donde vamos a procesar tenga determinadas condiciones. Si hay mucho cloro, por ejemplo, el recipiente tiene que tener un material que no sea corroído por el cloro".
La semana pasada, La Porta y el director ejecutivo del Organismo Provincial de Desarrollo Sostenible, Hugo Bilbao, rubricaron una carta de intención para el estudio con los intendentes de General Madariaga, Cristian Popovich; partido de la Costa, Juan Pablo De Jesús; Pinamar, Pedro Elizalde, y Villa Gesell, Gustavo Barrera, en el marco de un acuerdo regional para poner en marcha el proyecto.
El estudio demorará entre cinco y ocho meses, según distintos pronósticos de fuentes consultadas. Con los resultados se podrá saber también el dinero que se necesitará para construir la planta. Aunque los funcionarios que están en el tema calculan que serían entre 18 y 20 millones de dólares. Por ahora, Ingeteam, que construyó varias plantas en Europa, arribó a la costa bonaerense para supervisar el estudio y aportar el "expertise", lo que podría ayudar a conseguir financiamiento.
El plan consiste en instalar el generador en el mismo predio de 7 hectáreas sobre ruta 11, a poco kilómetros del exclusivo balneario de Cariló, donde van a parar más de 100 toneladas diarias de residuos. Con esta máquina, el basural a cielo abierto podría comenzar a desaparecer de a poco.
La expectativa es producir por lo menos 10 megavatios diarios, suficientes como para abastecer de energía eléctrica de sobra a 50 mil personas. Aunque la idea de los cuatro municipios y el gobierno de la provincia de Buenos Aires, que ya trabajan en el tema, es incorporar lo producido al sistema integrado de energía del país.
El circuito cierra perfecto para el problema de qué hacer con la basura que tienen los intendentes y la economía a largo plazo: los desperdicios que nadie quiere se convierten en combustible y a la vez se descarta a los derivados del petróleo para producir energía eléctrica. Mientras los municipios reducen sus basurales, Argentina importa menos combustible.
La idea tiene también sus detractores en el ala ambientalista. Greenpeace considera que los proyectos que se estudian y desarrollaron no toman con seriedad las emisiones tóxicas y deben superar todavía muchos problemas para no contaminar el medio ambiente. En cambio, insiste con el sistema de gestión racional de residuos conocido como Basura Cero y el reciclado. Además, sostiene que "las plantas de incineración con recuperación de energía dependen del suministro continuo de materiales y compiten con los programas de reciclado".
¿Es posible que la basura se convierta en un insumo con precio en el mercado? Por lo pronto ya hace unos cuantos años que países como Suiza se la compran a otros, donde los residuos todavía son un gran problema, para producir energía. Y aunque hay maquinas que incineran basura en varias localidades de Europa, no es una opción elegida por los empresarios porque la inversión se recupera a muy largo plazo en comparación con la generación por métodos convencionales derivados del petróleo.
Cuando un grupo de funcionarios del municipio de Madariaga el año pasado escucharon la idea en un viaje por Italia, no dudaron en averiguar si era posible aplicarla en la ciudad. Descubrieron que ese sistema se utiliza muchísimo en Europa. En Franckfurt, Bilbao, Barcelona y Praga convierten la basura que tiran en energía que utilizan para sus electrodomésticos, "¿Por qué no podemos hacer esto en casa?", se preguntaron. El predio de disposición final de General Madariaga recibe 110 toneladas diarias y el municipio de La Costa produce otras 45 toneladas, que de hacerse realidad dejarían de tirarse en General Lavalle para sumarse al proyecto y garantizar una cantidad suficiente de "combustible" para hacer funcionar la planta de generación de energía eléctrica.
Tras el viaje, el intendente Cristian Popovich le presentó la idea al gobernador Daniel Scioli y éste la tomó de inmediato. "Le propuse si era posible de alguna manera por lo menos hacer un estudio de factibilidad y enseguida el gobernador lo transmitió la Secretaria de Servicios Públicos y al Organismo Provincial de Desarrollo Sostenible", contó el alcalde de Madariaga a En marzo de este año, viajaron a España funcionaros del Gobierno provincial, del municipio y técnicos de la empresa Centrales de la Costa para visitar y observar en profundidad tres plantas que la empresa Ingeteam tiene en localidades como Barcelona y Galicia.
"De estas plantas hay más de 30 en España, más 40 en Alemania y una cifra similar en Italia, así que son plantas probadas", se confía Popovich. ¿En qué se diferencia la basura de ellos a la nuestra como para que no funcione? En nada. En términos generales, podemos de decir que consumimos lo mismo".
En los próximos días un grupo de investigadores comenzarán el estudio de prefactibilidad del proyecto para saber con exactitud cuánta es y cómo está compuesta la basura de los vecinos de La Costa, Madariaga, Villa Gesell y Pinamar. En base a eso se podrá determinar el "valor calórico" y cuánta energía podría generar. El estudio será financiado por el gobierno bonaerense a través del Programa Provincial de Incentivos a la Generación de Energía Distribuida (Proinged) y participarán las empresas Ingeteam y Wind Route con la colaboración de la Facultad de Ingeniería Medioambiental de la Universidad Fasta de Mar del Plata. También incluirá un informe sobre las políticas de recolección y clasificación de los residuos en cada municipio y un análisis sobre la posibilidad de mezclar los residuos urbanos con biomasa leñosa de residuos forestales y podas de árboles, fundamental para determinar las condiciones de operación de la caldera del generador de energía.
El secretario de Servicios Públicos de la provincia de Buenos Aires, Franco La Porta, explicó a LA CAPITAL que "la composición de la basura y la biomasa es fundamental porque en muchos casos podés tener algún tipo de producto que implique que el recipiente donde vamos a procesar tenga determinadas condiciones. Si hay mucho cloro, por ejemplo, el recipiente tiene que tener un material que no sea corroído por el cloro".
La semana pasada, La Porta y el director ejecutivo del Organismo Provincial de Desarrollo Sostenible, Hugo Bilbao, rubricaron una carta de intención para el estudio con los intendentes de General Madariaga, Cristian Popovich; partido de la Costa, Juan Pablo De Jesús; Pinamar, Pedro Elizalde, y Villa Gesell, Gustavo Barrera, en el marco de un acuerdo regional para poner en marcha el proyecto.
El estudio demorará entre cinco y ocho meses, según distintos pronósticos de fuentes consultadas. Con los resultados se podrá saber también el dinero que se necesitará para construir la planta. Aunque los funcionarios que están en el tema calculan que serían entre 18 y 20 millones de dólares. Por ahora, Ingeteam, que construyó varias plantas en Europa, arribó a la costa bonaerense para supervisar el estudio y aportar el "expertise", lo que podría ayudar a conseguir financiamiento.
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