viernes, 5 de septiembre de 2014

Preocupados por Cristina, cumbre secreta de Scioli, De la Sota, Gioja y Mazzón

 Por Ignacio FidanzaSe reunieron alarmados por la apuesta del Cristina a
 una derrota del peronismo y el triunfo de Macri.
Cuatro pesos pesado de la política argentina se reunieron esta tarde en una cum
bre secretísima, para analizar en un marco de extrema preocupación el futuro
 electoral del peronismo y la evolución de una crisis económica que no logra esta
bilizarse.
Daniel Scioli, José Luis Gioja, José Manuel de la Sota y Juan Carlos Mazzón, se
 juntaron esta tarde en una cumbre que si se produjera a la luz del día marcaría
 el inicio del fin del ciclo kirchnerista en la conducción del peronismo.
Se trata del candidato del oficialismo que más mide (Scioli), el decano de los go
bernadores (Gioja), uno de los cuadros más respetados del peronismo a nivel di
rigencial (De la Sota) y el eterno operador de esa cofradía en permanente evolu
ción (Mazzón). Masa crítica más que suficiente para encarar una nueva renova
ción partidaria.
En la reunión se analizaron dos eventos simultáneos pero que desde la mirada
 conspirativa pueden estar relacionados. La opción de Cristina Kirchner por u
na derrota del peronismo para que la suceda Mauricio Macri –anticipada en ex
clusiva por LPO- y la pésima conducción de la economía que está metiendo al
país en una crisis que no encuentra fondo.
Uno de los tramos más delicados del encuentro fue dedicado a comentar un diag
nóstico compartido en buena parte del peronismo sobre la Cristina de este fin de
 ciclo: "Está intratable", es el comentario, que se complementa con la inexplica
ble -para estos dirigentes- decisión de la Presidenta de entregarle practicamente
 la conducción de todo el Estado al ministro de Economía, Axel Kicillof.
Sólo una apuesta por la derrota puede explicar este nivel de torpezas”, evalua
ron en la reunión.
Pero hubo datos concretos. El secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, uno de
 los hombres más cercanos a Cristina, le confesó días atrás a un importantísimo
 dirigente: “El Plan A, B, C y Z es perder. No va a haber bendecidos, ningún can
didato nos inspira confianza y en ese escenario Macri es el más confiable”.
La definición fue luego confirmada por el ministro de Planificación, Julio de Vi
do, a un círculo muy cercano de interlocutores. “Lo mejor que nos puede pasar 
es perder, ni Scioli, ni Randazzo nos representan. Es preferible que gane Macri 
y seguramente eso hará que volvamos en cuatro años o menos al poder”.
El razonamiento es sencillo. Con un no peronista gobernando (Macri), Cristina
cree que podrá liderar desde la oposición, si bien no todo el peronismo, al me
nos una parte importante.
Con el ajuste que va a tener que hacer el que viene, más el endeudamiento, en
 dos años la gente va a pedir a los gritos que venga Cristina”, razonan en los
despachos más influyentes de la Casa Rosada, donde no creen que Macri tenga
la habilidad suficiente para enderezar la economía y pilotear el inevitable costo
social que la maniobra va a ocasionar.
El plan se complementa con la consolidación de La Cámpora como núcleo duro
 cristinista para sobrevivir cuatro años fuera del poder. Para esto, la Presidenta
aspira a mantener o aumentar las 9 bancas de diputados nacionales que tiene
 esa agrupación, más los 10 legisladores provinciales que hoy posee la franquicia
 bonaerense.
Además, ya se inició un proceso de pase a planta permanente de los integrantes
 de La Cámpora que espera colocar en puestos claves de la administración nacio
nal a unos 7.500 cuadros de juventud. Serán los ojos y oídos del cristinismo en
el próximo Gobierno.
Basta leer el Boletín Oficial cada mañana para entender las prioridades del Gobier
no en su etapa final. Prácticamente no se publica ningún programa o iniciativa de
 gestión, sino un promedio diario de 20 a 30 designaciones de empleados en la
planta permanente del Estado.
En la máxima de las discreciones, el Gobierno redactó la Resolución Administra
tiva 609 que removió los frenos existentes para aumentar la planta permanente.
El plan es ese. Pero como es previsible no convence a casi nadie, fuera del círculo
 más cerrado de la Presidenta. “Esto de perder es una cagada”, se sinceró el cam
porista bonaerense José Ottavis, contradiciendo el alineamiento absoluto con la
estrategia derrotista de Cristina de Andrés “El Cuervo” Larroque y el ministro
Axel Kicillof.
Y no es casualidad. Ottavis es el más peronista de La Cámpora, con una historia
de militancia previa a la creación de esa agrupación y con muy buen diálogo con
 los caciques del Conurbano y el propio Scioli. Sus resquemores ante la idea de
entregarle el poder a Macri, son los mismos que recorren por estas horas a todo
el peronismo y que explican la cumbre de esta tarde, una audacia impensada me
ses atrás.
En esa reunión, el más tajante fue De la Sota: “Si no rompen con el Gobierno,
conmigo no cuenten”, apuró el cordobés.
De la Sota, como Carlos Reutemann en Santa Fe, mantiene el diálogo abierto con
 Sergio Massa, pero inició un camino de repliegue sobre su territorio, en un in
tento por reagrupar a todo el peronismo frente a lo que se intuye será un cimbro
nazo importante.
Esta idea de alambrar los territorios, que explica la sucesión de anuncios de ade
lantamientos de elecciones provinciales, es el primer reflejo de resistencia de es
tos “gatos gordos”, que pese al entumecimiento inevitable de pasarse años en el
poder, todavía conservan alguna agilidad.
Es acaso el primer paso de una foto más alarmante para el Gobierno: La apari
ción pública de lo que hoy se produjo en privado, el abroquelamiento del grueso
 del peronismo oficialista en torno a la candidatura de Scioli, guste o no a la Ca
sa Rosada.
Se trata de una inevitable maniobra de supervivencia ante el doble desafío que
 representan para la estructura histórica del PJ, Cristina por adentro y Massa
por afuera. Aunque manejar esas categorías cuando se habla de peronismo, es
al menos inocente. 

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