sábado, 4 de octubre de 2014

Cristina , en un círculo más estrecho y define cambios


La Presidenta eligió refugiarse en una mesa chica dominada por La Cámpora. En el 

Gobierno ascienden aquellos dirigentes que comparten sus teorías conspirativas.

Militancia. Cristina sólo confía en La Cámpora. Mira con recelo a intendentes y gobernadores.
Militancia. Cristina sólo confía en La Cámpora. Mira con recelo a intendentes y gobernadores. | Foto: Cedoc
Cristina Kirchner decidió encarar la última etapa de su mandatoencerrándose cada vez más en su núcleo duro, que incluye como actor fundamental a La Cámpora. La agrupación que conduce su hijo Máximo le aporta fidelidad, militancia y movilización. Ella no confía en nadie más. “Cada vez que hubo un cambio en el gabinete, Cristina terció a favor de La Cámpora”, subrayó ayer un ministro en diálogo con PERFIL.
La contracción hacia los juveniles y la expulsión del PJ es una idea avalada también por el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini. La jefa de Estado desconfía de los intendentes del PJ,
a los que Néstor Kirchner acusó de traición tras la derrota de 2009. También mi
ra con recelo a los gobernadores. Prefiere a quienes considera su tropa propia.
 Eso explica laaparición en público de Máximo Kirchner y los sucesivos actos
de la “transversalidad”, como el que Nuevo Encuentro prepara para hoy en Atlan
ta. Habrá otro el 25 de octubre en el microestadio de Racing, de Unidos y Orga
nizados, donde podría concretar su segunda aparición el hijo presidencial.
La Cámpora será la que persistirá al lado de ella cuando pretenda ser la jefa de 
la oposición, después de 2015. Será, además, la que resista desde el Congreso
 cuando termine su mandato. Para colarse en las listas, Eduardo “Wado” de Pe
dro, diputado nacional camporista, teje acuerdos con el presidenciable Daniel 
Scioli. Wado pretende que, a cambio de respaldo, entregue los lugares en las list
as de diputados nacionales y la mitad de los cargos en la Legislatura bonaeren
se. Aún a sabiendas de que el gobernador –entienden ellos– irá a la derrota en
 una segunda vuelta. Pero para ese entonces habrán logrado su objetivo.
La principal preocupación de CFK hoy es la economía, y le otorgó todo el poder 
para encarar ese problema a Axel Kicillof, un hombre insertado en la organización. Además de lograr la salida de Juan Carlos Fábrega del Banco Central (BCRA),
el ministro de Economía colocó al sucesor de Alejandro Vanoli en la Comisión
Nacional de Valores (CNV) y a un director más en el Banco Central (BCRA). Pe
ro no serían éstos los últimos cambios en el Gobierno. Fuentes de la Casa Rosa
da dijeron a PERFIL que restan por definir otros movimientos. Y que CFK los ten
dría listos este fin de semana.
Uno de ellos es el reemplazo del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. Cerca del je
fe de Gabinete reconocen que su salida está definida, pero que podría quedarse
un tiempo más. Está previsto que Cristina lo acompañe al Chaco el 17 de octubre.
 A la Jefatura de Gabinete se la disputan La Cámpora y otros funcionarios más 
afines al PJ. Deberá saldar Cristina. Hay una danza de más de siete nombres pa
ra reemplazarlo que empieza con el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, y termina con la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner. Uno 
que se anotó porotos es el senador Aníbal Fernández, que se fue de gira con ella
a Estados Unidos y volvió con una sonrisa. Sería un hecho inédito: un ministro vol
viendo al gabinete en once años de gobierno kirchnerista. ¿Habrá otras vacantes?
 La Cámpora pretende el Ministerio de Desarrollo Social, pero Cristina no puede sa
car a su cuñada del gabinete. Debería haber un enroque. Otra resolución que debe
rá tomar es si expulsa, y cuándo, al vicepresidente Amado Boudou (ver página 19).
El núcleo duro es también el que avala la teoría conspirativa de CFK, que implica
 que hay un complot interno y externo para desestabilizarla. “Nadie abona esa teo
ría en el Gobierno, sólo La Cámpora. Pero la idea es de ella”, dijo a este diario un funcionario del Poder Ejecutivo. La batalla épica le sirvió, al principio, para remon
tar en las encuestas.
Con una pequeña dosis de realismo, algunos kirchneristas reconocen que ya no
 sirve denunciar supuestos conspiradores para ocultar los problemas en la econo
mía. En la última semana, la Presidenta profundizó esa pelea “épica”: primero a
puntó contra los Estados Unidos y luego contra entidades financieras.
El jueves, el Gobierno suspendió a la sociedad de Bolsa Mariva –a la que cree u
na de las conspiradoras–. Cristina Kirchner la había vinculado al ex presidente E
duardo Duhalde y al Grupo Clarín. Todo parece indicar que avanzará contra otras entidades en su teoría de que quieren “voltearla” del Gobierno.

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