Homenajearon la Expedición Atlantis

A 30 años del cruce en balsa del océano Atlántico, autoridades municipales, del Ministerio de Defensa y de la Armada, rindieron homenaje a los integrantes de la expedición. Los detalles.

• www.entrelineas.info

Los cinco tripulantes de la Atlantis junto al monumento, que está en la calle Esteban Facio y Ruta 63.

Con la presencia del subsecretario de Coordinación del Ministerio de Defensa, Germán Martínez, el secretario general de la Armada, contralmirante Pedro Bassi, junto con el intendente Camilo Etchevarren, se llevó adelante este viernes el homenaje a la Expedición Atlantis, a treinta años del cruce en balsa del océano Atlántico.

En la Plaza Castelli fueron homenajeados los cinco integrantes: el dolorense Alfredo Barragán, Jorge Iriberri, Horacio Giaccaglia, Daniel Sánchez Magariños y Félix Arrieta, en un acto del que participaron escuelas de la ciudad, agrupaciones de boy scouts que llevan el nombre de Atlantis, representantes de la Prefectura Naval, del Ministerio de Deportes, del Comité Olímpico y de diversas instituciones.

En su discurso, Etchevarren rescató el sentido de “esta proeza que nació en Dolores y sorprendió al mundo”. Dijo que “es el ejemplo de que el trabajo en equipo, la planificación y la perseverancia triunfan por sobre objetivos prácticamente imposibles”.

“Siento que Atlantis sigue navegando”, dijo el intendente al recordó que es un nombre que se eligió para numerosas instituciones, como “un colegio en Mauritania, un gimnasio en Massachusetts, una asociación de scouts en el barrio porteño de La Boca o la Escuela de Enseñanza Media de la Unidad Penal 6 de Dolores”.

Por su parte, Martínez rescató el espíritu que lleva a “poner el sentido de unidad por encima de las divergencias”, la participación de la Armada junto con la sociedad civil y la actitud de “resistir a los que seguramente les decían no se puede”.

En nombre de la Armada, Bassi destacó “la proeza náutica”, que implicó cruzar el Atlántico en una balsa “con sólo una vela cuadrada y algunas orzas que apenas servían para estabilizar la popa durante el descenso hacia los profundos senos del oleaje”. Indicó que “el camino lo marcaba la corriente de las Canarias y ellos estaban arriba para demostrar que el agua podía transportar cualquier objeto  que se mantuviera a flota desde el África hasta América”.

La balsa descansa a la espera de la construcción de Museo de la Aventura.