Vergüenza: IOMA deja desamparado a un niño pequeño por un problema burocrático.

Toto, de apenas cuatro añitos, ve comprometida su salud por fallas en 
el sistema. * Por Ana Tamagno para eldolorense.com

El caso cobró notoriedad luego de ser difundido a través del sitio “TN y la Gen
te”. Allí, en simultáneo con una fanpage en Facebook, se hizo pública la histo
ria de Toto, un niño de Dolores que padece de hipoacusia bilateral severa.

Ayelén, la mamá del niño, es una mamá “todo terreno”, que se las ingenia pa
ra trabajar y estudiar a la par que cría a su pequeño hijo, quien por su proble
ma de salud, debe viajar periódicamente a otras ciudades para ser atendido por especialistas. Fue ella quien armó el sitio en la red social para llevar un diario 
de su periplo, en el que refleja las idas y venidas a las que quedó sometida 
cuando IOMA, la obra social de su hijo, lo desafectó por un error en el sistema.
 “Hoy IOMA me dijo que Toto tiene la mutual suspendida hasta que llegue el 
carnet nuevo”, escribió ayer en la página. “El cambio de carnet no es porque 
se haya vencido, es porque mi mamá, que tiene la guarda se jubiló”, explicó. 
“Los papeles se presentaron el 17 de Septiembre y hoy 10 de Octubre todavía
 no está cargado en el sistema.” Además, hace mucho tiempo ya que la familia
 de Toto está solicitando un implante para el niño, del cual no hay ninguna no
vedad ni respuesta.

URGENTE.

La cirugía de Toto tiene carácter de urgencia. Es fundamental que se la realice
 antes de cumplir los seis años, y el tiempo apremia puesto que el niño cumplirá
 los cinco en los próximos días, ¡y IOMA sigue sin dar respuestas! Luego de la 
cirugía, es mucho el tiempo que debe dedicarse a su recuperación, rehabilita
ción y educación. Cuanto más tiempo pase, más complejo y difícil se hace todo
 este proceso, perdiéndose posibilidades de éxito con cada día que se suma a 
los ya muchísimos que Toto y su familia llevan de espera.
Su discapacidad auditiva es severa: tiene afectados ambos oídos, con un grado
 de hipoacusia del 99.8%, prácticamente la totalidad de su audición. Intervenirlo,
 lo cual podrá mejorar su calidad de vida y su futura educación, es un derecho 
que nadie debería negarle a Toto.

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