martes, 9 de junio de 2015

La estrategia de Scioli para no correr riesgos en la interna con Randazzo

LPOSe recuesta en los gobernadores del norte. Zamora y Fellner suenan para 
vice. Sus alianzas con partidos provinciales.
Daniel Scioli no subestima la primaria con Florencio Randazzo pero sí dice tener claro como ganarla sin transpirar más de la cuenta, aun cuando Cris
tina Kirchner comenzó a presionar a gobernadores e intendentes para apo
yar al ministro.
Su idea es fortalecerse donde más diferencia hace: el norte del país, cuyo
 y Santa Fe, donde el domingo espera una buena elección de Omar Perotti
 el domingo. 
En el norte está su bastión más fuerte. Gerardo Zamora (Santiago del Este
ro), José Alperovich (Tucumán), Lucía Corpacci y Dalamcio Mera (Catamar
ca), Eduardo Fellner y José Urtubey, consideran que Scioli podrá fortalecer
los mucho más que Randazzo.
Gildo Insfán (Formosa) y Jorge Capitanich (Chaco) también ven mejor al bo
naerense, pero prefieren no mostrarse en ningún bando. El mendocino Fran
cisco "Paco" Pérez fue uno de los primeros sciolistas y sigue siéndolo en 
sus últimos meses de gobierno. 
Cristina conoce el poder de estos territorios. Sólo por la supremacía que le permitieron obtener los gobernadores del norte, en 2007 pudo descontar
 sus pobre performances en las grandes ciudades del país y ganar en pri
mera vuelta. En 2011 también arrasó en esa zona, aunque no fue tan clave
 pare evitar el ballotage. 
Scioli ya los quiere hacer jugar. Propone a Zamora como compañero de fór
mula, porque le atribuye varias virtudes: es capaz de sacar 80% de los vo
tos (un promedio de 300 mil sufragios) y es reconocido como propio en la 
Casa Rosada. Nadie recuerda que es radical.
La otra opción es Eduardo Fellner, gobernador de Jujuy y presidente del PJ
, aunque seguramente buscará una reelección. “O es Zamora o es una fór
mula bien peronista”, repiten en La Plata, donde reconocen que el ministro
 se hace sentir en el área metropolitana. 
“Daniel sabe que puede perder con Randazzo por unos puntos en Capital
 que en la provincia no saca gran diferencia, pero en el resto del país está 
35 a 7. Y no será fácil que le descuenten, porque el ánimo de los goberna
dores es volver al peronismo”, explicó un dirigente del interior que fre
cuenta al gobernador.
Es que para volver al peronismo, en las gobernaciones quieren un presi
dente propio y sólo lo creen posible con Scioli. 
Cerca de Randazzo admiten que en el NEA y el NOA todavía está lejos del
 nivel de conocimiento necesario para competir, pero confían en que la 
campaña lo ayude a crecer. La excepción es Córdoba, donde ningún can
didato del FPV talla fuerte.
“Scioli viaja a las provincias con Karina (Rabolini), firma un convenio con
 el Banco Provincia y al otro día se va. Logra que salga en todos lados. No
sotros vamos una semana, hablamos con todos los intendentes, Randazzo
 va a la gobernación y luego llevamos a los intendentes a la Casa Rosada”
 se jactan en el escueto equipo de campaña del ministro.
Con la tranquilidad de haber logrado la tercera reelección en Salta, Urtubey
 blanqueó el viernes su cercanía a Scioli y rompió el terreno de la neutralidad. 
Fue una forma de marcarle la cancha a Cristina: “Daniel Scioli le garantiza
 a nuestra región políticas públicas en el NOA y NEA que harán crecer a 
nuestras provincias y por eso lo vamos a acompañar en su candidatura a 
Presidente”, dijo Urtubey. Claramente dio a entender que el candidato de 
la presidenta no reunía esos requisitos. 
La popularidad del bonaerense es tanta en esa zona, que el viernes el Parti
do Liberal de Corrientes se expresó a favor de Scioli, cuando parecía natu
ral que lo hicieran por el PRO. 
El salteño abrió así un capítulo impensado, donde se comprobará hasta don
de los mandatarios que todavía no reeligieron están dispuestos a poner el 
cuerpo por Scioli, a riesgo de sufrir represalias si todo no sale como lo planean.
No es lo que venía ocurriendo. Urtubey y Capitanich lejos estuvieron de re
belarse cuando el protocolo presidencial se adueñó de sus festejos. Los in
tendentes del conurbano tampoco son muy rebeldes: aceptaron el pedido 
de Zannini para no aislar a Randazzo.
Pero la verdad se verá el 9 de agosto. “Nosotros somos Menem. Y Scioli es
 Cafiero”, se entusiasman los randazzistas. Saben que arrancan de atrás y
 que no falta tanto.

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