Tarde piaste, gorrión amarillo

Luego de la negativa previa a las PASO, el macrismo, con los números en la mano, salió, tenuemente, a buscar un acuerdo con Massa. Este, ahora se niega. “Después de octubre, vemos”, dicen en el FR

Todo empezó en la previa electoral de 2013, con un Sergio Massa al tope de las encuestas y un Mauricio Macri solitario y con pocas posibilidades de jugar a lo grande. Pero en aquel momento, el tigrense, quizá un poco ingenuo, abrió sus brazos y su lista de y le permitió al jefe de Gobierno porteño colar tres diputados nacionales: Gladys González, Christian Gribaudo y Soledad Martínez.

El tiempo pasó y, a medida que las elecciones de 2015 se aproximaban, llamativamente (o no) Massa iba perdiendo imagen, dirigentes e intención de voto. Por el contrario, Macri se iba erigiendo como el principal líder opositor y las encuestas lo ubicaron en la cima del ranking. Aunque esa situación no iba a durar demasiado.

El PRO se la creyó. Pensó que podía solo y, salvo con el radicalismo de Ernesto Sanz y la Coalición Cívica de “Lilita” Carrió, que le iban a garantizar fiscalización en el interior del país y la Provincia, se cerró a cualquier tipo de acuerdo, se negó a la gran alianza opositora. El massismo pidió, rogó y pataleó, pero la respuesta siempre fue negativa.

Incluso el por entonces principal candidato a Gobernador del Frente Renovador, Francisco de Narváez, decidió declinar su postulación y desaparecer de la política. Al momento de la partida dijo que era para facilitar el acuerdo entre Macri y Massa. Algunos massistas, enojados, lo trataron de “topo” del sciolismo. De todos modos, nada sucedió. El líder amarillo, pese a que ya venía en baja, siguió en la suya: nada de acuerdo.

Las Primarias pasaron a la historia y el más votado, por lejos, fue el oficialista Daniel Scioli. Macri sacó menos puntos de los que esperaba, y Massa tampoco sumó demasiado. ¿Llegó la hora del tan mentado acuerdo? No. Pero ahora
el que se niega es el ex intendente de Tigre. En su entorno aseguran que por el hecho de ser el único que da a conocer sus propuestas, también es el único que levanta en los sondeos de opinión.

Macri sabe que ni siquiera le alcanza con los votos de Sanz y Carrió. Y si bien no lo dice a viva voz, ahora sí le encantaría un acuerdo. “Siempre hay diálogo, y debe haberlo, pero ellos tienen su propuesta y nosotros la nuestra”, manifestó el líder amarillo, sin más detalles.

Pero ahora, como se dijo, el que se planta es Massa. ¿Acuerdo? No, para nada. “Cualquier cosa hablamos de cara a la segunda vuelta”, señalan desde los renovadores, e incluso se preguntan si Macri apoyaría a ellos en caso de que quien clasifique al balotaje sea Massa.