Las claves del triunfo de María Eugenia Vidal

Los resultados de la provincia de Bs As arrojan muchos interrogantes, 
algunos comunes a la elección nacional, otros particulares de la contien
da en el distrito. El dato más saliente es sin lugar a dudas el triunfo de
 María Eugenia Vidal en el mítico territorio fuerte del justicialismo, que 
por ser el distrito de mayor densidad poblacional incide en la elección 
nacional. Contra todos los pronósticos previos de victoria del Justicia
lismo, la ganadora resultó la candidata de cambiemos por un amplio (por
 tratarse de este distrito) margen.
Más de cuatro puntos separaron a primero y segundo, que por lo abulta
do padrón, repercute a nivel nacional.

Quien tiró la primera piedra conocido el resultado fue el candidato del 
FPV y actual jefe de gabinete Anibal Fernandez. Habló de "Fuego amigo
 cruzado", en referencia a que algunos dirigentes de su partido jugaron
 en contra. Entre otras cosas, muchos se mostraron disconformes con el comportamiento del electorado de sectores populares que votaron "por
 la vuelta al pasado" desconociendo los avances de la "década ganada". 
¿Esto es así?, es la pregunta que surge naturalmente, y que mejor que re
currir a los números para encontrar una respuesta que siempre tendrá
 su cuota de subjetividad, ya que hay razones que solo conocen los elec
tores en la intimidad del cuarto oscuro.

Haciendo un análisis de los resultados por sección electoral, lo que surge
 a primera vista es un comportamiento similar del electorado en distritos 
con características demográficas y socioeconómicas comunes, donde quie
nes se disputaban la elección tenían sus bastiones más fuertes. La prime
ra y tercera sección electoral, que reúnen cuatro millones de electores ca
da una y pertenecen al primer y segundo cordón industrial respectivamen
te; la primera con hegemonía de Cambiemos y UNA, y la tercera con hege
monía del FPV, tuvieron un comportamiento casi idéntico de los electores
 en relación al aumento del voto en blanco y la disminución de votos de
 UNA en la categoría gobernador. Pensar que esto obedece a una estrategia
 de alguien es sobreestimar la influencia de ese alguien sobre el electorado
. La gente actuó por "motus propio" y esto es lo que hay que dilucidar si se
 quiere revertir esta tendencia.

¿Que pasó?, es la pregunta del millón. Hasta hoy se escuchan muchas vo
ces responsabilizando al otro, pero ni un atisbo de autocrítica, y esto no es
 bueno para quienes están convencidos que si se interrumpe el proceso 
que iniciara Nestor Kirchner, sería el "acabose". En virtud de esta creencia
 de gravedad de situación es necesario, para revertir el resultado en el futu
ro Ballotaje, mirar más hacia los errores propios, que ver confabulaciones,
 traiciones o subestimar a los sectores populares.

No es casual y sí paradójico, que la base social destinataria de los proyec
tos de inclusión y sujeto de las transformaciones que impulsa el oficialis
mo, le haya dado la espalda en el proceso electoral en estas populosas zo
nas. Las razones habrá que buscarlas en la construcción política y las carac
terísticas de los candidatos, que mucho distan de ser los "naturales" que caracterizaron a los referentes del peronismo. La suficiencia y la soberbia 
no cautivan la atracción de los más humildes, no se sienten referenciados
 en esos prototipos. Por aquí habría que empezar a buscar las razones de 
la derrota.

Lo que queda claro, es que la enorme diferencia de votos entre la candida
ta a gobernadora y el candidato presidencial de Cambiemos que posibilita
ron el triunfo en la provincia, provienen, por un lado de los votos del Masis
mo que votaron a María Eugenia Vidal y por el otro, de los votos en blanco
 que votaron a Scioli y no votaron a Anibal Fernandez. Lejos de pensar en
 una directiva capaz de ser seguida al pie de la letra y con la misma preci
sión en distintas realidades, habría que pensar eligiendo esa línea de sub
jetividades, en un voto "inteligente" e independiente de un amplio sector
de la sociedad que no se ve representado políticamente y hace la "suya".
 Pero esto sería dejar de subestimar a la población y no depositar la paja
 en el ojo ajeno,  y estamos lejos de que eso ocurra.

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