domingo, 24 de abril de 2016

El Gobierno celebra el regreso político de Cristina


Las encuestas que muestran el beneficio de polarizar con el kirchnerismo. 

Creen que la figura de la ex presidenta sirve para restarle peso a Massa. Para 

la estrategia, es clave controlar la inflación


El Gobierno celebró como un gol propio la reaparición de Cristina Kirch
ner. En un contexto de ajuste, inflación alta y despidos, el oficialismo 
apuesta a ganar aire a partir del contraste entreMauricio Macri y la ex 
presidenta. Encuestas en mano, la mesa política del PRO analiza que
 reactivar la (vieja) polarización con el kirchnerismo sirve para diluir a 
Sergio Massa, un aliado-adversario del que desconfían. Y si bien el creci
miento de CFK podría resultar un riesgo, los macristas retrucan que el 
FpV ya no cuenta con caja ni estructura propias.
Cuando el juez Claudio Bonadiocitó a Cristina Kirchner por una causa
 intrincada como la de dólar futuro, la reacción PRO fue bajar las expectativas: hastaFederico Pinedo, uno de los denunciantes, la desli
gó. El peligro de acorralarla judicialmente era victimizarla: el kirchneris
mo siempre golpeó mejor cuando iba en retroceso.
Tras la reaparición pública de CFK, incluida una inesperada y muy acti
va agenda de reuniones y actos, el macrismo optó por mirarle el lado positivo. “Se había naturalizado que el kirchnerismo ya pasó. Esto le recuerda al tercio de la sociedad que fluctúa, y que suele inclinarse por Massa, cuál es la mejor alternativa”, opina un viceministro del grupo político del Gobierno.
Las encuestas de opinión parecen alentar ese diagnóstico. Según Ibarómetro, ocho de cada diez oficialistas hacen un balance negativo 
del ciclo kirchnerista. El informe nacional, hecho sobre 1.200 casos, re
vela que macrismo y kirchnerismo son las identidades políticas más 
convocantes (suman el 60% de las simpatías), mientras el massismo 
viene a la baja: descendió de 14% en diciembre pasado a menos de 9% 
en la actualidad.
Para Isonomía, la consultora que suele trabajar para el Gobierno, la con
clusión es muy parecida: casi la mitad del universo que apoya a Macri lo
 hace “porque representa un cambio al kirchnerismo”, antes que por una valoración positiva de la gestión oficial. Así, aunque por la negativa, la 
vuelta de CFK reforzó cierta adhesión social al macrismo.
En adelante, macrismo y kirchnerismo jugarán una carrera de guiños ha
cia el PJ: mientras CFK intenta ordenar las tribus peronistas, el macris
mo opta por cooptar y dividir. “Se quedaron sin caja”, afirma un funcio
nario para restarle riesgo a la polarización.
Macri viene de una sucesión de fotos con los gobernadores peronistas 
Gildo Insfrán (Formosa), Domingo Peppo (Chaco) y Gustavo Bordet (En
tre Ríos), entre otros. Y por detrás, el dúo Rogelio Frigerio (ministro del
 Interior) y el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, ama
sa la relación con diputados, intendentes y gobernadores.
La posibilidad de que el massismo se diluya, tras la reaparición de Cris
tina, también resulta un dato alentador para los armadores del PRO, 
quienes le atribuyen falta de códigos al tigrense. El macrismo incluso 
alentó la división del FR, ante el proyecto de ley para frenar despidos.
El optimismo se modera de un golpe cuando se menciona la inflación:
 en Casa Rosada saben que para capitalizar la confrontación con una 
Cristina algo debilitada necesitan controlar la suba de precios. 
Los números.
-En el Gobierno manejan encuestas que les permiten ser optimistas
 respecto de la polarización con Cristina Kirchner.
-Una encuesta nacional de Ibarómetro indica que ocho de cada diez ofi
cialistas hacen un balance negativo del ciclo kirchnerista.
-Para Isonomía, casi la mitad del universo que apoya a Macri lo hace 
“porque representa un cambio al kirchnerismo”.

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