lunes, 11 de abril de 2016

La conmovedora carta de Inés Estévez


La artista dolorense reveló que una de sus hijas padece una “condición 
madurativa tan compleja inclasificable”. Quiere concientizar a las perso
nas sobre la inclusión. La historia.
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imag
“Seamos compasivos, no estigmaticemos”, pide Inés Estévez. Un texto pa
ra leer con especial atención.
La actriz dolorense Inés Estévez publicó el sábado en su cuenta de Face
book una nota que provocó honda repercusión. En el día de la Concientiza
ción sobre el Autismo, la actriz, directora y escritora habló sobre la situa
ción de una de sus hijas, con un fuerte reclamo “por una mayor conciencia 
de la realidad del diferente”.
¿
Mi hija tiene la incapacidad de hablar y está 
por cumplir 6
 años, es inca
paz de comer, 
hacer pis, beber, taparse y des
taparse en la 
cama o sacar
se los zapatos”.
Luego de la repercusión, volvió a postear que “mi único objetivo es y será colaborar en hacer visibles las deficiencias de un sistema que ha logrado cambios y avances en la inclusión, pero que aún tiene mucho por resolver, mejorar y conquistar. No es de mi interés despertar efectismo ni compasión de ningún tipo. Se me ha prestado especial atención porque lo vivo en carne propia, pero hubiera escrito lo mismo de no tener un caso como el que cito dentro de mi círculo familiar”.  
LA CARTA ORIGINAL
2 de abril. Hoy también es el día de la Concientización sobre el Autismo, y como es útil mencionarlo, aprovecho para trasmitir lo si
guiente: me está matando un poco aquello de “no digas autista, es una perso
na con autismo”. Equivale a decir “no digas actriz, es una persona que actúa”
, o “no digas mujer, es una persona con vagina”. Aclaro que tengo una hija 
que no es autista, pero tiene una condición madurativa tan compleja como 
eso. Quizá mayor, porque es inclasificable. Es decir, no hay manual que acom
pañe el caso.
Desde este conocimiento del asunto, digo que modificar la semántica no me
jora necesariamente la conciencia de convivencia con todo y todos aquellos
 que son diferentes.
Me desespera cuando escucho “no son indígenas, llamémoslos pueblos ori
ginarios” mientras los cagan a palos en el Impenetrable, o cuando dicen “no 
tienen una incapacidad sino capacidades diferentes”. Mierda, todos tenemos capacidades diferentes. Todos somos diferentes. Mi hija tiene la incapacidad
 de hablar y está por cumplir 6 años, es incapaz de comer, hacer pis, beber, 
taparse y destaparse en la cama o sacarse los zapatos por sí sola. No puede
 decirnos cuando tiene hambre o frío o le duele algo. Somos tremendos ne
cios si no aceptamos que tiene una incapacidad.
Ahora resulta que no se dice. Pero si no fuera por el Jardín de los Cerezos,
 ella no podría haber ingresado en una institución educativa común porque 
tenía 3 años y medio y no caminaba ni hablaba ni sabíamos cuánto compren
día. Y le hizo y le hace genial interactuar con chicos que no tienen incapaci
dad. 
¿
Más allá de apo
yar las procla
mas para llamar
los de un modo adecuado, hay
que ocuparse
de lo que vale: reconocer esas minorías, acep
tarlas, incluir
las”.
No se dice “discapacitado”, pero tres colegios especiales diseñados para chicos “con capacidades diferentes” la rebotaron porque no entraba en ninguna de las patologías que allí se manejaban: no es hipoacúsica, no es autista, no tiene parálisis cerebral, no tiene TGD. 
Otro ejemplo que me enerva es cuando el ministerio cambia los nombres de los niveles educativos, pero los maestros y profesores cobran miserias y muchos siguen sin tener idea de pedagogía y formación. La forma no mejora el fondo.
En fin. Dejémonos de joder. Seamos compasivos, no utilicemos denominacio
nes a manera de insultos, no estigmaticemos. Pero mas allá de apoyar las pro
clamas para llamarlos de un modo adecuado, hay que ocuparse de lo que va
le: reconocer esas minorías, aceptarlas, incluirlas.
Aquello de “ese nene tiene problemas, no lo mires que se va a sentir incó
modo”... Craso error. Miralo, tocalo, acercate, interactuá. Para él vos tam
bién sos raro. Pero en definitiva si le gritás va a llorar, si lo acariciás te va 
a dar un beso, si le hacés un chiste se va a reír, y si querés -y él también 
uiere- pueden jugar juntos un rato.
“Es un chico igual a todos” es mentira. No es igual. Nadie es igual a nadie. 
“La verdadera igualdad presupone el reconocimiento de las diferencias”.
Incluí. Compartí. Observá. Comprendé. 

Por una mayor conciencia de la realidad del diferente. 

Por una mayor conciencia del Autismo.

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