viernes, 8 de abril de 2016

“La maldita policía desarrolla mecanismos de autopreservación"

El incremento de la ola de delitos sobre todo en la zona oeste del Conur
bano da que pensar. Por eso, el Licenciado en Seguridad, Luis Vicat, se 
anima a decir que detrás de todo esto "está la maldita policía", que reali
za mecanismos de "autopreservación".
“La maldita policía desarrolla mecanismos de autopreservación
-¿Se puede hacer una lectura política del incremento de los secuestros y
 la ola delictiva? ¿Se lo puede emparentar con la reforma policial?
-Hay un sospechoso crecimiento que se puede atribuir a dos cuestiones. 

Primero, la réplica delictiva: gente que ve que se puede hacer y esto se
 juntan cuatro o cinco "cachivaches", que son pibes muchas veces intoxi
cados, ex empleados de pequeños dealers que ahora no tienen "trabajo", 
ya que se ha combatido mucho y muy bien el narcotráfico en la provincia 
de Buenos Aires. Hay mucha mano de obra desocupada que ha mutado ha
cia un delito fácil como es el secuestro expres. La otra explicación, que 
nunca debe ser descartada, es que las corporaciones que anidan en las instituciones, son un factor de presión y muchas veces puede llegar a ge
nerar estos climas, como por ejemplo este conato de rebelión que obligó 
a salir a dar un aumento, que dicho sea de paso, es justo, necesario pero insuficiente. El tema es que había gente, incluso algunos retirados, que
 estaban fogonenando esta cuestión como para obligar al ministro y a la 
gobernadora a ir a una tregua, la cual fue conseguida a través de este au
mento.

-¿Cuánto poder real tiene la mala policía en la provincia de Buenos Aires?
-Existe una institución que se llama Policía de la provincia de Buenos Ai

res. Dentro de esa institución anida la corporación, que es denominada coloquialmente como "la maldita policía". Esa corporación desarrolla me
canismos de auto preservación ante cualquier cambio. De hecho, ha habi
do ministros que han tenido que renunciar o pactar. De pronto aumenta
 el delito, se produce un malestar social que inmediatamente se traduce
en una presión política de arriba hacia abajo, luego el ministro debe sen
tarse a negociar y se logra un statu quo más o menos aceptable.

-¿Si no hay negociación entre las autoridades y la maldita policía, la cosa

 no funciona?
-Se trata de una suerte de negociación sin ponerse las dos partes frente 

a frente. El mensaje de la corporación es "aumenta el delito y produzco 
dolores de cabeza políticos". Luego llega la orden de arriba para que de
 alguna manera la situación se arregle. O no se cambia un determinado 
funcionario o se lo asciende o se produce un aumento de sueldo. Des
pués, la cosa tiende a encausarse. Es una relación muy difícil de sostener.

-¿La corporación puede sacar al ministro si se lo propone?
-El ministro Carlos Arslanián y antes Aldo Rico no pudieron soportar la 

posibilidad de cambio y tuvieron que irse.

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