sábado, 16 de abril de 2016

Los radicales le muestran a Macri su molestia, dejando que expuestos a Burllich y Garavano

LPOMolestos porque no los consultan, permitieron que la oposición acorrale
 a los ministros en Diputados.
Los diputados radicales están enojados con el Gobierno porque no los consultan para hacer los proyectos y, como muestra de rebeldía, evitaron defender a los ministros Patricia Bullrich y Germán Garavano cuando fueron
 a exponer.
La ministra de Seguridad presentó la ley de flagrancia y del arrepentido; 
mientras que Garavano detalló la reforma del Ministerio 
Público que diseñó para restarle poder a la Procuradora Alejandra Gils 
Carbó.
Las presentaciones fueron poco felices: hu
bo fuertes cuestionamientos de toda la opo
sición y no hubo un solo radical que los sa
cara de apuros. La mayoría de los diputados
 del PRO aún está en proceso de adaptación. 
La única excepción fue el cobista Luis Petri, con expectativas de acceder a un
 cargo nacional, mientras que la jujeña Gabriela Burgos ignoró los contratiem
pos de Garavano pero empezó a los gritos cuando la kirchnerista Ana Gaillard defendió a Milagro Sala.
Ni Petri ni Burgos, al frente de las Comisiones, pudieron evitar que la oposi
ción definiera cuando se tratarán en el recinto los proyectos, aún cuando 
eran temas que eran reclamados por los otras fuerzas, con la sola excepción
 del kirchnerismo.
¿Qué había pasado? “Lo de siempre”, dicen a cuatro meses de la asunción
 de Macri: ningún diputado de la UCR había discutido en detalle los proyec
tos antes de verlos colgados a la página de Inernet de Diputados.
Hubo un gesto de Bullrich, que envió al ex diputado Enrique Thomas a entre
gar un borrador en febrero, pero lejos estuvo de abrir una discusión del arti
culado. Y los radicales, únicos leales al Gobierno junto a los del PRO, entien
den que es lo que corresponde.
La bronca se hizo ver en una reunión de la mesa chica del bloque UCR de ha
ce quince días. “A nosotros nos tienen que negociar en el Ejecutivo, antes 
de mandar el proyecto. En el Congreso se negocia a la oposición”, planteó 
una diputada, de una de las provincias emblema de Cambiemos.
Varios recordaban la modalidad que ya es un clásico del Gobierno las po
cas veces que quiere anticiparles algo: “Te llaman, te hablan de cualquier 
cosa y cuando te estas yendo te dicen ‘vamos a mandar esto y lo otro’”, rememoraban.
Garavano es un dogmático de ese método. Lo sabe Hugo Godoy, secretario
 general de ATE, quien mantuvo una amable charla en su despacho a poco
 de asumir y cuando ya se había despedido el ministro le anticipó una olea
da de despidos.
El problema del Gobierno es que si bien la UCR no puede quedar pegado al kirchnerismo en el recinto si puede planchar proyectos en las comisiones 
y obligar al PRO a pactar con el Frente Renovador y el bloque justicialista a
 la vez. Que no es nada fácil.

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