martes, 10 de enero de 2017

Caputo anunció que tomará US$ 43 mil millones y advierten por la velocidad del endeudamiento

LPOSi bien en relación al PBI es menor que Brasil, la velocidad de 
crecimiento es lo que alarma.
En la conferencia de prensa que brindó junto a Nicolás Dujovne y 
Marcos Peña, Caputo confirmó además que el Gobierno saldrá al mer
cado internacional con una nueva partida de bonos antes de que asu
ma el poder Donald Trump.Sin embargo, en el mercado no miran la
 relación de la deuda con con PBI sino la velocidad en la que se incre
menta. Preocupa además que se dispare si el Gobierno no se logra 
reducir del 33% al 22% la expansión nominal del gasto para cumplir la 
meta fiscal de 2017. "En 2018 es probable que la deuda sobre PBI su
pere el 80%", advirtieron en el Citi en un informe de noviembre.
LPO reveló en exclusiva la semana pasada que el Gobierno iba a buscar
 entre 6.000 y 5.000 millones de dólares en enero. Caputo confirmó la
 jugada de tomar deuda antes que asuma Trump -ante el temor que se
 encarezca aún más el crédito-, pero no quiso precisar el monto, que 
alugos analistas estiraron hasta los u$s 10 mil millones.
Caputo confirmó que “entre la segunda y tercera semana de enero” se 
colocará un bono en los mercados internacionales, que podría ser en 
varios tramos. Y aunque no precisó la tasa de corte esperada, destacó
 que “estamos en el mismo nivel de tasas que antes de las elecciones”
 de los Estados Unidos.
El actual secretario de Finanzas indicó que “la recomendación de los 
bancos (a los cuales consultó el Gobierno y cuyos nombres no reveló)
 es ir tal vez a los mercados en enero y estamos analizando esa alter
nativa". De corroborarse el plan de Trump de acelerar el gasto público,
 temen que los países emergentes vuelvan a enfrentar una suba de la
 tasa de interés.
Esta sería la primera emisión de un total de 43.000 millones de dólares 
que se colocarán en 2017. De estos, 21.000 millones serán para refinan
ciar deuda ya vigente y los restantes 22.000 millones de dólares para 
financiar déficit fiscal, lo cual consideró como “un error enorme”. El 
mismo Macri aseguró esta mañana que “no se puede tomar deuda 
eternamente”.
Sólo para financiar 
el déficit fiscal, el año 
próximo se tomarán 
22.000 millones de 
dólares, lo cual Ca
puto consideró como
 "un error enorme". 
El mismo Macri reco
noció que "no se 
puede tomar deuda 
eternamente".
No obstante, con una estrategia de reducción gradual del déficit que promete equilibrio fiscal recién en 2021, por los próximos tres años el Gobierno seguirá financiando déficit con deuda. 
Por eso, Caputo buscó llevar tranquilidad sobre la sustentabilidad de la deuda. Dijo que la deuda  “con el sector privado y los organismos multilaterales representa el 25 por ciento del PBI", y aseguró que es “menos de la mitad de Brasil y sustancialmente menor a la de cualquier país de América Latina”. A la vez que aclaró que el total de la deuda pública argentina asciende hoy al 54 por ciento de PBI, si se computan también las recurrentes colocaciones del Estado en otros organismos públicos.

Caputo proyectó para 2020 que el nivel de deuda de la Argentina con 
“privados y organismos multilaterales” trepará al “33 o 34 por ciento
 del PBI”, mientras que la deuda total será del orden del “60 por 
ciento del PBI”.

El problema de la velocidad
Sin embargo, en el mercado lo que preocupa es la velocidad del
 incremento de la deuda externa y advierten que para analizar su
 sustentabilidad, es más importante comparar la deuda sobre las
 exportaciones que sobre el PBI. En 2015, la deuda pública brasi
leña era el 4,4% de sus exportaciones, en 2016 subió a 4,8% y en 
2017 en el Citibank la estiman entorno al 5,2%.En el caso
 argentino, la deuda pasó del 13,3% de sus exportaciones en
 2015 al 24,5% en 2016 y se estima que trepe al menos al 26% el
 año próximo. 
En el mercado 
advierten que la
 sustentabilidad 
de la deuda depen
de de su relación 
respecto de las
 exportaciones. 
'Desde ese punto 
de vista, la deuda 
argentina da más 
alta que la de Bra
sil', explicó el con
sultor Matías Surt.
“Cuando ves la capacidad de pago, lo importante es observar la generación de divisas, las cuales pueden ser de origen comercial o financiero. Si son del segundo tipo, la proporción de deuda se mantiene estable pero no se está pagando deuda sino emitiendo deuda nueva para pagar deuda vieja. Lo más sano en términos macroeconómicos es generar recursos genuinos mediante exportaciones. Desde ese punto de vista, la deuda argentina da más alta que la de Brasil”, explicó a LPO el consultor de Invecq, Matías Surt.
“Podés tener crecimiento hacia adentro, pero sin comercio exterior, no tenés los medios para afrontar los compromisos en moneda extranjera. No obstante, un aspecto positivo de la deuda argentina en relación a la de Brasil es que durante el kirchnerismo la mayor parte de la deuda la pasó de manos privadas a públicas lo que da mayor flexibilidad a los vencimientos
 porque en definitiva se debe plata a sí mismo”, agregó el consultor.
“En Invecq, no vemos un giro a la ortodoxia en el Gobierno, sino
 continuidad del gradualismo con la creación de un Ministerio de 
Finanzas Públicas exclusivamente encargado de la emisión y la 
administración de deuda con la que financiar el déficit. La progra
mación fiscal, si la pueden cumplir, va a hacer que las necesidades 
de financiamiento sean cada vez menores. En el mercado interna
cional si ven que cumplís, no va a haber corrimiento de tasas para
 Argentina, salvo las que provengan de un movimiento como el 
efecto Trump que afectó a todas las economías emergentes”, 
concluyó Surt.

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