martes, 21 de marzo de 2017

Denuncian que dos de cada tres salmones importados de Chile tienen antibióticos

LPOLos especialistas alertan que esto puede provocar consecuencias negativas en la salud de los que los ingieran.
Una investigación de la fundación UADE, detecto que mas de la mitad de los salmones rosados que se venden en las pescaderías de la Ciudad, tienen residuos de antibióticos superiores al limite que permite el Código Alimenticio. Los especialistas alertan que esto puede provocar consecuencias negativas en la salud de los que los ingieran.
Sin embargo, se revelo en mas de 100 muestras provenientes de 38 comercios de la Capital, que el 66% de los casos, presenta restos de fluquemina y, principalmente, clorhidrato de oxitetraciclina. Estos son compuestos de los antibióticos que se usan en los criaderos de salmon para contrarrestar las enfermedades que matan a los peces.El salmon es uno de los pescados mas consumidos y asociado a propiedades favorables para contrarrestar enfermedades cardiovasculares, ayudando a disminuir los niveles de colesterol "malo" y regularizar los triglicéridos.
La investigación advierte que cuando una persona debe tomar un antibiótico como tratamiento a alguna infección o enfermedad, los efectos colaterales adversos que pudieran producir se pueden evitar cumpliendo las prescripciones relativas a la dosis y la duración del tratamiento. En cambio, cuando se ingieren sin intención, como en este caso, no es posible cuantificar o vigilar la cantidad ingerida. Esto puede causar problemas directos en la salud.
En tanto, el análisis de los cortes fue segmentado por los barrios de la Ciudad y se encontraron distintos resultados: "Si bien no se estableció una tendencia general, los barrios de Almagro, Barracas, Belgrano, Boedo, Caballito, Colegiales, Nuñez, Palermo, Parque Chas, Recoleta, Villa Crespo, Villa del Parque y Villa Urquiza fueron los que tuvieron un mayor porcentaje. Mientras que los barrios de Balvanera, Monserrat y San Telmo, arrojaron datos negativos" aseguro Pablo Rosito, director del estudio.
El consumo no intencional de medicamentos a través de residuos 
presentes en los alimentos que ingerimos puede generar una 
selección de bacterias resistentes a los antibióticos, que en un
 futuro serán más complicadas de eliminar del organismo ya que
contrarrestarán los efectos de las medicinas.
En consecuencia, la persona afectada sería más propensa a
 contraer enfermedades. La presencia excesiva de antibióticos en
 los peces también tiene un fuerte impacto ambiental ya que 
en Chile, como así también en otras partes del mundo, los
 recintos acuícolas y sus jaulas están rodeados de diversos
 ambientes acuáticos donde habitan y se realiza la pesca artesa
nal de diferentes mariscos y peces silvestres para el consumo
humano. Algunas de estas especies se nutren del alimento que
 contienen los antibióticos no consumido por los salmones 
cultivados y de las heces de estos mismos.
En la Argentina es muy escasa la producción de salmón. La +
mayor cantidad esimportada fresca desde Chile cuya industria 
es sumamente relevante a punto tal que se ha convertido en el 
segundo productor mundial de este pescado, detrás de Noruega.
En el país trasandino los peces se crían en reductos artificiales
 sobre el mar habilitados por el Estado. Allí suelen administrarles
 pesticidas y antibióticos, para controlar las enfermedades. Sin
 embargo, el inconveniente radica en los residuos de 
medicamentos que quedan alojados en los pescados que salen 
a la venta en los comercios nacionales.
Ningún país del Mercosur posee una reglamentación que regule 
tal inconveniente, aunque a nivel internacional el CODEX
 Alimentarius, avalado por la Organización de las Naciones Unidas
 para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y por la Organización
 Mundial de la Salud (OMS), estipula que el límite permitido de 
antibióticos no debe superar los 0,2ppm. De acuerdo con el estu
dio realizado, en dos tercios de las muestras se supera estos 
valores.

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