miércoles, 19 de abril de 2017

Macri dijo que el Estado no puede ser "un aguantadero", pero aumentó un 25% los cargos políticos del gobierno

LPOFirmó un "compromiso" con las provincias para modernizar 
el Estado, pero creció la burocracia.

Presidencia de la Nación
El presidente Macri hizo este martes lo que suele hacer: Enarboló un discurso de línea dura neoliberal de ajuste y eficiencia del Estado, 
mientras su administración expande el gasto fiscal y aumenta la 
ya desmesurada burocracia estatal.
Buscando el golpe de efecto, 
rodeado de los gobernadores 
en el pomposo Salón Blanco de
 la Casa Rosada, Macri pidió "de
jar de lado la intervención nociva
 que tuvo la política de convertir 
al Estado en un aguantadero".
Lo hizo en el acto de firma del 
Compromiso Federal para la Mo
dernización del Estado, con trece 
provincias, que motorizó su minis
tro de Modernización del Estado, 
Andrés Ibarra, que es una contra
dicción caminando: Como reveló 
LPO, Ibarra decidió hacer más 
eficiente el Estado, montando una enorme burocracia que antes no
 existía. Además, apenas asumió, su mujer fue nombrada con un 
cargo gerencial en Canal 7.
Macri insistió en "volver a jerarquizar al empleado público, lo que 
significa el acceder al empleo estatal a través de los concursos" y 
agregó que "tenemos que entender que el Estado no es de aquellos
 que nos toca gobernar, sino de los ciudadanos, y para eso tenemos
 que trabajar en mecanismos de transparencia, porque ya producto
 de las corrupción muchos se han enriquecido, pero una enorme 
cantidad de argentinos no tiene cloacas, ni agua potable, ni rutas, 
ni escuelas en buenas condiciones".
El presidente prefirió así concentrarse en el lado "amable" de la 
modernización del Estado y no referirse a un costado donde su
administración flaquea fuerte: La reducción de áreas superfluas y
 burocracia inútil, fusión de áreas que hacen lo mismo y achicamien
to del desmesurado gasto del Estado que no para de subir y explica 
porque la Argentina tiene una presión fiscal récord en el mundo.
Este fin de semana se conocieron los datos del primer año de Macri 
y se supo que su administración aumentó en 25% la estructura del
 Estado, a partir del crecimiento del número de ministerios, secretar
ías y direcciones nacionales. Es por eso, como contó La Nación
que en la Rosada se habla del crecimiento a pleno de "la fábrica de
 ravioles" por el organigrama del Estado.
Macri amplió de manera fuerte la estructura del Estado que Cristina 
ya había engrosado: Hoy tiene 21 ministerios, 87 secretarías de 
Estado, 207 subsecretarias de Estado y 687 direcciones nacionales
 y generales, según lo confirma un estudio de la Fundación Libertad 
y Progreso (LyP) y se puede constatar en la página web mapadelestado.modernizacion.gob.ar.
Por caso, la cartera de Modernización tiene cuatro secretarías, nue
ve subsecretarias y 92 direcciones. Presidencia tiene cuatro
 secretarías, más un Consejo Consultivo de Políticas Sociales y
 la AFI, 10 subsecretarías y 100 direcciones. La Jefatura de Gabinete,
 cinco secretarías, más el Plan Belgrano -que creó tres "coordina
ciones"- y el Sistema Federal de Medios, más nueve subsecreta
rías y 79 direcciones.
Existen 43 secretarías y subsecretarías de Coordinación, el caba
llito de batalla de la gestión PRO, que hace de las reuniones de
 "coordinación" un culto costoso en recursos humanos y tiempo 
de los funcionarios.
Otro tanto ocurre con la multiplicación de dependencias para 
realizar la misma tarea: Para atraer inversiones se superponen 
la Agencia Nacional de Inversiones (Producción); la Secretaría 
de Relaciones Económicas Internacionales (Cancillería; la Secre
taría de Mercados Agroindustriales (Agroindustria) y la Secretaría
 de Promoción de Inversiones (Cancillería).
Incluso ocurre a nivel ministerial. Por fuera de la Cancillería, Macri 
designó al secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, con
 2 subsecretarías y 4 direcciones, para que se dedique exclusiva
mente a las relaciones exteriores. Antes no existía esa dependencia.
Mientras que la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley,
 también preside un Consejo Nacional de Políticas Sociales en la
 Presidencia de la Nación que tiene 23 direcciones nacionales, para
 hacer exactamente lo mismo que hace su cartera.
Por eso, cada vez más economistas, incluso los cercanos al gobier
no, advierten que en estos términos es imposible que la economía
 sea sostenible. "La verdadera discusión es que el gasto público 
es insostenible, como es insostenible genera un sistema impositivo
 impagable. Y como genera un sistema impositivo impagable las 
empresas no pueden competir. Entonces no le echemos la culpa al
 Banco Central", aseguró en una entrevista en radio Mitre, el ex vice
presidente del Banco Nación, Enrique Szewach.
Mientras que este martes, José Luis Broda agregó: "El enfermo está
 grave. Acá no hay plan A ni plan B, esto es insostenible en el largo
 plazo. No se puede tener creciente déficit fiscal, financiado 
mangueando ahorro externo y al mismo tiempo una tasa de inflación
 declinante. Es inestable".

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