viernes, 28 de julio de 2017

En el oficialismo aceptan que por ahora pierden, pero son optimistas en revertir la tendencia

Aunque preocupados porque los números hoy no son los que 
vaticinaban hace apenas un par de meses, en Cambiemos confían 
en que la tendencia pueda revertirse, sobre todo en las elecciones
 de octubre. De todos modos, aseguran que “el mínimo error puede
 ser una catástrofe”, y hay disidencias de la Provincia con algunos 
análisis que se hacen en el gobierno nacional.
En el oficialismo aceptan que por ahora pierden, pero son optimistas en revertir la tendencia
En ninguna de las encuestas que maneja por estas horas el oficialismo 
los candidatos de Cambiemos le ganan a Cristina Fernández. A manos
 de los principales dirigentes del espacio llegan con asiduidad trabajos
 de Isonomía, Poliarquía y la encuestadora que maneja Jaime Durán 
Barba. También hace estudios para el gobierno Julio Aurelio.

En todos los casos, la expresidenta se impone, con un margen que va

 entre uno y tres puntos, a Esteban Bullrich. También, en todos los ca
sos, la marca Cambiemos tiene una mejor performance que cuando se
 pregunta por el nombre de los candidatos. Y en todos los casos Sergio
 Massa aparece por debajo de los 20 puntos.

Los números obviamente preocupan en el gobierno provincial, y es 

por ello que en calle 6 no comparten algunas consideraciones que 
se hacen en el gobierno nacional y que los propios dirigentes de Cam
biemos cercanos al presidente Macri han dejado trascender en los 
medios de tirada nacional. “Esa teoría de la ‘derrota digna’ a nosotros
 no nos va”, le confesó a La Tecla un funcionario del equipo de María
 Eugenia Vidal.

No obstante, en el entorno de la Gobernadora creen que si el margen 

es sólo de dos o tres puntos todavía hay tiempo para revertirlos en las
 dos semanas de campaña que restan, aunque reconocen que es
 difícil transportar en modo votos la buena imagen de Vidal a la boleta
 con el nombre de Bullrich.

“Si estamos en un empate técnico con un nivel alto de desconoci

miento tanto de Bullrich como de Gladys González, ¿por qué no se 
van a sumar esos puntos que faltan en estas dos semanas con esta
 campaña en la que Vidal los está haciendo más conocidos?”, refle
xionaron en la Gobernación,
También en el oficialismo legislativo coinciden en que “hay mucha

 confianza en que en octubre se obtenga un triunfo aunque ahora
 en las PASO Cristina saque algún puntito más que nosotros”.
Con todo, los números son analizados día a día en el búnker oficia

lista, y pese a esa percepción de optimismo futuro a nadie es ajeno
 que las cifras poco han variado en las últimas semanas, y las fluc
tuaciones son demasiado pequeñas.

Por eso hay un temor constante en que los errores del gobierno na

cional condenen a una derrota en la Provincia. Macri, empujado en
 la estrategia de Marcos Peña, incrementa sus salidas al territorio
bonaerense pero las compensa con recorridas por el resto del país;
 pues Cambiemos a nivel nacional ya se ataja, y en común escuchar 
en la Casa Rosada que “la elección en la Provincia puede llegar a 
perderse pero Cambiemos va a ganar a nivel nacional”.

Cualquier argumento parecido a este pone los pelos de punta a los 

armadores políticos de la Gobernadora. Por nada del mundo, y tam
bién con una visión de futuro, aceptan la teoría de la “derrota digna”
 o por poco margen. Saben que una derrota en octubre sonará al
 principio del fin, por más que las mismas encuestas que los hacen
 sufrir de cara a la elección les digan que Vidal sigue siendo la figura
 política con mejor imagen del país.

Algunos todavía esperan para dónde va a dispararse el efecto De 

Vido. Después de que el Congreso avanzara en una sesión casi vana
, porque de entrada el oficialismo reconoció que no tenía los núme
ros para destituir al ex ministro, en el Gobierno esperan que la derro
ta sea un triunfo de la búsqueda de la verdad sobre la corrupción, y
 que el que quede mejor parado sea Cambiemos. No todos en el 
oficialismo coinciden. Para algunos es otro error de los muchos 
cometidos en los últimos meses, que ponen en riesgo el éxito elec
toral en el territorio emblema.

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