La mayoría de las encuestas muestran arriba a Cristina Fernández,
pese a que la diferencia con la fórmula de Cambiemos es de apenas
unos pocos puntos. Por eso es que los dirigentes oficialistas,
candidatos o no, intentan, cada vez que pueden, contradecir los
números.
res, es de años de caminar en la calle, hablando con la gente", lanzó
Lilita Carrió en una reciente entrevista televisiva, aunque al llegar
al Hotel Corregidor de La Plata, lo que cosechó de la calle fue un
dos a uno en contra.
Ya esperaban Bullrich, Mor Roig, Píparo y Vidal en el interior. Falta
ba la candidata a diputada por la Ciudad de Buenos Aires. Hasta
que por ahí llegó. Se acomodó la ropa, se estiró y se aprestó a sa
ludar a su gente cercana, entre ellos Toty Flores y Maricel Etche
coin Moro, que aguardaban afuera.
"Aguante Cristina", gritaron desde un auto, en lo que fue el 1 a 0
en contra para la legisladora chaqueña. El empate no tardó en lle
gar. Un señor y una señora de unos setenta pirulos se fotografia
ron juntos y separados con Carrió. "Si no sale o la saco mal, me
quedo sin marido", soltó sonriente la dama, mientras intentaba ha
cer foco en el señor y Lilita.
Se terminaba la percepción callejera, pero ya remontadas las esca
leras de entrada del hotel y antes que la puerta automática se abrie
ra de par en par, la blonda diputada iba a encontrarse con la derrota.
Un muchacho de unos veinte años asomó la cabeza por la ventanilla
de un auto y con voz ronca (tal vez había salido anoche a festejar el
Día del Amigo o tal vez no) espetó un contundente "Cambiemos na
da, cada vez estamos peor".
Pitazo final y perdió Carrió, que en esos diez metros que recorrió
desde el auto hasta el ingreso (tres minutos aproximadamente),
cosechó y se llevó de vuelta para la Ciudad, dos cachetadas y un
mimo, aunque este último valió por dos, pues en el jubilado matri
monio, claramente, ambos era pro Cambiemos.
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