domingo, 9 de julio de 2017

Marcos y Vidal buscaron motivar a sus candidatos y disipar el fantasma de un triunfo de Cristina

LPOLes pidieron evitar "la cuestión culposa" convenciéndolos de
 que el Gobierno hace las cosas bien.
María Eugenia Vidal cerró este sábado una cumbre con unos 500 precandidatos bonaerenses de Cambiemos, a quienes buscó motivar 
y convencer de que el Gobierno hizo las cosas bien. Lo hizo en un 
clima caldeado por el miedo subyacente de un triunfo de Cristina 
Kirchner, primera en casi todas las encuestas.
La gobernadora fue la última en llegar y lo hizo después de que la
 gente de seguridad desmontara un inflable gigante de su cara que
 llevaron algunos militantes hasta la entrada al salón La Enramada 
de Gonnet. No es nuevo: lo llaman "La Vidal" y algunos recuerdan
 que ya lo mostraron en otros de sus actos en La Plata. "No todos lo
 llegamos a ver, pero adentro se hablaba de ese inflable, que encima
 no se parece en nada a Viddal", confió a LPO un dirigente que estuvo 
en la cumbre.El encuentro arrancó este mediodía en La Plata y estuvo 
rodeado de hermetismo, al punto de que -salvo las primeras líneas-
 los dirigentes debían hacer "check in" con su documento para poder
 ingresar. 
El objetivo del evento era delinear estrategias de campaña, aunque como 
contaron a este medio, la principal bajada de línea fue de carácter "súper motivacional". Se buscó convencer a todos los dirigentes de que la 
elección de octubre se puede ganar.
Marcos les dijo a los 
dirigentes que no sien
tan 'culpa' y eviten en
gancharse en discusio
nes estériles con
 aquellos que hicieron
 todo mal.
Marcos Peña fue el enviado de Mauricio Macri para arengar a la tropa. El jefe de Gabinete dijo que lo principal es no "engancharse" en discusiones estériles y exigió a los presentes "evitar la cuestión culposa" al encarar los debates.
"No tengan culpa, porque estamos haciendo lo que hay que hacer y lo estamos haciendo bien. Es natural que haya angustia cuando esperás hace 40 años que te cambien la vida", afirmó y después pidió "no dejarse correr por los que hicieron todo mal y solo pueden ofrecer miedo y resignación".
Omnipresente, la figura de Cristina Kirchner condicionó todo el encuentro. 
No se la mencionaba en los discursos -aunque algunos la nombraron en
 el marco de la enumeración de todos muchos otros candidatos- pero todo
 el tiempo se hacía alusión a ella y a no volver al pasado.


En muchos de los candidatos, sobre todo en los del Conurbano, hay desa
zón ante la cantidad de encuestas que ya dan como ganadora a Cristina.
 Hasta hace unos meses, ellos mismos imaginaban un panorama más alen
tador en el que la ex Presidenta no iba a competir o si lo hacía tendría un 
techo más bajo. Ahora lamentan que la insistencia en el discurso de la 
polarización pueda terminar jugándoles en contra. 
Por eso, en sintonía con Peña, Vidal les pidió a sus candidatos que abor
den a la gente con la convicción de que el Gobierno está haciendo "lo
 mejor". Lo hizo en un escenario junto a sus candidatos Esteban Bullrich,
 Guillermo Montenegro, Gladys González, Graciela Ocaña y Héctor "Toty"
 Flores.
En un discurso en el que no se olvidó de citar a Mauricio Macri y habló
 con su habitual tono tranquilo, Vidal enumeró las "tres palabras clave"
 para que Cambiemos la "rompa" en la elección: "Orgullo sin soberbia,
 convicción con compromiso y amor".
Bullrich destacó que, junto a sus compañeros de lista, "ninguno 
querría estar en ningún otro lugar, a pesar de la dificultad y de la 
enorme pelea que tenemos por delante".

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