lunes, 23 de julio de 2018

Radicales: alineados, pero con quejas a la coalición

Por lo bajo, dirigentes radicales expresan su descontento con el funcio
namiento de Cambiemos en la Provincia y protestan por la centralidad 
en la toma de decisiones y la falta de debate interno.
Radicales: alineados, pero con quejas a la coalición
Con la certeza de que habrá ajuste para cumplir con el FMI, elradi
calismo quiere tener parte en la discusión: dónde se va a hacer y 
cómo. Si bien en la jurisdicción que gobierna María Eugenia Vidal no 
se experimentó la misma tensión que a nivel nacional en los últimos
 días, sí hay cierto malestar que se arrastra desde hace tiempo.

Una mesa común para discutir todo. Eso es lo que reclama, también, 

el radicalismo bonaerense, aunque por lo bajo. Son conversaciones 
subterráneas, informales, que llegan de manera esporádica a oídos
 oficiales.

En público, los dirigentes reconocen que la falta de consulta que el 

centenario partido alega en el orden nacional (que le plantearon  los
 gobernadores radicales y Ernesto Sanz a Mauricio Macri en la Quin
ta de Olivos) no se traslada a nivel provincial.

“Cambia la situación en la Provincia porque el vicegobernador está 

sentado en el Gabinete”, respondieron desde la cúpula de la UCR 
Provincia ante la consulta de La Tecla. La declaración la repitieron
 legisladores de extracción radical. “En la Provincia hay un diálogo 
constante”, respondió a este medio Daniel Salvador, titular de la
 UCR Provincia.

Como asignatura pendiente, varios señalan un aspecto que consi

deran medular: la institucionalización de Cambiemos como coali
ción en la provincia de Buenos Aires. Está claro que Salvador par
ticipa de las reuniones de gabinete y está al tanto de la marcha de 
la gestión, pero no que su participación represente una inserción 
significativa en las políticas de gobierno.

Para los que buscan una mesa de Cambiemos sostienen que debe 

servir para discutir propuestas, ideas a implementar; donde se elijan
 los principales funcionarios del gobierno y desde donde se conduz
ca la estrategia electoral. “Lamentablemente, estamos lejos de eso”, 
le dijo una fuente a este medio.

Esa institucionalización, remarcó un boina blanca, descomprimiría

 las fricciones y los conflictos internos. “No es lo mismo reunirse 
cada tres meses, cuando te llaman, que en encuentros periódicos, 
ya fijados, donde se discute todo”, reflexionó.

Que la cúpula tenga un diálogo fluido con el jefe de Gabinete, Fede

rico Salvai, y la misma Gobernadora es un aspecto que, por otro
 lado, destacan desde los pasillos legislativos. Sin embargo, también 
desde quienes ostentan bancas legislativas hay cierta incomodidad 
en el tratamiento de algunos temas.

Más allá del reclamo del radicalismo al PRO gobernante, otros pre

fieren que tomen envión los propios reclamos internos. La falta de
 reuniones frecuentes para discutir avances y aportes a la gestión
 de María Eugenia Vidal son observaciones que se les hacen a las 
autoridades del partido de Leandro Alem.

A varios legisladores, toda-vía les dura la bronca por lo que ocurrió 

con Farmacity. El proyecto del massista Lisandro Bonelli para decla
rar de carácter “taxativo” las actuales limitaciones que tiene la 
cadena para desembarcar en la Provincia puso en aprietos a más 
de un radical. La ley 10.606, que establece ese requisito, se aprobó
 a instancias del ex gobernador radical de la Provincia , Alejandro 
Armendáriz.

“A veces, ese diálogo de funcionarios no trasciende hacia abajo y 

genera mucho ruido. No todos pensamos lo mismo, y no queda mu
cho margen para seguir tensando”, apuntó un legislador. La declara
ción de limitación contra Farmacity se aprobó con la unión de la opo
sición y gracias a que cuatro legisladores de Cambiemos -tres de 
ellos radicales- se ausentaron. Varios correligionarios hubieran que
rido hacer lo mismo.
Con todo, las diferencias internas del radicalismo pueden alcanzar 

mayor visibilidad en los próximos meses. El 29 de octubre serán las 
elecciones internas, en las que Daniel Salvador buscará obtener res
paldo a su figura. Sin embargo, algunos piden un cambio. Y que “el 
jefe” partidario no sea alguien con cargo, tal como señaló días atrás 
Ricardo Alfonsín a La Tecla. Varios sectores coinciden en que no pue
de permitirse división alguna. De todos modos, los reclamos no desa
parecen.

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