martes, 28 de agosto de 2018

Crece la polémica por el corte de Bonadio a la causa y advierten que no corre la prescripción

Todavía no hay explicación clara de por qué el juez decidió investigar
 hechos entre 2008 y 2015.
Crece la polémica por el corte de Bonadio a la causa y advierten que no corre la prescripción

La revelación de LPO sobre la polémica decisión del juez Claudio 
Bonadio de acotar la causa de los cuadernos al período 2008-2015
 (lo que deja afuera de la investigación a la familia Macri y a Techint)
 desató un fuerte debate sobre la prescripción o no de los delitos 
relatados por el chofer Oscar Centeno y admitidos por varios 
"arrepentidos".
El inicio de la polémica fue la extraña decisión del magistrado de 
difundir a través del CIJ un "resumen" de la causa, en el que sin
 explicación alguna señala que la presunta asociación ilícita coman
dada por Néstor y Cristina Kirchner y Julio De Vido dedicada a pedir 
sobornos a contratistas de obra pública actuó "entre los años
 2008 y 2015".
Como explicó este medio, la elección de ese período en principio
 dejaría afuera de la investigación parte del relato del chofer
 Centeno y testimonios claves como los de Claudio Uberti, que
 integró el gobierno hasta 2007. Ex titular del Órgano de Control 
de Concesiones Viales (OCCOVI) y hombre clave por aquellos
 años del equipo de De Vido, declaró ante el fiscal Carlos Stornelli 
que desde la esfera más alta del poder estaban "al tanto" del 
traslado de los bolsos con dinero.

Además, detalló con mucha precisión los sucesivos pagos de coimas
 que realizó Techint a través de Luis Betnaza y también involucró en
 el pago de sobornos al fallecido empresario José Relats, operador a
 través de su hija del elegante Hotel Los Sauces del Calafate, 
proyecto personal de la ex presidenta. Ambos hechos se produjeron
 en el 2007, por lo que la decisión del juez dejaría fuera de esta 
causa tanto a Betnaza como a Héctor Zabaleta, con la curiosidad 
que ambos confesaron la veracidad de los hechos relatados.
Otro testimonio clave fue el de Carlos Wagner, el ex presidente de la
 Cámara Argentina de la Construcción que mencionó a varias 
empresas en el circuito de las coimas y por eso podría salpicar 
incluso a la familia del Presidente. Habló de un sistema que empezó
 en 2003 de mesas de cartelización y reparto de obra pública en
 base al pago de coimas, del que ya en 2004 participaba Iecsa. En 
ese entonces, la firma no estaba a nombre de Ángelo Calcaterra 
sino de la familia Macri.
Se trata de al menos dos testimonios que podrían ser impactantes
 para desentrañar el esquema de corrupción del kirchnerismo y de 
los empresarios de obra pública, pero que ahora aparentemente 
quedarían en la nebulosa por la decisión de acotar el período. Esto 
siempre teniendo en cuenta la escasa información suministrada por
 Bonadio, polémica sobre todo porque no se conoce la justificación
 de porque se corta la investigación en 2008.

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