viernes, 3 de agosto de 2018

Empresarios creen que detrás de los cuadernos está la idea de Macri de ir contra el "club de la obra pública"

Los empresarios sospechan que es un mensaje al sector y ven la mano
 del Gobierno detrás de la denuncia.
La tensión y el temor que corrieron entre los principales empresarios
 de la obra pública por la razzia del juez Claudio Bonadio, mutó en las
 últimas horas a bronca y sospechas por lo que creen que podría ser
 una maniobra del Gobierno para perjudicarlos y empujar una vieja
 idea de Mauricio Macri de terminar con el "club de la obra pública".
El Presidente mantiene una vieja desconfianza con varios de los pesos
 pesados de la construcción local, un recelo nacido en su paso por
 el mundo privado. Apenas llegado al Gobierno, Macri se entusiasmó 
con un plan para barrer a la "patria contratista" y darle el grueso de la
 obra pública a firmas grandes de Estados Unidos, como contó LPO en
 ese momento, y que las locales queden como socias en un segundo 
plano.

Pero las urgencias de la economía lo obligaron a apostar a agilizar al 
sector con los históricos actores locales. La apuesta luego fue
 incorporar a los internacionales a través del programa de Participa
ción Público Privada, que en su primera experiencia incorporó tímida
mente a empresas extranjeras. Ahora, con la necesidad de ajustar
 fuerte el gasto público, los PPP son la principal esperanza del Gobierno
 para mantener la actividad y para eso necesita sí o sí seducir a
 firmas foráneas.
En ese contexto se da el Lava Jato de Bonadio, que amenaza con 
salpicar a todos los empresarios que hicieron negocios durante el
 kirchnerismo, es decir a todo el "club de la obra pública". 
En los operativos ordenados el miércoles por el juez, hubo 
allanamientos en 30 empresas del sector de la construcción,
 incluidas algunas de las más importantes como Techint, Roggio,
 Corporación América, Supercemento y MSU. Además de las más
 complicadas en la causa como Electroingeniería, Iecsa, Isolux, 
Albanesi y Esuco. 

Fuentes del sector dijeron a LPO que creen que la causa que destapó 
el ex chofer de Roberto Baratta es "un mensaje del Gobierno a todo
 el sector de la construcción" y hasta hablan de una guerra 
declarada contra las constructoras, que -según comentan- empezó
 con el impulso a los PPP para desarmar todo el esquema de
 adjudicación, aunque implique que las obras terminarán costando 
el triple.
A la defensiva, en algunas de las empresas allanadas comentaron a
 este medio que no saben de qué los acusan Bonadio y Stornelli, y
 repiten que no les dieron precisiones de lo que estaban investigan
do. Incluso, en uno de los grupos contaron que los efectivos que
 hicieron el operativo no tenían claro en cuál de las firmas tenían que
 solicitar la información y prácticamente se fueron con las manos
 vacías. Como adelantó LPO, también tienen sospechas de forum
 shopping.

Además, dicen que les llama la atención el comportamiento del
 chofer Centeno, que presuntamente durante años escribió en
 cuadernos los movimientos de Baratta en la recaudación.
 Deslizan que podría tratarse de una operación de inteligencia
 por lo metódico de esas anotaciones (cuyos originales todavía 
no aparecen) y por la extraña existencia de un bache de dos años
 en los cuadernos. Centeno es un ex militar, lo que alimenta esas
 suspicacias.
Como sea, a la bronca contra Bonadio y Stornelli y las sospechas 
de una jugada de Macri, entre los empresarios hay también extre
ma preocupación por el futuro de sus negocios. Por un lado, por
 la sensación de que el Gobierno quiere correr a firmas locales de
 obras importantes como las represas de Santa Cruz, donde 
pretenden desplazar a Electroingeniería. 
Por otro, porque al estar involucrados en este causa se podría
 complicar su acceso al mercado, como en el caso de los PPP. Un
 actor importante del sector desparramaba furia en los últimos días
 por las explicaciones que tendrá que darle a sus accionistas. 

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