lunes, 20 de agosto de 2018

Impulsada por Flavia Delmonte Una colegiatura que abrió otra grieta

Cambiemos amasa un proyecto en el Senado para crear el Colegio
 de Enfermeros de la provincia de Buenos Aires, y el peronismo
 arma la resistencia en la Cámara de Diputados. Claves, 
protagonistas y argumentos de una lucha que se avecina.
Una colegiatura que abrió otra grieta
El proyecto para crear un Colegio de Enfermeros en la provincia 
de Buenos Aires logró estado parlamentario hace pocos días y ya
 disparó polémica. La iniciativa, que fue , tiene como punto de
 origen el Senado bonaerense y yace para discutirse en la 
comisión de Salud, que preside Julieta Centeno.

Con la llave de la Cámara Alta en ma-nos del oficialismo, el

 peronismo ya hizo su propia lectura de cómo va a venir pa-rida
 la discusión parlamentaria y apuesta a unir fuerzas en Diputados,
 el recinto donde puede terciar la conversa. Para ello montó
 guardia junto con gremios y sindicatos que nuclean a los 
enfermeros. Del otro lado de la vereda, el bloque uniforme que
 responde al Gobierno no se quedó atrás e hizo lo propio con
 asociaciones del mismo rubro.

Así, la Asociación de Enfermeros de La Costa, la Asociación de 

Licenciados y Docentes de Enfermería de la Provincia de Buenos
 Aires, la Asociación Civil de Enfermería Zona Norte y la Sociedad
 Argentina de Enfermería Legal y Forense enarbolan junto con
 Cambiemos la puja por la creación del Colegio, mientras que -por 
el lado del peronismo- sindicatos de la actividad, entre los que se
 destacan
el de Salud Pública y la Asociación de Trabajadores de la Sanidad 

Argentina, tensan la cuerda para arrastrar esa colegiatura en una
 nueva propuesta: la creación de la Dirección de Enfermeros de la
 Provincia.

Dentro de la puja discursiva, como era de esperarse, afloran las

 interpretaciones y prejuicios políticos tanto de aquellos que propo
nen como de los que se oponen. En diálogo con La Tecla, la legisla
dora del oficialismo Flavia Delmonte habló sobre las bondades de
 la colegiatura y aseveró que “busca poner en valor la profesión y
 darle las herramientas para que estén en igualdad de condiciones 
frente a una deuda histórica de todos los bonaerenses”. En este
 punto en particular sostuvo que “la iniciativa garantiza la capacita
ción constante, que se le hace muy difícil a los enfermeros que están
 en relación de dependencia con los estados municipales”.

Por el lado del peronismo, en cambio, hacen foco en la matriculación 

que la iniciativa contempla. En una entrevista que este medio mantuvo
 con Guillermo Escudero, el diputado del bloque PJ Unidad y Renova
ción aseveró que “lo que está claro es que quieren generar una cole
giación para cobrar una matrícula. Hoy, muchos psicólogos están
 protestando porque la matrícula del Colegio de Psicólogos no te ge
nera otra cosa que estar matriculado y te exige tener que estar pagan
do la Caja de Psicólogos. Esto, trasladado a la enfermería, sería un
 agravante, porque en un 95%, los enfermeros trabajan en relación de
 de-pendencia y con escasos sueldos”.

Además, el legislador le cayó a la re-presentatividad de las
 asociacio
nes que empujan el proyecto. En tal sentido sostuvo que “no repre
sentan ni el 15% de los enfermeros que ejercen dentro del territorio
 bonaerense”.

Como si fuera poco, Pedro Borgini, secretario general de ATSA La

 Plata, se metió en la conversación para seguir criticando la
 iniciativa que se gesta en la Cámara Alta: “En uno de los artículos
 habla de un ente que se crearía para controlar a los enfermeros, y
 se les aplique algún tipo de falta en la profesión que los podría
 llegar a suspender por dos años”.

Frente a la aparición en la diatriba de la parte sindical, la propia

 Delmonte ya abrió el paraguas y señaló que los gremios visualizan
 un “miedo absurdo” a perder representatividad mediante la
 implementación de una colegiatura. No obstante reconoció que 
“si los enfermeros se agrupan merecen tener autonomía, como
 casi todo el resto de los profesionales de la salud”.

En efecto, las sospechas cruzadas ha-cen al oficialismo y la opo

sición mantener alta la guardia, y cada contraargumento devela 
que detrás de las posturas que cada parte sostenga para velar por
 la profesión coexisten -bajo la alfombra- intereses políticos que
 les caen más simpáticos a unos u otros. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario