lunes, 29 de abril de 2019

Alfonsín juega con la desesperación de Marcos Peña y agudiza la crisis política del Gobierno

El Jefe de Gabinete de la Nación dejó de lado su impronta sectarista
 y decidió expandir el juego a nuevos actores de la coalición. Sin em
bargo, las reuniones no tuvieron el impacto esperado. Incluso, el líder
 del espacio radical disidente lo plantó dos veces en tres días.
Alfonsín juega con la desesperación de Marcos Peña y agudiza la crisis política del Gobierno
El gobierno de Mauricio Macri no logra escapar a las crisis. La dur
 interna que vive Cambiemos a nivel nacional, se sumó al impacto 
negativo de la caída del consumo, la creciente inflación, el incremento
 del dólar y el récord del riesgo país. Así, la gestión presidencial no 
logra sortear las tormentas y hunde sus aspiraciones electorales ante
 los problemas que lo llevó sus propias decisiones.
Claro, si bien la mirada del gobierno esta centralizada en el andar de
 la economía y por ello decidió, una vez más, modificar la estrategia
 para contener el incremento del dólar, la política no se mantiene ajena
 a Balcarce 50. Así, mientras Guido Sandleris (titular del Banco Central)
 anuncia la liquidación de dólares por fuera del techo de banda, el jefe
 de Gabinete, Marcos Peña, se vio obligado a cambiar su impronta.
En definitiva, el jefe de los ministros dejó de lado el sectarismo que lo 
caracterizó durante los tres años y medio de gestión para abrir el juego
 a nuevos actores. Vale recordar que, la mesa chica de tres patas (Macri,
 Jaime Durán Barba y Peña) fue la que eyectó del Gobierno al presiden
te de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y sus alfiles.
En ese sentido, ante los crecientes rumores de un quiebre en Cambie
mos, impulsado por el sector disidente de la Unión Cívica Radical, Peña
 mutó. También lo hizo Macri, quien profundizó sus charlas con Martín
 Lousteau, uno de los autoproclamados candidatos a la vicepresidencia
 de la Nación. Las dos patas centrales de la mesa chica oficial abrieron 
el juego para calmar los ánimos divisores y contener a la tropa. Lograr 
en la política, lo que no consiguieron en la economía.
Con dicho panorama, en la última semana y después de tres años sin 
sentarse mano a mano con el siempre crítico Ricardo Alfonsín, el Jefe 
de Gabinete lo convocó a su oficina en el primer piso de la Casa Rosada.
La cita fue programada para el último miércoles y no se realizó. Tanto
 desde el gobierno como desde el espacio del ex diputado, coincidieron
 en que la cita se modificó por “problemas de agenda”. Allí mismo, los 
dirigentes acordaron verse las caras el viernes 26 de abril. La reunión se
 programó por teléfono y por la misma vía se canceló a la hora y media 
de haberse cerrado.
Lo llamativo es que la llamada para cancelar el segundo encuentro se
 realizó desde el espacio del ex diputado nacional. Conforme a lo que 
pudo saber LaTecla.info, al rato de acordar con Peña una reunión, el hijo
 del ex Presidente recordó que debía presentarse en Mar del Plata y no
 podía suspenderlo.
Como si fuera poco, la presencia de Alfonsín en “La Feliz” tenía como
 objetivo presentar la precandidatura de Mario Rodríguez como candida
to a intendente por el “Espacio de Pensamiento Alfonsinista”. Lo con
trario a lo que buscó Peña con los llamados a las reuniones para calmar
 la interna en Cambiemos.
El espacio que conduce Alfonsín tomó nota de la crisis que vive el 
Gobierno y busca llevar agua para su molino. Ahora, el ex diputado 
tomó el tiempo de Marcos Peña y juega con la desesperación del 
Jefe de Gabinete mientras dilata las reuniones y profundiza los plan
tazos.
Después de varios años con quejas y reclamos de mayor participa
ción, el alfonsinismo fue convocado a ser parte de la discusión en la
 peor crisis que vive Cambiemos. La rosca ganó la pulseada y buscan 
sacar ganancia de la desesperación de Peña.

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