martes, 10 de septiembre de 2019

La sociedad argentina y el acceso a los alimentos básicos, una relación que empeora cada vez más

La situación social y económica es complicada. No es ninguna
 novedad. Por eso desde la oposición, entre otras cosas, se
 reclama por la emergencia alimentaria. Como para acompañar 
ese reclamo, el Observatorio de Políticas Públicas de la Univer
sidad Nacional de Avellaneda realizó un pormenorizado análisis
 sobre la aguda situación en materia de acceso a los alimentos
 básicos. 
En particular, en el informe (ver completo más abajo), se indagó 
al respecto de la separación entre los precios de alimentos y el
 promedio general de precios de la economía, tanto como en la 
evolución del poder adquisitivo de los ingresos respecto de los 
productos alimentarios básicos.
En la introducción se detalla que desde abril del año pasado que

 las familias vienen enfrentando los duros embates de la crisis
 económica que azota especialmente a los de menores ingresos.
 En esta coyuntura, los hogares deben recortar gastos superfluos 
y maximizar aquellos esenciales para la reproducción de los
 miembros del hogar en las mejores condiciones.
"En algunos casos, los ingresos llegan a comprimirse hasta

 presionar sobre consumos básicos como son los servicios pú
blicos (electricidad, gas, agua y transporte público) o incluso 
alimentos", se ejemplifica en el informe, y se agrega que "la
 inflación en alimentos se disparó por encima de la inflación
 general después de la maxi-devaluación iniciada en abril del 
2018, al punto de alcanzar la máxima diferencia en abril del
 2019, cuando los alimentos subieron un 66,2% interanual y el
 nivel general del IPC rondaba el 55,8%.
A su vez -siempre según el informe de la UNDAV el aumento de 
la indigencia es de 5,5 puntos porcentuales en un año, lo cual 
afecta a unos 3,6 millones de personas que no logran siquiera 
acceder a una canasta básica de alimentos, implicando un cre
cimiento de casi 1 millón de nuevos indigentes urbanos en 
apenas 1 año. Esta cuestión afecta en mayor medida a las niñas
, niños y adolescentes. En el caso de los niños y las niñas el 
ratio de indigencia se eleva al 10,9% y en el caso de los adoles
centes y jóvenes al 8,4% del total. De la misma forma, la pobreza
 lo hizo en un 46,8% en el caso de las niñas y los niños y en un 
38,6% en el caso de las y los adolescentes.

Por caso, la UCA estima que mientras en el 2015 el porcentaje 

de indigentes alcanzaba el 4,5%, pasó a alcanzar el 6,1% en 
2018. En el caso de los menores (0 a 17 años) el porcentaje pa
só desde el 7,8% hasta el 10,9%. Con lo cual, uno de cada 10
 niñas, niños y adolescentes en Argentina no llegarían a cubrir 
siquiera un consumo alimentario básico.

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