domingo, 9 de agosto de 2020

Massa gana poder en el Frente de Todos y extiende sus alianzas a todos los sectores

El tigrense fue clave en el proceso de renegociación de la deuda. También tuvo un rol importante en el tema Vicentin y ahora se metió de lleno en la dis

cusión por la reforma judicial. Su alianza con Máximo Kirchner.

Sergio Massa. Foto NA.

Por Bruno Costanzo



En el proceso de renegociación de la deuda, tal como sucedió con 
el tema Vicentin y también podría extenderse a la reforma judicial, 
se repitió un hecho que en el Frente de Todos adquiere cada vez 
más relevancia: Sergio Massa sigue ganando poder dentro de la
 coalición.

Considerado por Alberto Fernández como "el que más se preparó
 para gobernar la Argentina", Massa comenzó en el Gobierno con
poco capital: si bien en el reparto de lugares no le fue mal -aunque
 no logró colocar la cantidad de ministros que quería-, su imagen
 venía golpeada por el salto a última instancia que tuvo que realizar
 para no perderse en el ostracismo de la "ancha avenida del medio"
 que él mismo había fabricado.

Pero desde diciembre a la actualidad, el presidente de la Cámara de 
Diputados se mueve con destreza dentro de su lugar en el Congreso
 y enarbola sociedades con todo el arco político, de la mano de la
 alianza con Máximo Kirchner.

No faltan en la coalición de Gobierno de la que es socio quienes, des
de la parte más dura del espacio, critican sus movimientos y su exce
so de relaciones con el capital internacional, el empresariado, los me
dios de comunicación y hasta la oposición.
  
El tigrense armó, ni bien empezado el Gobierno, su propio equipo
 de economistas, con los que ya venía trabajando cuando se soñaba
 como presidente, para seguir tanto el tema de la deuda como poste
riormente el de la pandemia y el de la recomposición económica del
 país.
  
De ese círculo íntimo participaron, entre otros, el ex titular del Ban
co Central Martín Redrado, a quien se le vetó la posibilidad de ocupar
 el Ministerio de Economía por sus declaraciones contra Cristina 
Kirchner en la causa del dólar futuro, y el técnico Daniel Marx.
  
Por medio de sus amplios lazos con el capital financiero interna
cional, Marx ayudó durante el macrismo a los gobernadores provin
ciales a conseguir bonistas para colocar deuda en dólares y, en la
 reciente negociación que llevó a cabo Guzmán, también aportó su 
larga lista de contactos para llegar a una solución con los tenedo
res de bonos en dólares.
  
Rápido de reflejos, Massa no habla tanto como antes en los me
dios, tal vez por el desgaste que tuvo su imagen en los últimos años
 de derrotas políticas, pero aparece cuando un tema delicado entra
 en la agenda pública.
 
Tardó apenas minutos en asegurar que en Venezuela había una "dic
tadura" cuando Alberto Fernández puso la idea en duda y, esta se
mana, consideró que no era necesario ampliar el número de miem
bros de la Corte Suprema, un asunto que eventualmente deberá tra
tarse en Diputados.
  
También en la cuestión Vicentin hizo su jugada: eligió el silencio
 mientras todos hablaban de expropiación e intervención, metió al
 gobernador Omar Perotti en la discusión del asunto, quien trajo la
 "propuesta superadora" que finalmente no prosperó y convocó 
con velocidad, desde su rol de presidente de la Cámara, a las prin
cipales entidades agroindustriales para que trabajen en un proyec
to para aumentar las exportaciones y generar trabajo.
  
La chispa de esa primera reunión prendió rápidamente y la Cáma
ra Agroindustrial Argentina, tras un acuerdo de por medio con la 
UIA -otra entidad de buenas relaciones con el tigrense- generó un 
proyecto para, hacia 2030, llevar las exportaciones a 100 mil millo
nes de dólares y crear 700 mil puestos de trabajo en el mismo plazo.
  
Massa tomó el proyecto y prometió darle forma de ley para tratarlo
 con velocidad en el Congreso.
  
Además, sentó el mismo día del arreglo con los bonistas privados
 al presidente Fernández y a un reducido equipo de funcionarios, 
entre los que estaban Felipe Solá, Cecilia Todesca Bocco y Gustavo
 Béliz, con los titulares de la CAA con los que él se había reunido 
previamente.
  
El miércoles, además, se mostró junto a la ministra de Seguridad, 
Sabina Frederic, en medio de una inmensa polémica por el aumento
 del delito en la salida de la pandemia sobre todo en la Provincia de
 Buenos Aires, una situación que Massa conoce bien y que fue su
 insignia de campaña durante varios años.
  
Ahora que el Gobierno terminó de resolver el asunto de la deuda 
externa con privados, aunque todavía falta la otra mitad del asunto,
 que es el nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional 
(FMI), dentro del Frente de Todos se amplía el debate acerca de
 quiénes serán los protagonistas de la pospandemia, tanto en el 
área política como económica, debido al profundo desgaste que
 significó el coronavirus y a que, en 2021, serán las elecciones de
 medio término que funcionarán de línea de salida para un amplio
 abanico de dirigentes que se sienten presidenciables.
BUENOS AIRES, NA

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