martes, 10 de noviembre de 2020

Que vuelva el tren

 


Ramal que para, ramal que cierra. Hace algo más de 25 años se iniciaba el 

último de varios procesos de desmantelamiento de la red argentina de ferro

carriles; ni más ni menos que una de las ocho más extensas del mundo.

Pueblos enteros condenados al olvido, a vivir bajo una nomenclatura fantas

mal; a conjugar en pasado un tiempo de abandono tan presente que parecía

 irreal.

 Reactivar el sistema ferroviario argentino es reencender los motores de las

 economías regionales: es un horizonte para las PyMES; es tender puentes

 para el intercambio comercial y el turismo; es contribuir al armado de

 una matriz productiva moderna, eficiente y responsable con el cuidado

 del medio ambiente; una matriz que como Estado nos permita abaratar 

costos en materia de producción y comercialización de alimentos.

 Esta misma semana asistimos a varios anuncios alentadores en ese sen

tido. Uno de ellos, el que dio cuenta de los avances del proyecto que 

busca llevar el tren de carga al distrito de Berisso, más precisamente al 

Puerto La Plata, y a la terminal de contenedores TecPlata, que reciente

mente recibió al primer buque en realizar un servicio de importación y

 exportación desde ese puerto con destino a Asia.

 También hubo avances concretos en el proyecto de reactivación de ra

males en la provincia de Salta -con mejoras del transporte ferroviario de

 pasajeros interurbano-, una iniciativa que forma parte de un plan inte

gral para el desarrollo de un nodo logístico que prevé hacer realidad el

 "sueño de una vía comercial con salida al Pacífico".

 Desde el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales cele

bramos y promovemos activamente la reactivación y el desarrollo de 

la red ferroviaria como elemento dinamizador de las economías regio

nales. El tren es esencialmente una política social que debe planificar

se a muy largo plazo. La reconstrucción y activación de estas políti

cas son una prioridad en el gobierno de Alberto Fernández, y prueba 

de esto es que se hayan logrado estos avances concretos en plena pan

demia.

 Para eso fueron convocadas universidades, sindicatos, gremios, pro

ductores, empresarios, industriales, referentes sociales y organismos

 internacionales. Con todas las voces, con todos los actores, hoy po

demos ver los primeros resultados de un proyecto de bandera. .

 Como en todas las decisiones que tienen consecuencias directas en

 la vida de miles de vecinos y vecinas, la de reactivar ramales ferrovia

rios también requiere una evaluación pormenorizada de cada una de 

las realidades y necesidades locales. En otras palabras, no escapa a

 la necesidad de escuchar y tomar nota de las diferentes demandas e

 inquietudes para alcanzar de esa forma decisiones consensuadas.

 Es el caso del ramal La Plata – Pipinas, un proyecto vecinal que desde

 hace años busca la reactivación de "una herramienta clave para el de

sarrollo territorial, la equidad, la inclusión y el arraigo de miles de perso

nas", al que acompañamos activamente junto a la Fundación Ingeniería

 y a agrupaciones vecinales de distintas localidades.

 El ramal en cuestión une la capital de la provincia de Buenos Aires –

con cabecera en la histórica estación provincial Meridiano V de la ciudad

 La Plata- con la localidad de Pipinas, partido de Punta Indio, a lo 

largo de 115 kilómetros. La reactivación de ese recorrido beneficiaría

 en forma directa a 12 localidades que se levantan en torno a sus esta

ciones intermedias.

 Los saberes culturales y gastronómicos propios de cada una de esas 12

 localidades y estaciones pueden convertirse en atractivos para impulsar

 el turismo regional. Al mismo tiempo, esa reactivación generaría oportu

nidades concretas para los jóvenes en sus lugares de origen, que mu

chas veces se ven imposibilitados de trasladarse, de alquilar un departa

mento y de solventar sus gastos para estudiar.

 En definitiva, acercar el entramado universitario al ferrocarril es una for

ma de construir un futuro de juventudes ligadas al mundo del trabajo y a la producción.

 La reactivación de ramales ferroviarios es una política de estado de altí

simo impacto económico y social. Porque un tren que vuelve es una esta

ción que se abre; y una estación que se abre es trabajo y comercio en to

rno a esa estación.

 Es una oportunidad para emprendedores y productores; es generar

 demanda y nuevos nichos para actividades ligadas al turismo y a la

 gastronomía. En definitiva, cualquiera sea el ramal, lo cierto es que

 todas las vías conducen al mundo del trabajo y contribuyen a resolver

 la demanda de transporte público desde una perspectiva ambiental.

 Ahora frente al éxodo de las grandes ciudades, fenómeno que muchos

 describen como "efecto COVID", el tren asume un rol protagónico. 

Transformar las dos peores crisis a nivel mundial - pandemia y desem

pleo- en una usina de oportunidades, depende de todos nosotros. El 

tren de las oportunidades no pasa dos veces.

 

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