martes, 15 de diciembre de 2020

Reclaman un impuesto a las fortunas permanente en América Latina

 


De acuerdo a datos de un informe titulado "Ahora o nunca", que se pu

blicó en el mundo, un tributo a las riquezas podría recaudar un mínimo

 de US$26.504 millones al año entre una veintena de países de la región.

La Red Latinoamericana por Justicia Económica y Social (Latindadd),

 presentó esta este martes su informe “Ahora o nunca: Impuestos a la 

riqueza y las grandes fortunas en América Latina y El Caribe”, un estu

dio que plantea la necesidad de establecer tributos a los patrimonios

 más grandes del continente como forma de paliar las devastadoras 

consecuencias de la pandemia del Covid-19 y combatir la creciente desi

gualdad sistémica que afecta al continente.

Según el estudio, la crisis del coronavirus hará retroceder más de 15 

años la lucha contra la pobreza en la región: A finales de este año, 45 

millones de personas habrán caído en la pobreza mientras que el PIB 

se desplomará cerca de -9.1%.

Como contrapartida, los mil millonarios de la región aumentaron su 

riqueza en 48.200 millones de dólares solamente durante los primeros

 dos meses. Es decir, en el periodo más estricto de confinamiento.

 “Fueron los grandes ganadores de la crisis”, sostiene el texto de

 autoría de la economista Rosa Cañete, experta en Desigualdad.

De acuerdo a los cálculos realizados por Latinidadd, un impuesto a las

 grandes fortunas tendría un potencial de recaudación en 20 países de

 la región de US$26.504 millones al año, una estimación “conservadora”

 que podría llegar al doble incluso.

Este monto podría cubrir el acceso universal a la vacuna contra el 

coronavirus. “Otra alternativa posible para los fondos adicionales re

sultantes de los cambios tributarios analizados en el informe es finan

ciar, la vacuna contra la COVID-19, para de esa manera asegurar el 

acceso gratuito a toda la población de América Latina”, enfatiza el texto.

También se podría financiar por completo un bono contra el hambre en 

personas de extrema pobreza durante 6 meses en todo el continente; o ga

rantizar la cobertura universal de vacunas en la región, que según la 

Organización Mundial de la Salud (OMS) evitaría la muerte de 2,5 millones 

de chicos al año.

La riqueza en América Latina y el Caribe, la región más desigual del pla

neta, está híper concentrada en pocas manos y casi no tributa. El 41% de

 la riqueza lo tiene el 1% más rico, que solo aporta el 3.8% de la recauda

ción total.

“Uno de los problemas en América Latina es que la riqueza está escondi

da. En los datos, las figuras legales, en guardias fiscales en el extranjero 

o en el secreto bancario. ¿Cuál es la riqueza que controlan estas elites?”,

 planteó Jorge Coronado, de CNE (Costa Rica), uno de los tres expositores

 que presentaron el texto.

“¿Cómo enfrentamos estos desafíos en una caída tributaria? Tenemos un

 amplio espacio para gravar, con sectores que se han beneficiado en los

 últimos años, que tiene más milmillonarios, como el sector de alimentos,

 tecnologías o el financiero. Todos esos ámbitos deben colaborar más, 

no quienes están en la pobreza”, sostuvo Verónica Serafini, de Latindadd 

(Paraguay) durante su presentación.

La crisis también golpea las arcas públicas, donde la recaudación dismi

nuirá del 18,5% del PIB regional en 2019 a un 17,0% del PBI este año. “Es

ta baja genera Estados nacionales con poca capacidad de incidir en la 

distribución del ingreso, en la garantía de derechos económicos, sociales

 y culturales y, por lo tanto, también en la respuesta a la crisis”, sostienen.

El documento señala que: “Actualmente el 50% de los ingresos tributarios 

de los países de la América Latina y el Caribe proviene de impuestos al con

sumo, que no discriminan entre ricos y pobres y por lo tanto llegan a aumen

tar la desigualdad. En comparación, los ingresos tributarios en la OCDE de

penden tan solo un 33% de este tipo de impuestos”.

“Queremos derribar ciertos mitos que siempre se mencionan a la hora de

 tocar estos temas. La pandemia ha sido una muestra de cómo se salvan 

solo los ricos y los pobres quedan condenados a no desarrollarse”, sos

tuvo Adrián Falco, de Fundación SES (Argentina)

“La baja de impuestos a los bienes personales, que en Argentina pasó 

del 0,4 al 0,2 % rompe el mito de que el aumento de impuestos no trae 

inversiones. En Argentina en los últimos cuatro años el impuesto bajó,

 y las inversiones no vinieron” desmitificó Falco. 

Es por todo ello que Latinidadd plantea a los gobiernos de la región la 

necesidad urgente de una reforma tributaria integral que incorpore un

 impuesto a las grandes fortunas permanente.

BUENOS AIRES, NA

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