domingo, 13 de junio de 2021

Se dio por terminado el ajuste de Guzmán y ahora viene la lluvia de pesos para la reactivación

 


Infobae

Ya comenzaron los planes expansivos que apuntan a poner más plata en

 los bolsillos. Fuerte impulso a planes sociales y reapertura de paritarias. 

Sin avances en la negociación con el Club de París y el FMI

Martín Guzmán arrancó el año con un fuerte ajuste fiscal, a fuerza de nuevos impuestos (como el “aporte solidario”) e ingresos extraordinarios por las

 retenciones. El déficit primario de los primeros cuatro meses del año ape

nas llegó a 0,2% del PBI. Pero ese colchón financiero ya se empezó a gas

tar y pronto no quedará nada. Cueste lo que cueste, el objetivo es ganar 

las elecciones legislativas y para eso el kirchnerismo recurre a su vieja fór

mula: poner plata en la calle, sin medir demasiado los costos.

Llamarlo “plan” sería demasiado pretencioso. Pero sí está claro que es el

 camino elegido para transitar estos meses antes de las elecciones legisla

tivas. Se trata de jugar con la “ilusión monetaria”, es decir aumentar los

 ingresos actuales y generar la idea de una mejora real en el bolsillo que

 no es tal. Luegola inflación termina licuando esa mejora nominal meses 

más tarde. Lo importante para la Casa Rosada es aguantar hasta pasar los

 comicios de noviembre.

A esta altura, todas las decisiones hay que leerlas en clave electoral. Des

de la suspensión de la Copa América en Argentina, cuando 48 horas antes

 de la decisión se sostenía su realización, y ahora la intempestiva decisión 

de regresar con las clases presenciales en la provincia de Buenos Aires. 

Las encuestas venían marcando un fuerte malestar en ambos campos, pe

ro en esta enumeración falta un tercer factor muy mencionado en todos los relevamientos: la decepción por el manejo de la economía y la preocupa

ción por una crisis que no da tregua.

La urgencia para el Gobierno en estos próximos meses es dar vuelta

 

el malhumor social por la caída de ingresos y una economía que volvió

 

a entrar en un bajón. Por eso, ahora las políticas serán expansivas, a

 

partir de una emisión de pesos por parte del Central

El levantamiento de restricciones a la circulación y la reapertura de

 distintas actividades, desde shoppings hasta la extensión del horario

 de los restaurantes y el regreso de los cines en la zona metropolitana

, buscan recuperar a la actividad del bajón del segundo trimestre. Se

gún los relevamientos privados, la caída se estaría ubicando en 2,5% 

entre abril y junio y así se regresó al punto de partida de fin de año.

Reabrir actividades permitirá ya de por sí un salto en el tercer trimestre.

 El otro empujón debería provenir de la lluvia de pesos que se volcarán 

al mercado para poner en marcha, aunque sea por unos meses, el motor

 del consumo. De esta forma, el Gobierno tiene una chance de llegar al

 momento de las elecciones con un nuevo rebote de la actividad que por

 un momento dará la sensación de estar dejando atrás el severo derrum

be de la economía.

Vacunación y pesos

La aceleración del ritmo de vacunación también será otro elemento fuerte

 para llegar mejor parado a las elecciones. Aquí hay un doble juego. Por 

un lado, la satisfacción de aquellos que pudieron aplicarse las dos dosis

 de la vacuna. Y por otra parte la mayor recuperación de la actividad, a 

partir de contar con la población de riesgo ya cubierta.

La bajada de línea del kirchnerismo “duro” a Guzmán es más que obvio a

 esta altura: no es año para andar haciendo grandes ajustes fiscales. Por 

eso, todo lo que se logró en materia fiscal en la primera parte del año de

berá ser “devuelta” en estos meses. Esto implica una fuerte aceleración 

del gasto y por ende también de la emisión monetaria. No hay muchas op

ciones a mano para financiar el crecimiento del agujero fiscal que ya está

 en marcha.

El déficit primario terminó en un sorprendente 0,2% del PBI. Pero la

 

bajada de línea tanto de Axel Kicillof como de Máximo Kirchner es que

 

no son momentos para un ajuste

Detrás de las políticas fiscales expansivas que ya comenzaron se encuen

tran el gobernador Axel Kicillof, que busca repetir el set de medidas apli

cadas durante su gestión como ministro de Economía, y también el Institu

to Patria con Máximo Kirchner a la cabeza. Las cuatro patas de esta política

 destinada a recuperar la economía a través de una mejora del consumo

 interno son las siguientes:

Gran fortalecimiento de los planes sociales, con beneficios que aumen

tan a un ritmo muy superior a la inflación. En los últimos dos meses se 

otorgó un bono de $ 15.000 a beneficiarios de la AUH, además se aplicó

 un ajuste de más de 8%, se definió una extensión del alcance y montos

 de la tarjeta Alimentar (hasta $ 12.000) y se volcaron más recursos al plan 

Progresar Trabajo. El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, ya 

anunció que “habrá nuevos beneficios” a medida que se perciba la nece

sidad de apoyar a la gente de menores recursos. La política asistencial 

también genera un impacto doble. Por un lado se “fideliza” a los que reci

ben esta ayuda sin contraprestación alguna, acentuando la política clien

telar. Y por otra parte todos los pesos que se vuelcan a este segmento de

 la población es plata que vuelve al consumo inmediatamente.

Aumento de los subsidios económicos: el semicongelamiento tarifario 

procura que las familias gasten menos dinero para pagar tarifas y más a

 la hora de ir al supermercado. Incluso el proyecto que se discute en el 

Congreso de “Zonas frías” tiene el mismo sentido de aliviar el costo de

 los servicios. Todo a costa de más subsidios y por ende mayor déficit.

Reapertura de paritarias y aumentos de salarios por encima del 40%: ma

ñana será una fecha importante para ver cómo siguen las negociaciones

 entre empresarios y sindicatos porque los bancarios pedirán que se ade

lante la cláusula de revisión prevista para septiembre. El titular de La Ban

caria, Sergio Palazzo, exigirá que se adelante dos meses y se otorgue un

 aumento fuera de lo negociado este mismo mes. Las cámaras bancarias

 responderán que en lo que va del año los salarios del sector le ganaron 

a la inflación, ya que acumulan un aumento del 23%. El “pecado original”

 es que a principios de año el sector bancario negoció una pauta salarial 

del 29% escalonada, que a todas luces se quedó corta. Además hay varios 

sindicatos en plena discusión para conseguir aumentos no inferiores al

e Gabinete, Santiago Cafiero, reiteró ayer que en 2021 “los salarios le ga

narán a la inflación”. Claro que la exigencia para las empresas es enorme,

 con ventas en baja y aumento de costos que impactan negativamente en

 los niveles de rentabilidad.

Programas de alivio específicos por la crisis. El REPRO II, que insumió 

unos $ 10.000 millones en mayo para pagar parte de sueldos de sectores

 críticos, es un ejemplo. El nuevo proyecto de ley para dar marcha atrás 

con el retroactivo del monotributo y aliviar el pago de las cuotas vencidas

es otro caso claro.

Poner más dinero en la calle para repuntar la economía será a costa de 

una fuerte expansión de dinero. La base monetaria casi no aumentó en lo

 que va del 2021 y eso le da espacio al Banco Central para hacerlo. Esta 

vez no será a través de adelantos transitorios, sino que ese incremento 

llegará de la mano de una reducción en el stock de Leliq.

En otras palabras, el BCRA ya empezó a devolverle a los bancos a través

 de este mecanismo. Ese dinero se utilizará para comprar bonos del Teso

ro, que luego utilizará el dinero para hacer frente al aumento de los pla

nes sociales o pagar los subsidios.

El dólar

Con el dólar relativamente estabilizado, todas las fichas del Gobierno es
tarán puestas ahora en lograr resultados de corto plazo. Los politólogos
 aseguran que un importante porcentaje de votantes decide 48 horas 
antes de la elección. Son los que pueden dar vuelta para un lado u otro 
el resultado. El impacto que consigan esas políticas aunque sean efíme
ras será vital.

Apostar a una recuperación de corto plazo es, en realidad, a lo máximo 

que puede aspirar un Gobierno que no consiguió recuperar la confianza

 de los consumidores y tampoco de los empresarios. Ni hablar los inver

sores. Al contrario, a cada paso queda claro que no hay un programa 

económico y que una posible negociación con el FMI con suerte ocurri

rá después de las elecciones.

<b>Un arreglo con el Club de París o la negociación con el Fondo

 

Monetario claramente dejaron de ser prioridad para el Gobierno, que

 

ahora debe concentrarse en el frente interno para llegar mejor parado

 

a las elecciones. No debe descartarse un default con países acreedo

 

res o con el propio FMI</b>

Mientras tanto, siguen pasando las semanas y no hay novedades res

pecto a qué sucederá con la deuda ya vencida con el Club de París

 (ahora dentro del período de gracia de 60 días) y qué salida habrá pa

ra los vencimientos que se presentan con el FMI. Habrá que seguir de 

cerca los pasos que dará esta semana Sergio Massa, tanto en Washing

ton como en Nueva York. ¿Qué mensaje de acercamiento a Estados 

Unidos llevará el jefe de la bancada de Diputados, luego de la decisión

 argentina de retirarse de una denuncia contra Venezuela y de impulsar 

una investigación a Israel por su disputa con el grupo terrorista Hamas?

Incluso no debe descartarse la posibilidad de entrar en un nuevo default

 con países acreedores y organismos internacionales, levantando la 

bandera de la “soberanía económica”. Suena descabellado, pero ya

 nada lo es en la Argentina de hoy. Un porcentaje importante de la po

blación compra el discurso y sigue pensando que la culpa del derrumbe 

económico es del Fondo y de los inversores internacionales que en su

 momento apoyaron a Mauricio Macri.

Lo que es seguro es que la torpe diplomacia del Presidente y de su can

ciller, Felipe Solá, difícilmente allanen el camino para aliviar arreglar 

más rápido con el FMI o con el Club de París. Todo lo contrario. Cada

 vez que hablan dejan cada día más aislado al país, solo apoyado por

socios de dudosa reputación.

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