jueves, 25 de mayo de 2023

A 20 años de la asunción de Néstor Kirchner y el inicio del ciclo kirchnerista

 

"El Pingüino" terminó su mandato con altos índices de popularidad, a la luz de políticas que fueron en buena medida bien recibidos por la sociedad.

Por 
El expresidente Néstor Kirchner.El expresidente Néstor Kirchner.Foto: NA

Este 25 de mayo se cumplen exactamente 20 años de la asunción 

presidencial de Néstor Kirchner, hito que significó un punto de 

inflexión en la historia del país dejando atrás la crisis del 2001 de 

sello neoliberal.

Siendo gobernador de la provincia de Santa Cruz y fundador del 

Grupo Calafate, Kirchner tenía la idea de armar un proyecto nacio

nal aunque recién para el 2007: los tiempos se aceleraron cuando 

el ex presidente Eduardo Duhalde, acorralado por una crisis so

cial sin precedentes, adelantó la elección y puso en marcha la bús

queda de un sucesor.

Tras intentos infructuosos con Carlos Reutemann y José Manuel de

 la Sota, Duhalde terminó yendo a buscar a Kirchner, quien se conven

ció de que con el apoyo del oficialismo nacional tenía una difícil pero

factible oportunidad de ganar.

En las elecciones presidenciales del 27 de abril de 2003, en un escena

rio ultra atomizado, el candidato del Frente para la Victoria (una de las

 tantas agrupaciones que presentó el peronismo en las urnas) salió en

 segundo lugar con el 22,25% de los votos, detrás del ex presidente Carlos Menem quien obtuvo el 24,45%.

El riojano arrastraba un fuerte descrédito social por las consecuencias 

de una crisis que tuvo como origen las políticas neoliberales de los 90,

 por lo que en una segunda vuelta cualquier candidato que se le enfrenta

se iba a capitalizar ese rechazo a su figura.

Sin chances, Menem desistió de presentarse en la segunda vuelta y Kirch

ner, a los 60 años, se convirtió automáticamente en el presidente electo "

con menos votos que desocupados", según graficaría años después su 

esposa y dos veces mandataria Cristina Kirchner.

Con un recordado discurso inaugural pronunciado ante la Asamblea Le

gislativa, que había sido escrito justamente por su esposa, Kirchner mar

caría los lineamientos del nuevo gobierno que encabezaría, compati

bles con un nuevo sentido de época.

"Por mandato popular, por comprensión histórica y por decisión políti

ca, ésta es la oportunidad de la transformación, del cambio cultural y 

moral que demanda la hora. Cambio es el nombre del futuro", fue el 

preludio de un mensaje en el que aseguró que venía a "proponer un

 sueño" a los argentinos.

"En nuestro proyecto ubicamos en un lugar central la idea de recons

truir un capitalismo nacional que genere las alternativas que permitan

 reinstalar la movilidad social ascendente", rezaba otro pasaje del

discurso, que también incorporaba un fuerte compromiso con la po

lítica de Derechos Humanos.

Tras jurar al cargo, Kirchner se dio el primer baño de masas con cier

ta displicencia protocolar, sin saber cómo manipular el bastón presi

dencial y un golpe que le produjo un anecdótico corte en la frente. 

Siendo una figura aún desconocida para buena parte de la sociedad y

 con un apellido difícil de pronunciar, inició un ciclo que duraría 12 

años y medio, siendo continuado en los siguientes dos períodos pre

sidenciales por su mujer y compañera de vida Cristina Kirchner.

Si bien el primer Gabinete heredó algunos de los ministros que ha

bían sido parte del Gobierno de Duhalde, desde el minuto cero

 pronto Kirchner construyó un camino de autonomía y un liderazgo 

que lo llevó a romper con quien lo había apadrinado electoralmente 

en 2003.   

Las elecciones del 2005, con la victoria arrolladora de Cristina Kirch

ner como senadora nacional en unos comicios que la enfrentaron a

 Hilda "Chiche" Duhalde implicaron la renovación definitiva del pero

nismo y un alineamiento casi total del movimiento al proyecto políti

co de Kirchner

"El Pingüino" terminó su mandato con altos índices de popularidad, 

a la luz de políticas que fueron en buena medida bien recibidos por la

 sociedad, como la anulación de las leyes de impunidad, la renova

ción de la Corte Suprema, la integración latinoamericana y el recha

zo a la injerencia del FMI, el desendeudamiento, la restauración de

 las paritarias con la consecuente recuperación del salario, y una serie

 de nacionalizaciones que pusieron en valor el rol interventor del Esta

do en la economía. 

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