Los economistas señalan que pesar de una mayor oferta de billetes verdes prevista para el año que viene gracias a una cosecha récord y menores pagos de deuda, los controles se mantendrían o incluso podrían incrementarse. Así, se seguiría pagando más caro por un dólar "financiero".
El lunes pasado, durante el encuentro en Tecnópolis, Cristina defendió el tipo de flotación administrada del gobierno, que “permite a la industria seguir sustituyendo importaciones”. Y luego advirtió: “no quiero hablarles de la arbitrariedad que tiene el sector primario porque creo que a todas luces no merece la soja volando por los aires, el maíz también, en fin, todos los commodities y los alimentos en general, en realidad, me relevan de mayores explicaciones”.
La presidenta suele cumplir con lo que dice. Por eso, esas palabras pueden haber sido una advertencia para el sector agrario, fuertemente favorecido por los espectaculares precios de las commodities. ¿Acaso insinuaba un aumento de retenciones, o un tipo de cambio desdoblado?
En mayo El Cronista Comercial publicó que Axel Kicillof estudiaba la instalación de numerosos tipos de cambio para la economía: uno para sector industrial, otro para el financiero, otro para el turismo, y así.
Lo cierto es que desde que iniciaron los controles cambiarios en octubre pasado, el Banco Central ha ido restringiendo la adquisición de divisas al público, primero en cantidades, hasta que en mayo de este año directamente se vedó el acceso al público por completo a la divisa norteamericana. Así, el dólar “blue” sufrió una disparada y terminó estabilizándose en niveles notoriamente superiores a los que se consigue el oficial.
Tipos de cambio
Algunos economistas consideran que la presencia de retenciones ya implica un tipo de cambio desdoblado. Así, las exportaciones de soja pagan un 35% y eso reduce la cantidad de dólares que los productores reciben, mientras que los bienes industriales incluso reciben compensaciones por vender sus productos en el exterior.
Esa es la postura que sostiene Andrés Méndez, de la consultora Actividad, Moneda y Finanzas. Consultado acerca de un posible aumento en los impuestos a los derechos de exportación citó la experiencia del conflicto del campo en el 2008, que cortó de cuajo cualquier intento de avance sobre el sector agrario en materia impositiva.
Para Rodrigo Álvarez, de Analytica, un desdoblamiento no está en el panorama del año próximo, porque “si no lo hicieron hasta ahora, no tendrían por qué hacerlo en el 2013”. Es que las condiciones de la cosecha, sumado a que seguramente no se pague el cupón PBI, representarán entre U$S5.000 y U$S9.000 millones extras para el país.
Ese margen permitirá una mayor liberación de importaciones para la industria. Además, hay que tener en cuenta que el gobierno aceleró el ritmo de devaluación del peso, que según pronostican desde este estudio llegaría a unos $4,90 a fin de año.
Pero ninguno de los dos economistas consultados consideró que las restricciones para adquirir billetes verdes vayan a aminorar, sino que incluso pueden recrudecerse.
Eso, en los hechos, es como tener un mercado desdoblado, señalan, porque el dólar paralelo está en unos $6,40, mientras que el oficial está destinado para quienes quieran exportar e importar.
“Yo creo que tarde o temprano lo van a oficializar”, explicó a LPO Andres Méndez, para quien ese escenario “es una alternativa posible”. En ese sentido, a diferencia de otras épocas en donde se implementó este tipo de medidas, el Banco Central todavía cuenta con numerosas reservas, por lo que “puede hacer lo que quiere”.
De esta forma, podría desactivar las especulaciones en el mercado paralelo, descomprimiéndolo. “Llega un momento en el que hay que abrir el grifo”, subraya Méndez, quien no descarta que en el futuro el gobierno diseñe un esquema por el que el agro liquide por esa vía.
En mayo El Cronista Comercial publicó que Axel Kicillof estudiaba la instalación de numerosos tipos de cambio para la economía: uno para sector industrial, otro para el financiero, otro para el turismo, y así.
Lo cierto es que desde que iniciaron los controles cambiarios en octubre pasado, el Banco Central ha ido restringiendo la adquisición de divisas al público, primero en cantidades, hasta que en mayo de este año directamente se vedó el acceso al público por completo a la divisa norteamericana. Así, el dólar “blue” sufrió una disparada y terminó estabilizándose en niveles notoriamente superiores a los que se consigue el oficial.
Tipos de cambio
Algunos economistas consideran que la presencia de retenciones ya implica un tipo de cambio desdoblado. Así, las exportaciones de soja pagan un 35% y eso reduce la cantidad de dólares que los productores reciben, mientras que los bienes industriales incluso reciben compensaciones por vender sus productos en el exterior.
Esa es la postura que sostiene Andrés Méndez, de la consultora Actividad, Moneda y Finanzas. Consultado acerca de un posible aumento en los impuestos a los derechos de exportación citó la experiencia del conflicto del campo en el 2008, que cortó de cuajo cualquier intento de avance sobre el sector agrario en materia impositiva.
Para Rodrigo Álvarez, de Analytica, un desdoblamiento no está en el panorama del año próximo, porque “si no lo hicieron hasta ahora, no tendrían por qué hacerlo en el 2013”. Es que las condiciones de la cosecha, sumado a que seguramente no se pague el cupón PBI, representarán entre U$S5.000 y U$S9.000 millones extras para el país.
Ese margen permitirá una mayor liberación de importaciones para la industria. Además, hay que tener en cuenta que el gobierno aceleró el ritmo de devaluación del peso, que según pronostican desde este estudio llegaría a unos $4,90 a fin de año.
Pero ninguno de los dos economistas consultados consideró que las restricciones para adquirir billetes verdes vayan a aminorar, sino que incluso pueden recrudecerse.
Eso, en los hechos, es como tener un mercado desdoblado, señalan, porque el dólar paralelo está en unos $6,40, mientras que el oficial está destinado para quienes quieran exportar e importar.
“Yo creo que tarde o temprano lo van a oficializar”, explicó a LPO Andres Méndez, para quien ese escenario “es una alternativa posible”. En ese sentido, a diferencia de otras épocas en donde se implementó este tipo de medidas, el Banco Central todavía cuenta con numerosas reservas, por lo que “puede hacer lo que quiere”.
De esta forma, podría desactivar las especulaciones en el mercado paralelo, descomprimiéndolo. “Llega un momento en el que hay que abrir el grifo”, subraya Méndez, quien no descarta que en el futuro el gobierno diseñe un esquema por el que el agro liquide por esa vía.
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