La interna en el radicalismo está entrando en sus últimos tramos. El diputado nacional y excandidato a presidente por la UCR, Ricardo Alfonsín, aseguro que a su espacio lo acompañan “la gran mayoría de los intendentes radicales bonaerenses”
El próximo 24 de junio se jugará la interna partidaria de la Unión Cívica Radical, una vez más, pese a los fallidos intentos por parte de un sector de la fuerza por no ir a elecciones. Quien habló al respecto, en este tramo final de la campaña fue Ricardo Alfonsín, quien aseguró que su espacio cuenta con el aval de “la gran mayoría de los intendentes radicales bonaerenses”.
“Nosotros hicimos un esfuerzo muy grande por concretar una única lista de unidad, porque entendíamos que en este momento lo más conveniente era hacer las cosas de manera tal de no poner en riesgo la necesidad de trabajar todos juntos para fortalecer al radicalismo como principal fuerza de la oposición, de cara al 2015”, señaló.
Alfonsín dijo que “nuestros ocasionales adversarios han creído que era bueno para la UCR tener una elección interna y aunque considero que están equivocados, no les atribuyo una mala intención. De modo que tenemos que afrontar esa interna postulando como candidato a presidente del Comité Provincia al Alejandro Armendáriz y encabezando la lista de candidatos a convencionales el intendente de San Isidro, Gustavo Posse”.
Al respecto, destacó que “nos acompañan también la gran mayoría de los intendentes radicales bonaerenses. Y como candidatos a delegados ante el Comité Nacional, vamos Juan Manuel Casella y yo, aclarando que yo puse a disposición mi renuncia a esa candidatura, si ello facilitaba un acuerdo para que hubiera una lista de unidad”.
“Esta que viene va a ser una elección menos compleja para la oposición en general y para la UCR en particular. Por eso nos parecía que destinar tiempo y esfuerzos en esta interna, nos hacía perder energía y no generaba las mejores condiciones para trabajar en la recuperación definitiva del radicalismo para el 2015”, agregó el legislador nacional.
Sobre la alianza con De Narváez, que un sector del partido aún le critica, dijo que “esa no fue una decisión que no tomamos nosotros., sino que fue una decisión que tomó todo el Partido, de modo que ese argumento que esgrimen nuestros circunstanciales adversarios no es válido”.
“Hay algunos sectores minoritarios del radicalismo que quieren encolumnar al partido detrás de la candidatura de Macri, fogoneados por algún medio interesado en recrear en la Argentina un partido conservador potente y fuerte. Esa es una posición absolutamente minoritaria en el partido”, se quejó.
A su vez, resaltó que “hay otros que creen que es mejor analizar una alianza con el FAP, con el socialismo, pero a mi no me gusta plantear estas cosas a destiempo. Y hasta hay algunos que piensan que se puede conversar con el oficialismo para habilitar una eventual reforma de la Constitución”.
Sobre ello, dijo que “la actual Presidenta no puede postularse para otro período y un partido con un fuerte liderazgo personalista como el Frente Para la Victoria, los problemas de la sucesión son problemas graves en términos políticos. Pero nosotros no vamos a acompañar una reforma de la Constitución, porque nuestro partido ha sido históricamente muy respetuoso de las instituciones. Y abrir una discusión sobre la reforma de la Constitución sería abrir una caja de Pandora”.
Por último, se refirió a las declaraciones de Reposo sobre su padre: “Es un agravio al partido radical más que a mi padre. Le informaron mal o falsificó la información, porque en aquellos años –mi padre se recibió en 1948- no se calificaba con notas, como ahora. Pero además esto ha sido grave, porque la información respecto de datos de estudios de cualquier profesional, es reservadísimo. Pero lo más importante de todo es que primó la República y la UCR logró encolumnar al resto de los senadores detrás de nuestra posición, luego de analizar los antecedentes de Reposo y concluir en que no reunía ni las condiciones técnicas ni políticas para ocupar ese cargo”.