La segunda autopsia del cuerpo de Alejandro Nicolás Martínez, el
hombre de 35 años que murió en la comisaría de San Clemente del Tu
yú el pasado 18 de noviembre, confirmó que se trató de un homicidio,
según informó Clarín. El abogado Miguel Molina, representante de la
familia de la víctima, aseveró que el resultado "arroja todavía mayor
cantidad de lesiones" que en la primera revisión.
Estos resultados rebaten las sospechas del ministro de Seguridad bo
naerense, Sergio Berni, quien había dicho tras el primer examen que "no
hay nada que cierre en la autopsia". Sin embargo, el resultado del se
gundo análisis confirmó que la víctima fue torturada y asfixiada.
La perito de parte, Virginia Créimer, quien se especializa en casos de vio
lencia institucional, participó de esta nueva autopsia, dispuesta por la
Justicia a partir del reclamo formulado por algunos defensores de los 9
efectivos involucrados.
"Los mismos peritos propuestos por la fuerza se asombraban por la enor
me cantidad de lesiones en rostro, cráneo, miembros, las fracturas toráci
cas que le produjeron una asfixia que, dentro de la multiplicidad de lesio
nes parecidas, lo llevó a una asfixia mortal", indicó Créimer.
Además, el informe realizado por el Instituto de Ciencias Forenses de
Lomas de Zamora determinó que el cuerpo presentaba "lesiones figura
das", es decir que reproducen el elemento con el cual fueron producidas,
en este caso con los borceguíes policiales.
Créimer indicó que se "descubrió que en toda la región lumbar existían
lesiones vitales traumáticas compatibles con golpes directos sobre la
superficie corporal con elementos similares a la tonfa (bastón) que utili
zan los policías bonaerenses".
La muerte de Martínez
Alejandro Martínez fue detenido en la madrugada del jueves 18 de noviem
bre por causar disturbios en el Gran Hotel Fontainebleau de San Clemente
del Tuyú. Poco más de una hora después, murió en la comisaría 3ª. De
acuerdo a una empleada, esos "disturbios" eran que Martínez creía que
alguien en la habitación quería lastimarlo y sentía que estaba en peligro.
Por el hecho detuvieron a 9 policías, acusados de "homicidio agravado
por ser cometido por un miembro integrante de la fuerza policial abusan
do de su función", una pena que prevé prisión perpetua.
Según consignó Clarín, un preso que estaba en el mismo calabozo declaró
ante el fiscal Pablo Gamaleri (ya no tiene la causa a su cargo) que a Martí
nez "lo agarraron entre tres, le apretaron la cara contra el piso y lo gol
pearon".
Martínez era oriundo de Brandsen, adonde lo apodaban "El Gordo John",
pero estaba viviendo en San Clemente, lugar al que había regresado hacía
unas semanas. Una de las razones era que le encantaba la pesca. Y esta
ba por abrir un local de comidas.