La propuesta de Mauricio Macri de “sentarse a acordar” sobre políticas de Estado antes de conformar un “gran acuerdo” opositor, encontraron el rechazo de los radicales, la adhesión de Felipe Solá y una crítica de Eduardo Duhalde. ¿Habrá alianza?
La convocatoria realizada por Mauricio Macri ayer, ante toda la prensa nacional, en pos de invitar a la oposición a consensuar políticas de Estado de cara a una posible alianza con la solapada intención de derrotar al kirchnerismo, despertó todo tipo de críticas de parte de la oposición.
El arco progresista que conforman el GEN, Proyecto Sur y el Socialismo rechazó de plano la propuesta. “No coincidiríamos en nada”,. La misma tesitura adoptó la UCR, de la mano de las declaraciones de dos de sus máximos referentes: Ricardo Alfonsín y Gerardo Morales, que dieron un rotundo “no” a la propuesta del PRO.
Ricardo Alfonsín madrugó a todos y salió con los tapones de punta contra la idea celebrada por Macri: “Es un despropósito pensar que la lista de temas generales que sugiere Mauricio Macri se trata de una propuesta programática en serio”, anticipó, y se mostró cauteloso respecto a “ciertas cosas que Macri propone”. “¿Qué nos quiere decir con Programa de blanqueo de la economía? ¿Está hablando de otro blanqueo de capitales? O cuando habla de inversión en ferrocarriles: ¿por qué hace énfasis en el Belgrano Cargas?”, se preguntó el chascomunense.
“Es imposible que la Unión Cívica Radical cierre un acuerdo electoral con el sector del peronismo disidente que responde a Eduardo Duhalde”, advirtió el senador nacional de origen jujeño. “Nunca podríamos tampoco cerrar un acuerdo con el PRO. Un acuerdo con el PJ Federal o el PRO excluiría al radicalismo de cerrar alianzas con la Coalición Cívica, el GEN y el socialismo”, explicó Morales, quien además consideró que el pedido de Macri es simplemente un acto "mediático".
Incluso Eduardo Duhalde, que motorizó durante estos meses una alianza con el tandilense jefe de Gobierno porteño, mostró sus críticas a la propuesta: “Trabajamos durante más de dos años con Rodolfo Terragno, la UCR, el socialismo, el GEN e incluso el oficialismo, para perfilar políticas de Estado. En diciembre del año pasado firmamos un acta acuerdo con todos y ahora debemos avanzar, pero no conviene hacerlo públicamente porque hay que hacer una sintonía fina de estos programas”, advirtió el referente del Peronismo Federal.
El único que, hasta el momento, ha dado algún signo de interés, es Felipe SOlá. El ex Gobernador bonaerense calificó como “válida” a la propuesta del PRO, aunque también recalcó lo expresado por Duhalde: “Lo mejor hubiera sido que antes de hacer una convocatoria a través de la prensa se hubiera llamado a los líderes de la oposición, pero no por eso la propuesta debe ser rechazada”.
Lo cierto es que priman hoy dos lecturas acerca del gesto de Macri. El primero, es que la convocatoria fue un gesto de cara a la campaña, para mostrarse como “líder” de la oposición. Es de esperar que, en un espacio que se caracteriza por los liderazgos fuertes y la poca vocación de ceder espacios, la idea caiga mal.
La segunda lectura es más pesimista. Son varios quienes apuntan, por lo bajo, que la idea de Macri es transformarse en el mártir de la oposición. Perdido por perdido, el Jefe de Gobierno porteño podría haber calculado el rechazo de sus posibles socios, planeando una renuncia a su candidatura atribuíble a la falta de consensos en la oposición. Así, Macri podría volver a pelear por la Ciudad de Buenos Aires –que tiene la doble amenaza del oficialismo y del PRO- sin un ánimo derrotista a cuestas.
El arco progresista que conforman el GEN, Proyecto Sur y el Socialismo rechazó de plano la propuesta. “No coincidiríamos en nada”,. La misma tesitura adoptó la UCR, de la mano de las declaraciones de dos de sus máximos referentes: Ricardo Alfonsín y Gerardo Morales, que dieron un rotundo “no” a la propuesta del PRO.
Ricardo Alfonsín madrugó a todos y salió con los tapones de punta contra la idea celebrada por Macri: “Es un despropósito pensar que la lista de temas generales que sugiere Mauricio Macri se trata de una propuesta programática en serio”, anticipó, y se mostró cauteloso respecto a “ciertas cosas que Macri propone”. “¿Qué nos quiere decir con Programa de blanqueo de la economía? ¿Está hablando de otro blanqueo de capitales? O cuando habla de inversión en ferrocarriles: ¿por qué hace énfasis en el Belgrano Cargas?”, se preguntó el chascomunense.
“Es imposible que la Unión Cívica Radical cierre un acuerdo electoral con el sector del peronismo disidente que responde a Eduardo Duhalde”, advirtió el senador nacional de origen jujeño. “Nunca podríamos tampoco cerrar un acuerdo con el PRO. Un acuerdo con el PJ Federal o el PRO excluiría al radicalismo de cerrar alianzas con la Coalición Cívica, el GEN y el socialismo”, explicó Morales, quien además consideró que el pedido de Macri es simplemente un acto "mediático".
Incluso Eduardo Duhalde, que motorizó durante estos meses una alianza con el tandilense jefe de Gobierno porteño, mostró sus críticas a la propuesta: “Trabajamos durante más de dos años con Rodolfo Terragno, la UCR, el socialismo, el GEN e incluso el oficialismo, para perfilar políticas de Estado. En diciembre del año pasado firmamos un acta acuerdo con todos y ahora debemos avanzar, pero no conviene hacerlo públicamente porque hay que hacer una sintonía fina de estos programas”, advirtió el referente del Peronismo Federal.
El único que, hasta el momento, ha dado algún signo de interés, es Felipe SOlá. El ex Gobernador bonaerense calificó como “válida” a la propuesta del PRO, aunque también recalcó lo expresado por Duhalde: “Lo mejor hubiera sido que antes de hacer una convocatoria a través de la prensa se hubiera llamado a los líderes de la oposición, pero no por eso la propuesta debe ser rechazada”.
Lo cierto es que priman hoy dos lecturas acerca del gesto de Macri. El primero, es que la convocatoria fue un gesto de cara a la campaña, para mostrarse como “líder” de la oposición. Es de esperar que, en un espacio que se caracteriza por los liderazgos fuertes y la poca vocación de ceder espacios, la idea caiga mal.
La segunda lectura es más pesimista. Son varios quienes apuntan, por lo bajo, que la idea de Macri es transformarse en el mártir de la oposición. Perdido por perdido, el Jefe de Gobierno porteño podría haber calculado el rechazo de sus posibles socios, planeando una renuncia a su candidatura atribuíble a la falta de consensos en la oposición. Así, Macri podría volver a pelear por la Ciudad de Buenos Aires –que tiene la doble amenaza del oficialismo y del PRO- sin un ánimo derrotista a cuestas.