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viernes, 7 de junio de 2013

Kicillof sigue midiendo la inflación y le dio 24%


Por más que no lo publique, el viceministro de economía continúa calculando la suba de precios, como hacía cuando aún no había entrado al gobierno. Y le dio más del doble de la que mide el Indec. El tema de la inflación ya está generando mucho ruido dentro del kirchnerismo. El respaldo de La Cámpora y la supremacía de Moreno.

La Politica Online  | Cuando Axel Kicillof ingresó al gobierno en el 2011 junto a todo su equipo, automáticamente dejó de publicar el IPC-7 provincias, una medición alternativa de la inflación que daba varios puntos por arriba de la que mide el Indec.

Es que cuando el actual viceministro de economía dirigía el Centro de Estudios para el Desarrollo Argentino (Cenda), había armado un índice propio que usaba de base las publicaciones de siete distritos diferentes, cuyas estadísticas habrían estado al margen de la intervención al organismo oficial que hizo Guillermo Moreno en el 2007.

Lo cierto es que el Secretario de Política Económico no dejó de realizar sus propias estimaciones, sino que simplemente dejó de publicarlas.

Según pudo saber LPO, la mano derecha de Axel, Emmanuel Agis, es el funcionario a cargo de las mediciones, que digita desde la Subsecretaría de Programación Macroeconómica.

Su último resultado le dio nada menos que 24%, más del doble de la que mide el Indec y en línea con la que publican las consultoras privadas que multó Moreno.
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El vicemnistro de Economía, Axel Kicillof

La difusión de ese número generó un gran revuelo dentro del gobierno, que se suman a las declaraciones de la semana pasada por parte de dirigentes del oficialismo, en donde ponían en cuestión las cifras del Indec. Una muestra clara de que el tema de la inflación está provocando mucho ruido dentro de las filas del kirchnerismo.

Por ejemplo, el “Chino” Navarro reconoció que las cifras del Indec "no se condicen con la realidad". “Lo importante es que hay inflación y lo tenemos que resolver”, admitió el diputado kirchnerista.

Agustín D’attellis, economista de la agrupación oficialista “La GraN maKro” (que fundó el vicepresidente Amado Boudou con el actual diputado Roberto Feletti), se sumó a Navarro y en un encuentro con empresarios dijo que la suba de precios en la Argentina es de "alrededor de 20%, tal vez un poco menos".

"Bueno, ciertamente tampoco es el 24% que están obteniendo los sindicatos en el acuerdo de paritarias", matizó luego D’attellis, tras lo cual agregó que "ciertamente no es la de poco más de 10% que mide el INDEC".

El tema es tan escabroso que hasta el propio ministro de economía vivió un momento incómodo durante una entrevista que le realizaban para un documental griego. “Me quiero ir”, atinó a decir Hernán Lorenzino, ante la pregunta directa de la periodista: “¿De cuánto es la inflación en la Argentina?”. La respuesta generó gran revuelo en las redes sociales y ya se convirtió en un chiste habitual entre la gente.

La manipulación de las estadísticas oficiales en un tema tan relevamente para la economía como son los precios, muestra el tamaño del embrollo en el que se metió el gobierno. Porque la tergiversación de la inflación distorsiona los cálculos sobre pobreza, indigencia, de los salarios reales y del crecimiento del PBI, por mecionar sólo los casos que más preocupan a los economistas.

El propio Kicillof lo reconocía en un documento del Cenda de hace dos años. “La inocultable falta de confiabilidad del índice de precios al consumidor (IPC) calculado por el INDEC ha privado a la sociedad de una herramienta fundamental para conocer la verdadera situación económica del país”, arrancaba el informe que ofrece el índice propio de enero del 2011.

Aunque también se encargaba de pegarle a los estudios privados. “También ha dado pie a la proliferación de distintas mediciones por parte de consultoras privadas que recurrieron a un simétrico oscurantismo informativo para lucrar política y económicamente con la imperiosa necesidad de información. En estas circunstancias, los principales perjudicados son, una vez más, los trabajadores que carecen de elementos para conocer con precisión las variaciones del poder adquisitivo de sus salarios", decía el informe del Cenda.

“El cálculo de un índice de precios confiable es una responsabilidad indelegable del Estado que debe brindar esta información pública de forma gratuita, con una metodología transparente y que garantice la calidad del procedimiento y el secreto de las fuentes”, aleccionaba Kicillof, y concluía que “los datos hoy disponibles, proporcionados por el actual INDEC y las consultoras privadas, carecen igualmente de confiabilidad estadística”.

La supremacía de Moreno

A pesar de que desde la subsecretaría que conduce Agis se contradigan los números oficiales del Indec, Kicillof no está peleado con Moreno. Simplemente se subordinó por completo a su figura. Dejó de concentrar el poder en materia económica, pasando a depender del Secretario de Comercio Interior.

Pero por más que las mediciones de Axel más que dupliquen las del Indec, el viceministro de economía no corre riesgo de ser desplazado de su cargo, porque cuenta con todo el apoyo de La Cámpora, que decidió cerró filas con él. La agrupación ultrakirchnerista resolvió bancarlo a pesar de los fracasos que viene acumulando su cartera, y que hicieron mermar la imagen positiva que supo tener ante Cristina.

Es que entre otras cosas, Kicillof no cumplió con su promesa de solucionar la crisis de las eléctricas. Con bombos y platillos había anunciado el programa “costo plus”, en donde el estado regulaba el margen de ganancia de esas empresas. Pero varios meses despues de su lanzamiento, el rojo de las compañías aumenta cada día y la situación sigue igual.

Aerolíneas Argentinas, la primera empresa estatal en donde desembarcó, sigue perdiendo millones de dólares por día, a pesar de que ya hace 5 años que se encuentra bajo su mando.

La expropiación de YPF, una idea que salió de su cabeza, por el momento no consiguió volver al "autoabastecimiento”, como había prometido, sino que la producción de petróleo y gas continúa cayendo, mientras cada vez se importan más combustibles, apretando día a día el superávit de la balanza comercial.

El último informe publicado por el Instituto Argentino de Energía General Mosconi sostiene que la producción mensual de gas natural de la petrolera se redujo un 1,37% frente a igual período de 2012, con una tasa de variación negativa del 1,7% para los 12 últimos meses, en la comparación interanual. A este panorama habrá que sumarle las consecuencias que tendrá para el sector el incendio de la refinería de Ensenada.

Desde que entró al gobierno, el viceministro de economía y su equipo del Cenda iniciaron una puja feroz con Julio De Vido y Moreno. Ahora se resignó a quedar subsumido a las decisiones y caprichos del Secretario de Comercio. Pero por lo menos mantuvo al margen al ministro de Planificación, a quien culpa por la crisis energética que atraviesa al país.

Por eso Axel tuvo que acompañar con su equipo la irrupción del Secretario de Comercio en la asamblea de Clarín, a donde fue con su esposa y toda su banda. La incomodidad de Kicillof era inocultable: mientras Moreno estaba en su salsa y desplegaba su show para los medios, el viceministro de economía se quedaba callado y mordía una lapicera, visiblemente nervioso.

El Gobierno lanza “Rockopolis” para captar el voto joven


El kirchnerismo tiene pensado lanzar una feria de la cultura del rock en el predio que ocupa Tecnópolis. La idea es sumar a los jóvenes que fueron habilitados para votar en las PASO y en las generales de octubre. La gran atracción sería el inglés Morrissey, en julio. Mario Pergolini podría transmitir con su radio desde allí.  

El Gobierno lanza “Rockopolis” para captar el voto joven
Cristina Kirchner y Fito Páez.
El inmenso predio que ocupa la feria de ciencia y tecnología “Tecnópolis”, en Villa Martelli, suele albergar otros espectáculos promocionados por el Gobierno nacional.

Allí se realizaron conferencias, competencias deportivas y se espera que en esos terrenos se levante “Agrópolis”, la muestra ganadera del oficialismo para competir con la tradicional de La Rural. También está en estudio una feria del libro paralela a la que se realiza en Palermo.

Ahora se sumará una nueva atracción. En plena campaña electoral, el Gobierno tiene previsto lanzar “Rockópolis”, una muestra sobre la cultura del rock con la que el kirchnerismo busca captar el voto joven para las próximas elecciones.

El año pasado, el oficialismo propició la ley para que los menores puedan votar a partir de los 16 años y sumó así un universo de 1,4 millones de nuevos posibles electores. Ese número representa cerca del 4,8 por ciento del padrón y el debut será en las próximas PASO

Sin embargo, para poder figurar en el padrón los jóvenes debieron renovar su DNI, trámite que realizó el 57,6 por ciento de los menores habilitados para votar. “Todavía quedan unos 15 mil trámites que están en producción, por lo que serán más de 750 mil los jóvenes en condiciones de votar en agosto y octubre”, dijeron desde el Ministerio del Interior.

Con encuestas que no levantan, en el Gobierno salieron a la caza de esa porción del electorado. Y, según estiman, una buena herramienta será Rockópolis.

Según pudo saber LPO, se tratará de una feria con exposiciones, espectáculos y recitales. La gran atracción de la feria sería la presentación del músico inglés Morrissey, programada, en principio para el 28 de julio.

Ayer, el periodista y conductor de Duro de Domar, Daniel Tognetti, dio una pista y en su cuenta de Twitter se preguntó si el ex líder de The Smiths tocará en Tecnópolis.

Además, desde la feria podría transmitir la FM Vorterix de Mario Pergolini, quien hasta podría ser el presentador de la seguidilla de recitales que incluirá a rockeros argentinos. Como sea, más allá de los músicos, la idea del Gobierno –otra vez craneada por Javier Alberto Grosman- es incluir a otros artistas como Diego Capusotto. 

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