El plenario sirvió para hacer catarsis, contener y mostrar una unidad que
está atada con hilos muy finos. En la previa hubo una reunión en la que
se lavaron los trapitos. Backstage de la liturgia
El restaurante de un balneario cercano fue el escenario en el que se moldeó el documento que iba a ser leído el día después en el cierre de la jornada. Allí confluyeron unos cuarenta dirigentes de la Provincia, con preponderancia de intendentes. “Fue una reunión que tuvo momentos de dureza pero que hacía mucho tiempo no teníamos en el peronismo”, contó a La Tecla uno de los asistentes.
Una de las coincidencias generales fue cerrar las puertas de la interna del PJ al Frente Renovador, aunque ello no apareció en el documento final y tampoco significa negar el regreso a quienes “dieron el mal paso”. El PJ tiene larga historia en perdonar a los pecadores.
El cruce más rotundo de la noche se dio entre dirigentes que responden a Julián Domínguez y el jefe de Gabinete de la Provincia, Alberto Pérez. El intendente de General Paz, Juan Carlos Veramendi, habló de la precipitación en algunos lanzamientos. Pérez defendió la postulación de Daniel Scioli, dijo que tiene todo el derecho a hacerlo, y aprovechó para pasar factura. “Cuando un compañero habla mal de otro compañero es porque se está yendo”, dijo el ministro, parafraseando a Perón, en referencia a las críticas de Domínguez al Gobernador.
Algunos intendentes también plantearon la necesidad de mantener los bloques oficialistas unidos. Apuntaron de alguna manera a los armados sciolistas en los concejos deliberantes, que en algunos casos fragmentan la bancada del FpV. Esa advertencia sí apareció en el documento final del encuentro, cuyo principal objetivo fue el alineamiento con el Gobierno nacional y dejar en claro que las candidaturas se dirimirán en internas.
El sábado, después del ritual previo con saludos, abrazos, reunioncitas y vastos comentarios sobre un nuevo “Judas”, llegó el momento de concurrir al templo, una carpa gigante, rodeada por otras más pequeñas, donde luego se realizarían las comisiones.
La primera parte de los sermones fue iniciada a modo de bienvenida por el alcalde local, Juan Pablo de Jesús. “No nos encontramos acá para cerrar filas ni para contenernos. Nosotros ya estamos contenidos por este proyecto nacional y popular”, fue la oración del jefe comunal que primero despertó aplausos de los fieles.
Luego llegó la homilía de Aníbal Fernández. “Hay una estructura que queremos consolidar, y esa estructura es la que gana”, dijo. “Ninguno (de los que quieren ser candidatos) tiene que dar explicaciones”, agregó, antes de anotar en la grilla a Scioli, Urribarri, Urtubey y Randazzo. Fue el primero en pedir “no dejarse engañar por los cantos de sirena”.
Daniel Scioli cerró el primer capítulo de las oratorias para dar inicio a la jornada. Como siempre, se mostró conciliador, pidió mantener la unidad, felicitó la idea de la convocatoria y señaló que “lo mejor está por venir en este proyecto si tenemos la valentía y el espíritu, que se percibe hoy en este encuentro, de juntos encarar el futuro”, para mostrarse seguro de que el espacio “volverá a ganar en 2015.
Tras las reuniones en las distintas comisiones temáticas fue el turno de leer el documento y de las exposiciones finales. Primero hablaron Fernando “Chino” Navarro, Agustín Rossi, Antonio Caló y Julián Domínguez, quien aseveró: “Los que dicen que son peronistas pero no acompañan a la Presidenta, no tienen nada que ver con nosotros”. Después, Fernando Espinoza, titular del PJ bonaerense, pidió que quienes no están en el partido “pongan el libro bien, porque primero está la patria, luego el movimiento y por último los hombres, pero algunos lo leen al revés”.
La JP le puso al ritual sus cantos de guerra, con varias ruidosas intervenciones. El último turno fue para Jorge Capitanich. “En 2015 nuestra presidenta le colocará la banda a otro hombre que salga de nuestro espacio”, sentenció. Y mandó a todos a retirarse en paz, mientras sonaba el padre nuestro peronista y afuera se ofrecía la comunión de sándwiches y gaseosas.