Fue una estampida. Aunque silenciosa. Parece que la orden de Daniel Scioli para que el peronismo bonaerense apoye sin ambages la candidatura de Alicia Kirchnerel año que viene no cayó para nada bien en los sectores del justicialismo tradicional que miran cada vez con mayor recelo los designios de Balcarce 50.
Con la secreta esperanza de seguir aguantando los embates para obtener la bendición de su candidatura presidencial en 2015, el gobernador mandó a todo el sciolismo la directiva de plegarse detrás de la cuñada presidencial, que el año que viene encabezaría la lista de candidatos a diputados nacionales del FpV por la provincia de Buenos Aires.
Según pudo saber NOVA, la orden de Scioli fue que el apoyo a la ministra de Desarrollo Social debe ser “irrestricto”. Pero la rebelión en la granja no tardó en desatarse. Hartos de las presiones que se ejercen desde la Casa Rosada, en La Juan Domingo pusieron el grito en el cielo y ya se preparan para enfrentar a Scioli y el kirchnerismo aliados con otros sectores del peronismo.
La agrupación bonaerense vivió como una “decepción” que el ex motonauta acatara un nuevo mandato de la presidenta Cristina Kirchner, y esta vez no están dispuestos a quedarse de brazos cruzados. Los más activos en esta reacción son dos de las mayores caras visibles del espacio, Baldomero “Cacho” Álvarez yOsvaldo Goicoechea, referentes de la Tercera y la Quinta sección respectivamente.
Entre las cartas en juego, desde La Juan Domingo miran con buenos ojos la posibilidad de confluir el año que viene con un candidato de la talla de Sergio Massa. De la mano de sus buenos dividendos en intención de voto, el intendente de Tigre es una figura preciada en diversos sectores.
Tampoco quedaría afuera de esta nueva estrategia Francisco De Narváez, que por estos momentos festeja que Gabriela Michetti no compita en la Provincia, lo que aumenta sus chances de volver a asociarse con Mauricio Macri. En definitiva, todos estos actores podrían conformar un frente peronista que le presente batalla a Daniel Scioli y a las espadas K, que quedaron nuevamente alineados
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