La lista de unidad que alcanzaron el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales,
y el senador nacional Martín Lousteau, que consagró al primero como pre
sidente del Comité Nacional luego de semanas de confrontación directa y
broncas personales, alcanzó para contener las llamas pero no para apagar
totalmente las tensiones entre los bandos.
La escisión del bloque radical en la Cámara de Diputados fue el punto más
álgido en la saga de desencuentros entre el establishment de la UCR, que
representan los gobernadores y figuras resilientes de la estructura radical
como Mario Negri y Alfredo Cornejo, y el sector de la "Renovación" que
quiere refrescar el partido centenario y darle una impronta generacional dis
tinta de la mano de Lousteau.
La división de la tropa legislativa coincidió con un episodio que poco tuvo
de anecdótico: la hostilidad recíproca por el liderazgo radical llegó a tal pun
to que apenas dos semanas atrás, en la sede del partido, el jujeño le revo
leó un vaso de vidrio al economista de rulos, en medio de una reunión catas
trófica en la que no pudieron ponerse de acuerdo en nada.
El asunto es que detrás de estas luchas internas por el poder partidario
exhibidas prácticamente a cielo abierto, la UCR tiene el objetivo de empo
derarse dentro de la coalición de Juntos por el Cambio para generar una
alternativa presidencial propia que sea competitiva.
Pero poder dar ese salto de competitividad, que lo sustraiga del lugar de
furgón de cola del PRO que jugó durante los años del macrismo en el
poder, a la UCR no le queda más remedio que superar las fricciones inter
nas que en las semanas previas pusieron a prueba la unidad. No le que
da mucho tiempo con el 2022 a la vuelta de la esquina y un 2023 cada vez
más cerca en el horizonte.
A todas luces, el primer paso en ese camino será lograr una rápida reunifi
cación de los dos bloques de la Cámara de Diputados. Negri, una figura
que paga caro el costo de la derrota en su propio terruño a manos de Luis
Juez, fue bancado por Cornejo, Morales y Carrió, y obtuvo el apoyo mayo
ritario para seguir al frente de la bancada radical, reducida a 33 miembros.
El "bilardismo" político es implacable con los que cargan con una derrota
reciente en sus espaldas, aún cuando Negri pueda exhibir como nadie en
la oposición una trayectoria probada a base de un sinnúmero de batallas
legislativas, que lo forjaron como un profesional de la conducción parla
mentaria, tanto en la oratoria como en el arte de la negociación permanen
te.
La derrota devaluó su peso interno y lo relegó en la carrera por presidir el
interbloque de JxC. Por las dudas, ya avisó que no le interesa conservar el
cargo que ejerció ininterrumpidamente desde 2013.
El sector de Lousteau, que en Diputados preside el también cordobés Ro
drigo de Loredo, rompió con el bloque "oficial" de la UCR porque conside
ra que la sociedad dio un mensaje democrático a través de las urnas en el
sentido de que existen liderazgos ya caducos que quedaron vaciados de representatividad social.
En su flamante mandato, Morales busca reparar la unidad de la UCR y
surgió con fuerza el nombre de Rodrigo de Loredo para presidir el inter
bloque de Juntos por el Cambio. Sería la forma de salir por arriba del la
berinto, con Negri en el bloque y el bando de Lousteau premiado con el
interbloque. Esta arquitectura soñada un grupo tiene enormes obstácu
los para ser una realidad: en Juntos por el Cambio nadie admite la posi
bilidad de que la presidencia del interbloque pueda ser una prenda para
resolver la interna de uno de los partidos.
Además, la bancada más numerosa es la del PRO con 50 integrantes, y
como tal el presidente del partido amarillo, Cristian Ritondo, tendría de
recho a arrogarse la titularidad del interbloque si quisiera, sin demasiado
debate, y especialmente si la competencia a plantearse fuera De Loredo,
que preside un bloque de tan sólo 11. Con todo, hasta el momento el
PRO no viene explicitando, al menos públicamente, un interés rotundo
e irreductible para hacerse
con ese lugar.
Las fichas se terminarán de ordenar a fines de febrero, en la antesala a la
Asamblea Legislativa, pero la UCR tiene el desafío de llegar a esa instan
cia con su fuerza unificada en la Cámara de Diputados, para negociar en
una posición de mayor fortaleza con sus socios de JxC.
En principio, ya se consiguió que Morales y Lousteau firmaran una tregua
y rubricaran un acuerdo sobre las nuevas autoridades partidarias. Algo
inimaginable apenas dos semanas atrás cuando las partes afilaban las ar
mas para ir a la guerra. Componedor, Cornejo habría sido clave para el ar
misticio.
Sin embargo, la tregua entre los bandos es frágil, y como botón de mues
tra de que no será fácil remendar la unidad cabe mencionar el escándalo
que suscitó el faltazo de la diputada cordobesa Brouwer de Koning, quien
estaba en Disney con su familia en momentos en que Juntos por el Cam
bio perdía por penales (127 a 126) la votación por Bienes Personales en
el recinto el martes pasado.
Debido a esa actitud, de viajar al exterior en lugar de cumplir con su tra
bajo a escasos días de haber asumido la banca, por poco no la quieren
crucificar. No es para menos: con su voto y con el del otro ausente en la
sesión, el larretista Álvaro González (PRO) hubieran sido suficientes pa
ra dar vuelta el resultado a favor de Juntos por el Cambio. Una batalla
ganable que se perdió.
"Se la quieren comer cruda", graficaron fuentes parlamentarias de la
UCR a NA. Y por si quedaban dudas desde este sector le piden al ban
o de Lousteau y De Loredo que "se hagan cargo" de la derrota, según
pudo reconstruir este medio.
El experimentado diputado Luis Pastori no anduvo con vueltas e hizo
pública la ira contra el eje "renovador" a través de un tuit que sonó a
música bélica.
"Todo empieza a quedar claro. Los diputados de la Renovación acom
pañan al kirchnerismo para aprobar nuevos aumentos de impuestos.
Como lo han hecho a lo largo de estos dos años. Después, cuando
vienen las elecciones, buscan diferenciarse. Tarde. El pueblo ha apren
dido a distinguir", escribió el misionero, en un mensaje que fue retui
teado por Negri.
Por su parte, en declaraciones radiales Karina Banfi agitó aún más el
avispero: "En el bloque que conduce Mario Negri, jamás hubiésemos
permitido que un diputado viaje teniendo en cuenta la paridad que hay".
La interna radical sigue muy picante y en medio de ese clima se juega
la unidad parlamentaria y como fuerza política de la UCR.